El ingeniero destacó además el gran cambio que vive la humanidad con la digitalización.
El ingeniero destacó además el gran cambio que vive la humanidad con la digitalización.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
Se está dando un cambio profundo y sin precedentes en la sociedad y en particular de las profesiones producto de la digitalización y la inteligencia artificial, comenzó explicando en la clase inaugural del año académico el destacado ingeniero y consultor internacional en gestión de ciencia, tecnología, innovación y competitividad, Jorge Yutronic.
El invitado por la Macro facultad y la facultad de Ingeniería de la UBB sostuvo a modo de ejemplo que hoy existen sistemas computacionales que tienen el nivel de inteligencia de un humano, dispositivos que permiten monitorear el cuerpo humano que permite saber más del cuerpo humano que la propia persona y su médico. En Educación hay formas de dialogar con los estudiantes en modo adaptativo y personalizado, es decir, saber el grado de aprendizaje, el estado de salud, los hábitos de sueño de distintos alumnos, de modo de evaluar a la persona en forma rigurosa, pero amistosa, y 24 horas al día.
"Muchos trabajos hoy están siendo reemplazados por máquinas y éste es el gran cambio que hoy estamos viviendo, sin precedentes en la historia de la humanidad. Lo de antes se relacionó más bien con la fuerza física, a través de la mecanización y electrificación. Ahora ocurre en nuestra realidad rutinaria e intelectual
-¿Cómo está la formación de capital humano para enfrentar esto?
-Las universidades chilenas están haciendo un esfuerzo a través de Corfo para mejorar el capital humano de pre y post grado que ya lleva sus años. No obstante , este concepto de la digitalización e inteligencia artificial, todavía tiene una expresión acotada dentro de este trabajo, y se hace necesario aumentarla significativamente, esto, porque desde punto de vista de la empresa, de la noche a la mañana está pasando a requerir profesionales que tengan estas características renovadas, sino va 5 o 6 años atrás. La empresa se queda con tener especialistas, pero lo que debe pasar es que todo su personal tenga estas competencias digitales. Sino, la empresa no podrá ser competitiva respecto a otras compañías en el mundo.
Desconfianza en empresas
– Existe una creciente desconfianza hacia las empresas. ¿Cómo se explica y enfrenta esto?
– Esto es un tema que está atravesando el mundo, y se explica por el aumento de las expectativas y los estándares para este tipo de entidades, incluso el Estado. Hoy la persona es más educada y exige más a las empresas.
Lo segundo, es que hoy, justamente con las tecnologías de la información, sabemos muy rápido los errores y malos manejos que hace cualquier actor.
Y lo tercero, es que las profesiones están cometiendo más errores relevantes que antes, como es el caso del puente Cau Cau. Existe un problema de gestión en las profesiones, lo que debe llevar a revisar las prácticas, porque esto se soluciona con la renovación de las prácticas empresariales, con la formación de ejecutivos, los que tienen que estar conscientes de que hoy todo es más complejo y más incierto, vulnerable. Nadie sabe lo que pasará en 5 años, porque hay más variables simultáneas. También es importante la formación continua para aquellos que ya están trabajando.
Las empresas deben atender estas variables, trabajarlas y no hacerse los tontos.
Relación Ues y empresa
– ¿Cómo evalúa la relación universidad empresa en este contexto?
– Esa relación existe, pero no con la profundidad ni la amplitud que se requiere.
¿Por qué falta? Porque los intereses son diferentes. Las universidades, en general, buscan cultivar el conocimiento, mientras que las empresas buscan generar valor económico. Son dos intereses que no son antagónicos, pero que se encuentran de cuando en cuando, si una empresa quiere crear mayor valor económico y se necesita mayor conocimiento. No hay duda que el sistema educacional chileno se ha ido superando y ya es uno de los mejores de América Latina.
– Es lento este trabajo…
– Nosotros hacemos los cambios en la dirección correcta, pero con lentitud, lo opuesto que ocurrió en el sud este Asiático, que en el mismo periodo dieron el salto.