Lo que hace que la CB-190R se haya ganado el primer lugar es el conjunto de características que la hacen tan llamativa

 

Comenzamos el año hablando del lanzamiento de este modelo único, toda una apuesta de parte de la japonesa Honda. Por su forma y estilo, esta moto llegó como para reclamar un lugar que otras marcas, como KTM o Bajaj, ya habían explorado en el segmento 200cc. 

Pero los nipones quisieron jugar con la cilindrada. No se trataba de llegar, plantar una motocicleta de 200cc y ver qué pasaba en el mercado. No, la apuesta fue otra. Está claro que con una cilindrada inferior a los 200cc y una potencia máxima de casi 16 HP, no puede ganarle a los 23 HP de la Bajaj Pulsar, y menos aún a los 26 HP de la KTM Duke 200, pero sí le gana a los casi 14 HP de la Yamaha FZ y la Honda Invicta. Y por mucho. 

Lo que hace que la CB-190R se haya ganado el primer lugar es el conjunto de características que la hacen tan llamativa, desde las telescópicas invertidas, pasando por la opción de elegir el modelo Repsol, clásico en las motos GP de Honda, un neumático trasero más ancho, luces LED y una estética única (y a precio de huevo).

A esto se suma un nuevo diseño en el escape, ya no largo y cilíndrico como estábamos acostumbrados a ver en otros modelos de Honda, sino corto, más robusto y con un sonido que le brinda identidad.

Finalmente, esta moto interactúa de forma perfecta con la anatomía humana y su diseño hace que brinde un equilibrio dinámico envidiable al conducir en curvas o al realizar maniobras más violentas, por ejemplo, para evitar un accidente. 

Las cifras de venta apoyan este éxito, varias decenas de motos vendidas sólo en Concepción la transforman en el producto revelación de 2016. Felicidades.