Economía y negocios

Costo de Canasta básica de alimentos aumentó en 5,8% en doce meses

Economistas locales analizaron cambios a la actualización de las líneas de pobreza y de pobreza extrema y coincidieron en lo importante, que es recuperar el crecimiento económico.

Por: Diario Concepción 04 de Septiembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-3238.jpg

Economistas locales analizaron cambios a la actualización de las líneas de pobreza y de pobreza extrema y coincidieron en lo importante, que es recuperar el crecimiento económico.
 

Edgardo Mora Cerda
edgardo.mora@diarioconcepcion.cl

El Instituto Nacional de Estadísticas, INE, la Cepal, el panel de expertos de la Casen y la comisión para la actualización de las líneas de pobreza y de pobreza extrema, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), trabajaron para introducir un conjunto de modificaciones en la metodología utilizada para la medición de la pobreza por ingresos, vigente desde el año 1987.

Los principales ajustes fueron la actualización de la composición de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) -empleada para la determinación de las líneas de pobreza, adaptando su composición a los patrones de consumo reportados por los hogares del quintil de menores ingresos en la VII Encuesta de Presupuestos Familiares del INE de 2012. 

Este cambio implicó que el MDS todos los meses actualiza el valor de la canasta a la variación del IPC. De acuerdo al último documento elaborado por el Ministerio, en julio pasado una familia del quintil de menores ingresos -con 4,43 integrantes promedio- requería $ 40.118 per capita al mes para sus necesidades básicas. Esto significa que para ese grupo, hoy es 5,8% más caro que hace un año satisfacer su estándar mínimo. 

Visión de Economistas

En este contexto, Diario Concepción consultó a economistas locales acerca de su visión respecto de los nuevos cambios introducidos.

Fue así como Andrés Ulloa, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Facea, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), explicó que "efectivamente, la Canasta de Consumo de Alimentos debe ser actualizada para poder medir la pobreza de manera de considerar los nuevos patrones de consumo, pero tratando de mantener comparabilidad con las encuestas anteriores". 

Para el decano de la Faceca de la Ucsc, "este ejercicio ha hecho aumentar los precios de la CBA en 5,8% y eso ha sorprendido a los expertos, ya que con ello se estarían elevando los indicadores de pobreza. Esto es así, pero no debiera ser un tema de mayor preocupación porque lo que interesa es la tendencia, es sabido que un alza pequeña en la inflación o pérdida de empleo cambia a un grupo importante de personas a la categoría de pobreza o pobreza extrema. Sin que haya cambios muy importantes en el bienestar, es decir, al fin de cuentas el número de personas que está inmediatamente bajo la línea o sobre la línea es importante y por ello se producen estas diferencias. Pero lo que hay que tratar de lograr es que ese grupo sea cada vez menor y que este mucho más arriba de la línea de pobreza", concluyó.

Comparabilidad de mediciones

En tanto, Claudio Parés, director del Departamento de Economía de la Facultad de Economía de la Universidad de Concepción, (UdeC) aclaró que "el alza en los precios de los alimentos es una parte de la inflación, no una causa ni una consecuencia".

El director del Departamento de Economía de la UdeC agregó que "la medición de la pobreza no es algo sencillo. Desde la definición misma de pobreza tenemos problemas: ¿pobre es aquel que no tiene ingresos o es aquel que no tiene acceso a determinados bienes y/o servicios? Y si es lo segundo ¿qué bienes o servicios debemos incluir en la lista? La solución "sencilla" fue definir una línea basada en la cantidad de calorías que requiere consumir una persona, valorarlo en dinero, y multiplicarlo por dos para definir un estándar", ilustró.

Sin embargo, Parés dice también que "el problema es que esa medición sirvió (y mucho) para medir la pobreza cuando había mucha pobreza. Pero, ahora que la pobreza ha bajado y va quedando aquella pobreza de la que es más difícil salir, necesitamos mediciones más precisas. Es como medir un terreno para urbanizar: piensa en las medidas y los instrumentos que usaba y habrá tomado Pedro de Valdivia al empezar a instalar Concepción cerca de aquí, versus las medidas que tomamos hoy para instalar nuevas poblaciones en nuestra ciudad. Entonces, tal como en este ejemplo un poco rebuscado tal vez, me parece que, más que un problema de medida, el problema actual de la pobreza es que el desafío que enfrentamos es mucho más complejo y podemos aspirar a mejores soluciones. Algo similar pasa con el empleo: hemos aprendido a mirar y medir mejor un fenómeno y eso nos permite aspirar a mejores soluciones de política pública, más allá de las diferencias a la hora de sólo observar lo que sucede".

Finalmente, el economista de la UdeC dijo que "la última medición de la Casen ya intentó una medida alternativa de la pobreza, que iba más allá del simple promedio de ingresos, sin embargo, no había con qué compararla. Esta vez tendremos la oportunidad de mirar cómo evolucionan ambas medidas y en algún tiempo podremos evaluar qué tan alta es la correlación entre medidas y qué tanto ayuda, en la práctica, cada una". 

Pobreza y empleos

Por su parte, Carlos Smith, economista de la Universidad del Desarrollo y director de la cerrera de Ingeniería (e) en Administración, estimó que "lo que nos revelan estas cifras es que la pobreza tiene que ver con una condición de mala calidad de los empleos, con la vulnerabilidad de las familias ante situaciones inesperadas como una enfermedad del jefe de hogar, entre otros".

Smith dijo además que "así, las cifras también nos muestran que la inflación de los sectores de más bajos ingresos es mucho más determinante en su bienestar que para los sectores de los estratos más acomodados. El hecho de que suban los precios le "pega" mucho más a estas familias vulnerables ya que gastan todo su ingreso en consumo y no tiene la capacidad de protegerse de la inflación". 

Rol del crecimiento económico

En esta línea el economistas de la UDD, agregó que "si hay que valorar los cambios metodológicos que permiten tener una visión más acabada del problema y una mejor dimensión del mismo, también es cierto que la coyuntura económica genera estancamiento y posibles aumentos en los niveles de familias en situación de pobreza dada la pérdida de empleo o el entrar a empleos precarios que no permiten satisfacer las necesidades básicas de alimentos (extrema pobreza) y no-alimentos (pobreza)".

Renato Segura, director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Cerr, coincidió con Smith en que "la principal causa del estancamiento de la pobreza por ingresos es el bajo nivel de crecimiento económico. Más allá del aumento del valor de la canasta básica, como consecuencia del incremento de precios de los alimentos, el largo proceso de letanía que experimenta la actividad económica local, disminuye la capacidad de endeudamiento de las familias, afectando su poder de compra presente. Este fenómeno ya lo está reflejando la precaria condición del empleo que revela el sector comercio".

El director del Centro de Estudios Cerr indicó además que "el país debe procurar retomar lo antes posible una dinámica de crecimiento de la actividad económica que atenúe el comportamiento de los actuales niveles de pobreza. En este sentido, creo que los indicadores sociales de la Encuesta Casen 2015 no van a ser tan buenos como quisiéramos".

En esta línea, agregó que "los hogares más pobres están acostumbrados a buscar productos sustitutos para lidiar con el aumento del precio de los bienes de primera necesidad que la coyuntura o la estacionalidad les impone. Sin embargo, es poco lo que pueden hacer frente a un sistema económico que genera escasas oportunidades de tener, en el futuro, un flujo de ingreso creciente, que les permita sustentar el poder adquisitivo presente".
 

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