En su primer año, la entidad financiada por Corfo y que tiene una duración de 36 meses, ha trabajado en el diagnóstico, pero sólo el 10% ha tomado ventaja de la ayuda técnica.
En su primer año, la entidad financiada por Corfo y que tiene una duración de 36 meses, ha trabajado en el diagnóstico, pero sólo el 10% ha tomado ventaja de la ayuda técnica.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
Son 33 las pymes que han sido apoyadas con asistencia técnica especializada, asesoría y mentoría a través de un proceso de acompañamiento que las apoya para que alcancen la frontera tecnológica, fortaleciendo así la competitividad de su negocio. De éstas, sólo un 10% ha seguido el camino una vez diagnosticada el área a abordar.
Se trata del trabajo que está realizando el Centro de Extensionismo Tecnológico en Manufactura de la Universidad de Concepción (CET), cuya visión es ser la columna vertebral de la sofisticación y crecimiento de las pymes regionales.
Su director ejecutivo, José Antonio Carrasco, informó estas cifras a 11 meses de iniciado este trabajo, y reconoció que al final pasa por lo visionario o no que se el dueño de la pyme en cuestión.
"Hemos partido abordando la industria en construcción sustentable, principalmente prefabricación de casas de madera y agrondustria no pesquera: lácteos y procesamiento de carnes".
¿Con qué se han encontrado?
Con problemas de manejo de residuos peligrosos en algunos casos, y con sistemas muy artesanales de fabricación de casas, aunque dicen que son industrializadas. Se ven bonitas, pero cuando uno se involucra con el proceso constructivo, nos damos cuenta que se siguen haciendo igual que hace 50 años. Ahora viene una normativa térmica nueva, que quien no la adopte, se quedará fuera del mercado por ser poco competitivas. Eso es lo que buscamos, que no se sigan cerrando pymes por nuevas normativas o nueva competencia, como ha ido ocurriendo con las metalmecánicas, por ejemplo.
Otro tema importante que abordará el CET se relaciona con la tarificación eléctrica.
"Existen límites de consumo que condicionan el monto que cobran a las empresas. La pyme en general igual debe utilizar la energía, pero eso implica pagar multas, lo que hacen. Pero esto se puede gestionar, alcanzando ahorros del orden del 5% al 10%, dependiendo de la pyme".
Asimimso, algunas pymes, dependiendo de su consumo, pueden negociar directamente con las empresas distribuidoras, ya que por sus consumos pueden ser clientes libres, pero en la práctica, siguen pagando tarifas como si no lo fueran.
"Todo va sumando y es dinero que no lo ven, pero nosotros hacemos que lo vean. Se negocia ahora en febrero para todo el año, por eso la importancia de atender este aspecto".
Otras aristas con que se han encontrado en estas visitas a terreno se relacionan a gastos elevados de electricidad sin saber bien la causa, incluso en algunos casos utilizando paneles solares que no impactan finalmente en la tarifa final. También paralizaciones de plantas por emisiones contaminantes, sin conocer bien la causa, más allá de la intuición del dueño de la empresa.
¿Cómo funciona?
Nos escriben (extensionismo@udec.cl), visitamos y hacemos un diagnóstico. Nos ponemos de acuerdo sobre cuáles son los reales problemas, les sugerimos ciertos cursos de acción, pero es la pyme quien decide por dónde partir. Una vez que decide, hacemos un proyecto acotado, de unos seis meses, para que ellos puedan ver si realmente esto vale la pena, es decir, que tenga impacto en su competitividad. Si se pasa esto, ahí ya viene un plan de mejora de largo plazo, de uno o dos años.
Estos servicios, post diagnóstico, tienen un valor aproximado de entre $400.000 y $500.000 por una asesoría en ingeniería, lo que equivale a un 50-70% menos del precio de mercado. Después, en el caso de prestar un servicio más largo, lo que hacemos es vincularlos con los fondos públicos.
Consultado el gerente de Asexma Bío Bío, Alfredo Meneses, sobre esta iniciativa, éste dijo que se necesite este canal vinculante, pero centró el foco en los desafíos.
"Hay un desafío mayúsculo en términos de generar un modelo de transferencia de capacidades, y para ello se requiere el conocimiento experto y teórico. En este sentido, el desafío que se impone es que este centro sea exitoso, porque es la oportunidad que se abre para mejorar la competitividad, tras una serie de intentos anteriores fallidos. Acá los resultados que valen no son los del centro hacia Corfo, sino que las empresas mejoren sus estándares de competitividad.