Economía y negocios

Analistas divididos por impactos en la economía advertidos por el B. Central

Economistas locales coinciden en que eventual cotización adicional del 5% no debe ir a reparto, pero resaltan que lamentablemente el informe no incluye medidas de varianza o equidad en los resultados y, además, que las pensiones garantizadas no las soporta ninguna economía.

Por: Diario Concepción 28 de Enero 2017
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Economistas locales coinciden en que eventual cotización adicional del 5% no debe ir a reparto, pero resaltan que lamentablemente el informe no incluye medidas de varianza o equidad en los resultados y, además, que las pensiones garantizadas no las soporta ninguna economía. 

 

Edgardo Mora Cerda
edgardo.mora@diarioconcepcion.cl

Ayer el Banco Central (BC) presentó el informe solicitado por la cartera de Hacienda sobre la "Evaluación de los potenciales impactos macroeconómicos de largo plazo de modificaciones al sistema de pensiones".

En el documento se indica que si el 5% de cotización adicional se fuera al fondo de reparto habrían impactos negativos en el crecimiento, el empleo y deuda pública.

Según el informe habría una "disminución del ahorro (-1,3%) que genera efectos negativos en todas las variables macroeconómicas analizadas: cae el empleo, aumenta informalidad y disminuye el PIB a largo plazo". 

Del mismo modo, el BC señala que "en el largo plazo, es el sistema que menos hace crecer las pensiones" y existe "peligro alto de problemas fiscales" como el aumento de la deuda pública que "podría llegar a alrededor de 40% del PIB hacia el 2050".

En las páginas se lee además que "el reparto genera una dinámica deuda insostenible si los beneficios están indexados al crecimiento de los salarios" (Ver gráficos).

Visión de economistas locales

Ante lo anterior, Claudio Parés, director del Departemento de Economía de la Universidad de Concepción, advirtió que "lamentablemente el informe del BC no incluye medidas de varianza o equidad en los resultados, tema que es fundamental al evaluar la viabilidad política de la propuesta: se dice que el monto total de las pensiones aumentará un 42,2%, pero si ese aumento no se reparte equitativamente, el rechazo político al sistema de AFP permanecerá", afirmó.

En esta línea, Parés explicó que "el problema es que el rechazo al sistema actual ha hecho mirar las otras formas de enfrentar el tema de las pensiones, particularmente el sistema de reparto. Sin embargo, no es novedad que ese sistema otorgue malos resultados: transferir recursos del grupo de jóvenes trabajadores al grupo de jubilados no genera ahorro ni inversión, con lo que no afecta para nada al nivel de actividad. Si a eso le sumamos que la propuesta de un 5% adicional provendrá de un aumento de cotizaciones, la baja estimada en salarios líquidos genera un impacto negativo, que es compensado por el aumento en el ahorro y la inversión en el caso de la capitalización individual, pero que no tiene contraparte en el caso del sistema de reparto", afirmó.

En tanto, Carlos Smith, economista de la Universidad del Desarrollo dijo que "cuando los dineros van a reparto, ya no existe ahorro y ese dinero sólo se recauda para entregarlo inmediatamente. Dada las condiciones demográficas, el aporte del estado a un fondo de reparto se iría acrecentando cada año, llegando a niveles muy complicados de deuda, que dejarían al país en muy mal pie ante cualquier ciclo de menor crecimiento o recesión que pudiera generarse en el futuro".

Pensiones garantizadas

Por su parte, Claudio Lapostol, docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, es enfático en plantear que "lo primero es establecer que las pensiones garantizadas no las soporta ninguna economía, eso es y será siempre una falacia" y que "aumentar en un 5% la cotización para cada persona si es el mecanismo para que las pensiones aumenten de manera real. La gente muchas veces olvida que su pensión va en directa relación con lo que ella fue capaz de ahorrar y no olvidar que el cálculo de las pensiones se hizo con expectativas de vida más bajas que las que existen hoy día".

Para Renato Segura, director del Centro de Estudios Cer Regional, "existe evidencia dura y consistente que, los sistemas de reparto, desincentivan el ahorro privado. Este fenómeno desencadena efectos poco favorables en el sistema económico. Se afectará negativamente la inversión, con sesgo al alza de la tasa de interés. La menor inversión, afecta la capacidad instalada del sistema económico, generando presión inflacionaria la que se refuerza por la depreciación de la moneda frente al dólar. La merma de la capacidad instalada para enfrentar futuras expansiones de la demanda agregada, ocasionada por el menor nivel de ahorro privado, genera déficit y aumento de la deuda del sector público".
 

 

 

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