Atleta angelino brilló este 2025 en los 2 mil metros en nacional escolar y como bronce sudamericano. Fue premiado a nivel regional y contó detalles de su vida y sus sueños en grande.
A los 14 años Francisco Lara ya tiene hartas historias que contar y muchas por venir. Este año fue campeón en los Juegos Deportivos Escolares y eso lo llevó a Asunción, donde fue el abanderado chileno y bronce Sudamericano. Esta semana fue premiado como el mejor deportista del Biobío a nivel escolar.
Es angelino, estudia en el Colegio Woodland, y cuenta que “no esperaba este premio, de verdad no tenía idea y fue bonito que te nombren en medio de tantos deportistas destacados. Siento que es un premio al esfuerzo. Fui con mi papá y mi abuelo y estaban muy felices”.
De su temporada analizó que “este año ha sido súper bueno y tiene que ver con el buen trabajo que se ha hecho. Veo cómo se preparó todo y siento que nada ha sido casualidad”.
Sobre sus inicios, repasa que “llevo un año y medio corriendo y sé que es poco. Antes practicaba fútbol y la Flo, mi hermana mayor que es atleta, fue la que me metió en esto. Me empecé a dar cuenta que en poco tiempo tenía mejores resultados corriendo que en todo lo que llevaba jugando a la pelota. Era lo mío y decidí priorizarlo”.
Recuerda que “fue raro el cambio. En el fútbol estás mucho más tiempo en una cancha, pero en la pista terminaba más cansado. Es más intenso y es algo que disfruto harto”.
Sus éxitos han sido siempre en la misma distancia. “Por el momento corro 2 mil metros, porque es lo que se me asigna en la categoría, pero más adelante quiero pasar a 3 mil, 5 mil y hasta 10 mil. Me gusta esa distancia más larga y me han dicho que tengo las condiciones”.
¿Y quién lo guía en esto? Francisco contó que “Raúl Guarda, de Promesas Chile, es mi entrenador. Tenemos harta confianza, sobre todo para que me diga lo que hago bien o mal y yo también poder dar alguna sugerencia, una opinión”.
Detallando su rutina relata que “en esta época del año es donde más entreno, dos veces a la semana y dos horas cada día. Pasé a Segundo Medio, pero estoy un año adelantado. Combinar las dos cosas es difícil, pero se puede. Igual reconozco que este año me caí un poquito con los estudios, pero voy a corregirlo. Es que viajé harto, falté más a clases”.
Al respecto, advierte que “me ha tocado competir en el Estadio Nacional y hace poco fue mi primera selección chilena en Asunción. Fue muy emocionante estar con la ropa de Chile. Me tocó ser abanderado y eso fue lo más bonito, llevar el emblema de tu país”.
Llegó tercero y explica que “esa carrera fue muy estratégica. Me tocó salir a correr y separar el grupo de los más avanzados con los más atrasados para definir las medallas de entrada. Con Brasil y Perú peleamos ese primer lugar”.
¿Cómo es acelerar contra los más bravos? “Es bueno porque siempre hay que ir a buscar a los que son mejores que uno. Cuando hay alguien mejor que tú, hay alguien a quien ganarle. El resto es preparación y hartas ganas”.
Mira hacia el futuro y confiesa que “mi sueño es llegar algún día a los Juegos Olímpicos, aunque hoy se vea algo más lejano. Quizás un objetivo más próximo sería batir algún récord de Chile o ser campeón nacional”.
Es apenas un muchacho y expresa que “lo que me atrae del atletismo es que dependo de mí. En el fútbol podía jugar mal y ganar igual o jugar muy bien y perder. Me acomoda más que los resultados se midan en base al esfuerzo propio”.
También aconseja que “a la gente de mi edad le diría que los entiendo, que al principio da lata animarse con el deporte, pero después verán los beneficios y se sentirán más llenos”.