El ancla estuvo irreconocible y fue dominado durante todo el partido por Ovalle, que no había sumado triunfos en el Octogonal y rompió la racha contra el equipo del “Flaco” Pérez, que ya cuenta tres reveses en línea.
Algo pasa con este Naval que arrancó la liguilla con dos demoledores triunfos, pero luego se apagó y cayó tres veces consecutivas sin poder marcar un gol. La derrota en Ovalle fue la peor de todas, por un contundente 3-0 que no dejó lugar a dudas y propinada por un equipo que no había ganado en todo lo que iba de Octogonal. Y eso que Gabriel Merino tapó un penal a falta de 5 minutos, dejando en claro que la goleada incluso pudo ser peor.
Curiosamente, el arranque fue para el ancla, con Iván Salamanca desviando al entrar en solitario y luego un remate al travesaño de Jonathan Valdebenito -el único que intentó hacer fútbol- que Ignacio Farías mandó a la red, pero el árbitro estimó en posición de adelanto. No iba ni un cuarto de hora y ahí se apagó la luz chorera y Ovalle comenzó a tomar confianza.
Primero amenazó el local con un tiro libre que nadie tocó y dio en el larguero, luego Esteban Ahumada desvió un remate desde larga distancia y otro balón detenido pilló mal parado a la visita: un pivoteo de cabeza permitió la arremetida de Gabriel Rojas (26’) y la apertura de la cuenta.
Era momento de recobrar lo bueno del inicio, pero Naval no tuvo la calma ni oficio de otras tardes. Peor aún, a los 42’, el delantero Ignacio Farías dejó a su equipo con un hombre menos tras golpear a Ubilla. Merino tapó un tirazo bajo de Samuel Avilés y así terminaron la primera fracción. A tomar oxígeno.
No era fácil empatarlo con diez, pero Naval tuvo una tras confusión entre central y arquero que Michael Garcés conectó, pero no pudo encontrar el arco. A los 63’ se fue expulsado Luis Rodríguez en el dueño de casa y a Naval le caía un regalo del cielo, pero pasaron solo cinco minutos para que un pelotazo largo llegara hasta Avilés. El ariete se llevó a Rodrigo González a la carrera, acertó con zurdazo rasante y puso el golpe de gracia.
Los porteños estaban desarmados y, aunque intentaron con cabezazo de Matías Tapia y zurdazo distante de Valdebenito, quedó muy expuesto a la contra. De esa forma, Jesús Contreras realizó la apilada de su vida, se sacó tres hombres y tocó a un costado para que Esteban Guerra (78’) empujara el balón solo bajo el arco.
Merino tapó un penal a Contreras, a los 85’, y los ingresos de Garretón o Araya tampoco marcaron diferencia, en un momento donde el local dominaba y amenazaba con otra estocada.
Naval se estanca en 6 puntos y este miércoles recibirá al líder Imperial Unido en El Morro. No se puede regalar más ventaja.