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Los desafíos del balonmano escolar para seguir creciendo

Voces ligadas a este deporte comentaron que se valora que el año pasado se pudiera volver a jugar, pero que para 2023 es fundamental generar una competencia más constante y en todas las categorías. Sin embargo, en el tema de intensificar el calendario hay una piedra de tope importante: la falta de canchas.

Por: Ricardo Cárcamo 06 de Marzo 2023
Fotografía: Raphael Sierra

Como en todas las disciplinas del deporte escolar, el balonmano tuvo un 2022 donde si bien se retomó la acción, se hizo en condiciones diferentes a la normalidad, con una actividad menor a la acostumbrada. Algo que, sin dudas, es uno de los principales desafíos para 2023: generar más y constantes competencias.

Raúl Umaña, entrenador del Colegio Pinares, indicó que “el balance de 2022 es positivo, porque se volvió a competir nuevamente, no en las condiciones que uno quisiera, con mayor cantidad de juego, pero sirvió para retomar la competencia escolar. Hay desafíos para este año, como sumar más colegios de los que antiguamente participaban en Adicpa, y con eso aumentar el volumen de partidos, que sea una competencia más regular”.

Este año el nivel debiera crecer un poquito más, debido puntualmente a que ya varios colegios retomaron el año pasado, y con una temporada de trabajo se ven más frutos en lo deportivo. Otro desafío para la competencia escolar es no solo retomar Sub 14, sino también cadetes y selección, que incluye a chicos de tercero y cuarto medio”.

Alexie Aeloiza, técnico del club Unión Universitaria e integrante de la Asociación de Balonmano de Concepción, comentó que “en la parte escolar, creo que hay dividirla en dos. Está la categoría infantil, orientada a la competencia del IND que se relaciona con los Juegos Deportivos Escolares, y por otra parte lo relacionado a las asociaciones, donde hay participación de escolar, de serie infantil hasta juvenil, que enmarca desde séptimo básico a cuarto medio”.

Del año pasado, analizó que “costó un poco el desarrollo, en término de generar una competencia escolar como tal, que se involucre a todos los colegios, no solo a los particulares, sino también a los municipales y particulares subvencionados. Se realizó competencia, sí, pero todavía falta mucho para darle una continuidad mayor. Siempre los equipos que llegan a representar a la Región, básicamente por un tema de trabajo, son quienes están insertos o relacionados con clubes de su localidad”.

En cuanto a temas a mejorar, coincide con la visión de Raúl Umaña. “Estamos al debe en generar una competencia que les permita afrontar de una mejor manera, más preparados, a quienes clasifiquen a los nacionales. Es un tema que hay que trabajar con el IND y las organizaciones escolares, que se logre alcanzar un desarrollo sustentable, que perdure en el tiempo de manera sostenida. La asociación está dispuesta a colaborar en ese sentido, buscando no los resultados como la meta final, sino que los deportistas crezcan de manera ordenada”.

La infraestructura

Como ocurre en varias disciplinas a nivel regional, una piedra de tope para que el balonmano -no sólo escolar- crezca más es la falta de infraestructura, puntualmente de canchas reglamentarias para la disputa de partidos.

“En la categoría infantil sí es un factor para lograr un mejor rendimiento. Hay poco acceso a canchas reglamentarias, porque hay pocas, pero mientras tengamos un recinto bajo techo, para no depender del clima, igual se puede generar desarrollo, mayor masividad en términos de competencia y para eso hay que utilizar lo que tenemos. Actualmente, contamos con una mixtura de muy pocas canchas reglamentarias y hartas de básquetbol que se utilizan”, dijo Aeloiza.

Al respecto, agregó que “ahora, si solo nos remitimos a lograr desarrollo con canchas reglamentarias, es un gran escollo y una gran tarea para todas las instituciones que trabajan por el deporte. Hoy, contamos como recintos reglamentarios y activos, con el Gimnasio Municipal de Concepción, el de Parque Tumbes en Talcahuano, el de la municipalidad de Curanilahue y el de Los Ángeles. Debería sumarse en pronto tiempo, pues ha tomado mucho lo de la recepción municipal, el gimnasio Municipal de Cañete, que está construido y terminado, pero faltan trámites que salen del ámbito deportivo. Y más que los gimnasios, que es un factor, lo importante es conjugar a todos los elementos para darle continuidad a una competencia”.

Además, y sobre la temporada 2023, Aeloiza destacó la importancia que tendrá que, hasta ahora, será la primera con total normalidad desde 2019.

“Creo que tiene que ser así. La complejidad que sucede para el desarrollo deportivo escolar pasa por la capacidad y el entendimiento de los logros a obtener, con el crecimiento del deporte, en los propios establecimientos. Si las instituciones de educación no entienden que actividades deportivas y también culturales, son eficientes y un aporte en los programas para los alumnos, evidentemente es complejo, más allá de la pandemia. Es un factor que en los últimos diez años ha sido una problemática, pues una mínima parte de los colegios lo asumen bien y le dan la relevancia para el desarrollo del aprendizaje y formación general de los alumnos”, comentó.

El entrenador del club Unión Universitaria igual indicó otro factor que, a su juicio, es muy relevante para el crecimiento y evolución del balonmano escolar.

“El desarrollo escolar no solo va supeditado a los colegios, sino también a los clubes. En el caso de estos últimos, no se necesita del permiso del establecimiento, es un nexo directo entre apoderado y club. El segundo semestre de 2022 pudimos generar una competencia escolar, en categoría infantil, cadete y juvenil, en damas y varones, y eso fue un paso importante post pandemia. Ahora, la proyección es más amplia, logramos generar recursos a través del gobierno regional con un proyecto donde le daremos énfasis a las categorías escolares”, afirmó.

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