Es común escuchar que el “trabajo de la semana” es importante para lograr resultados en la competencia. Sin embargo, es bueno preguntarse qué tanto se puede anticipar, considerando que hay condiciones climáticas -en deportes al aire libre-, arbitrales y de público que son imposibles de simular por más que se quiera. Además, hay situaciones específicas, como puede ser una definición por penales en el fútbol, que se puede practicar en los días previos, aunque de todas maneras las circunstancias serán distintas en el momento mismo, y jugadores que se sentían seguros antes puede que no lo estén tanto cuando se determine a los lanzadores. ¿Qué aspectos sí es posible anticipar? ¿La mecanización le puede dar resultados a quien repita un movimiento o acción muchas veces?
Previo a la final de la NBA, los Denver Nuggets tuvieron nueve días de descanso. Superaron en la definición de la Conferencia Oeste por 4-0 a Los Angeles Lakers, mientras que el Miami Heat, que venció por 4-3 a Boston Celtics en la definición del Este, debió extremar recursos para ganarse su lugar en la disputa por el título. Mientras aún no se sabía su rival, Michael Malone, técnico de Denver, afirmó que “es imposible mantener el ritmo si no estás jugando partidos. Puedes practicar todo lo que quieras, pero no hay manera de que puedas reproducir un juego de playoffs de NBA (…) En nuestro caso, en la temporada sales a la cancha cada dos noches, largos meses es así, y ahora tener ocho, nueve días descanso…Debo asegurarme de mantener a los chicos en movimiento, acondicionados, pero como dije antes es muy complicado seguir en ritmo sin encuentros oficiales”.
En el primer partido de la final, disputado la noche del pasado jueves, los Nuggets vencieron con claridad a los Heat. Más allá de eso, lo que plantea Malone es digno de análisis:¿qué tanto se puede acercar un entrenamiento a un duelo oficial, por más intensidad que se ponga en una práctica? Voces de diferentes ámbitos dieron su visión.
Ramón Climent, ex técnico de Vallenar, Limache y Linares, entre otros equipos, comentó que “cuando salimos campeones con Vallenar y subimos a Primera B, los días viernes practicábamos pelotas detenidas. Entre todo el tiempo que estuve en el club, calculo unos 5 mil tiros de esquina entrenados. A veces por día eran 80, 90 o 100 y me quedo corto. La finalidad de eso era llenarle el disco duro a los jugadores. Y así tuve 5 goles maravillosos en el campeonato. El primero fue a Colchagua en la primera fecha, con centro de Silva y cabezazo de Cuéllar. El otro fue a Naval bajo una lluvia torrencial. Y los otros fueron emblemáticos, en las últimas dos fechas. Cuando teníamos que ganar en la final y no veíamos por donde hacer un gol, marcamos tras un córner y un tiro libre a Melipilla. Con eso llegamos a los penales. Y en otro partido con Cauquenes, minuto 81’ no teníamos por donde, tiro libre y gol. Los goles más importantes que marcamos fueron mediante táctica fija por haberlos entrenado muchísimo. En cada club lo saco a relucir porque hay que entrenar y entrenar”.
Además, señaló que “lo que hace el jugador siempre es lo que vale. Uno le llena la cabeza con ideas, pero ellos desarrollan en la cancha. Lo definitivo es cuando están iluminados y hacen lo que hicimos muchas veces en la semana. Y en ocasiones no siempre será gol, pero yo lo trabajo. En ocasiones entrenas, entrenas y no sirven absolutamente de nada algunas cosas, porque le pegas mal al balón o sale mal. A lo que voy es que cuando trabajas harto, hasta pegándole mal puede ser gol. Todo depende de la calidad del jugador, como están parados o sus movimientos”.
José Cantillana, ex DT de Iquique, afirmó que “es sumamente importante desde el punto de vista del trabajo mismo por mejorar cualidad y capacidades. Pero de ahí a que suceda lo que tienes pronosticado antes de, a veces no se ajusta a la realidad nomás. A veces hay imponderables como una expulsión en los primeros minutos o un gol temprano que entran a trastocar tu trabajo de la semana. Si en un momento del partido pensaste tener un planteamiento ofensivo y te expulsan a un jugador, no puedes presionar en tres cuartos de cancha. Ahí tendrás que ceder terreno y salir de contra. Pero que tienes que trabajar, lo tienes que hacer. De repente hay circunstancias que no están en el manejo de uno, pero solamente ir a jugar nomás a lo que salga, no concibo con eso”.
Al respecto, agregó que “para eso están las variantes. Uno trabaja por si queda con un jugador menos y se hacen planificaciones en inferioridad numérica. Ahí entramos a visualizar ciertas situaciones que te pueden jugar en contra. Antes se estilaba mucho hacer prácticas de fútbol los jueves, jugando titulares y reservas. Pero hoy se hacen bloques de 10 o 15 minutos, cambiando alineaciones. Y ahí a veces juegas con uno menos para ver qué pasa. Cuando quieres potenciar la parte defensiva, trabajo cinco atacantes contra cuatro defensas. Y a la inversa cuando quiero potenciar lo ofensivo. En los trabajos tácticos menores se trabaja mucho la superioridad numérica y que es lo que tú quieres resaltar. En eso va el objetivo primordial de lo que uno quiere. Pero a veces no pasa lo que uno visualiza, aunque no por eso vas a dejar de trabajar”.
Cantillana también dejar en claro que hay factores de improvisación que son relevantes. “A los talentosos dámelos siempre, esos te clarifican y solucionan problemáticas. Uno quisiera tenerlos siempre. Son los distintos, los diferentes. Cuando me hablan que ya no es importante el volante de creación, a mi dámelo. Te mete un pase filtrado y marca diferencias. Eso se da cuando tienes jugadores desequilibrantes. Y no solamente en lo ofensivo. Hoy Iquique tiene un muy buen arquero como Castillo. Le he visto todos los partidos y de todos los puntos del equipo, por lo menos 10 son suyos”.
Sebastián Carrasco, jugador de Basket UdeC, indicó que “es difícil igualar cómo un jugador se siente en un partido a un entrenamiento. En nuestro caso, al tener un plantel con experiencia y profundidad las prácticas son intensas en lo que aporta cada uno, y por ahí se puede tener un nivel de roce parecido al que hay en un encuentro oficial. Pero un partido es distinto, con los árbitros, la gente”.
De la importancia de mecanizar movimientos para los encuentros oficiales, afirmó que “creo que eso uno lo realiza hace tiempo. En lo personal, desde que juego basket he tratado de mecanizar mi lanzamiento, la forma de leer el juego. Son distintas variantes a las que les dedicas horas y horas de entrenamiento para después llevarlas al terreno de juego. Pienso que uno mientras más repite, más grabadas le quedarán las diferentes acciones, cómo uno se enfrenta a distintas situaciones de juego, a las distintas defensas que puede haber. Entrenarlas sirve mucho para estar preparado y saber cómo actuar en esos casos”.
Jorge Facchini, jefe de la rama de vóleibol del Deportivo Alemán, aseguró que“la única manera de poder competir es modelar el entrenamiento a la competencia, de tal manera que uno entrene como si compita para luego competir como si se entrenara. Debe haber un esfuerzo, concentración permanente, presión. Uno puede imitar situaciones de juego, realidad de juego de tal manera que eso llegue al deportista a desarrollar una mentalidad competitiva. Se pueden plantear juegos competitivos, situaciones del juego competitivas de ataque y defensa, incluso que se manifiesten con ciertas características como un marcador, que lleven al deportista a mostrar su mejor rendimiento individual y colectivo. Soy un convencido que es la única manera para competir bien”.
En ese sentido, añadió que “recrear todas las condiciones de un partido es casi imposible. El público, las decisiones del árbitro y las características del rival son variables que no dependen de uno, pero sí hay otras que se pueden entrenar: la concentración permanente, la capacidad de manejarse bajo presión, entrenar la confianza. Todos esos aspectos mentales llevan a un mejor rendimiento. Obvio que el entrenar bajo presión, y cuando digo eso no me refiero a castigar, sino que a recrear ciertas situaciones: generar un juego competitivo donde un equipo va perdiendo por cuatro, cinco puntos y debe lograr ganar el set, o jugar con el marcador a 22, que es la definición de un parcial. Ahí se analiza qué decisiones se toman bajo la presión del marcador”.
Sobre mecanizar movimientos o jugadas, Facchini indicó que “creo que el volumen de entrenamiento y la automatización, más en deportes colectivos de precisión y potencia como el voley, lleva a que el deportista juegue en un modo automático y le permita fluir en mayor armonía. Y poner la atención quizás en otros aspectos, pues funcionar así lo hace que esté en una condición mental que le permite fluir naturalmente”.
Alexi Ponce, psicólogo deportivo y director de Go Focus, señaló que “siempre se habla que en el entrenamiento se trabajan aspectos físicos, técnicos, tácticos y psicológicos. Hay algunos que se pueden repetir y otros son más complejos. En ese sentido, creo que el modo entrenamiento para la parte técnica y la parte táctica se pueden hacer muchas repeticiones hasta que finalmente te resultan”.
En esa línea, agregó que “y la parte psicológica, que pareciera es sólo de la competencia, también se debe trabajar buscando ser lo más parecido. Sabemos que no lo vamos a lograr, que no es lo mismo, peor hay que poner una presión similar y aquí es donde viene algo importante de los deportistas: deben estar siempre en modo competencia desde lo psicológico. Personalmente, creo que no existe el modo entrenamiento. Si no me exijo en una práctica es muy difícil que después pueda hacerlo en una situación competitiva. Pienso que en lo físico, técnico y táctico sí puede haber modo entrenamiento, pero en lo mental necesito que estén siempre en modo competencia, que todos quieran ganar, obtener el mejor resultado, que quieran dar su mejor versión para que cuando llegue la situación competitiva eso se pueda reflejar”.
Respecto a preparar situaciones como una posible definición a penales, Ponce dijo que “hay que hacerle ver a todos lo que se hace en este tipo de trabajos. Puede que un jugador te diga ‘no se puede entrenar una definición a penales’ por la sensación, las condiciones, pero debes tratar de asimilarlo lo más posible y buscar ciertas cosas para quien patee el penal entrene la mayor cantidad de variables. Por ejemplo, debes hacerlo después de entrenar una o dos horas, para que haya un cansancio físico. En el caso del arquero, decirle que es probable que siempre alguien patee a la derecha y obligarlo a ir a ese sector. El tema es sencillo: si no soy capaz de entrenar un golpe al balón porque las condiciones ambientales son distintas, para qué entreno el resto, como una pelota parada, no tendría mucha lógica”.