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El tenis de mesa universitario apunta a tener más competencia

Protagonistas de la disciplina destacaron el buen nivel que tienen los encuentros regionales, pero igual señalaron que es urgente tener más instancias de juego a lo largo del año. Actualmente, por lo general se disputa un encuentro por semestre, y en el segundo el objetivo central es tener clasificados para los nacionales.

Por: Ricardo Cárcamo 27 de Febrero 2023
Fotografía: Raphael Sierra

En el panorama de  los deportes universitarios que se practican en la Región, sin dudas uno de los que necesita mayor competencia es el tenis de mesa. Más allá que a nivel local existan buenos exponentes, lo cierto es que tener más continuidad de juego, y que no sólo sean algunos encuentros en el año, resulta clave para poder lograr un mejor desarrollo de la actividad.

Carlos Vega, entrenador de la UBB, afirmó que “fue un año con poca actividad. Pienso que el campeonato a nivel universitario es malo, no puede ser que sean solo dos fechas en el año, es muy poco para ir mejorando. Es fundamental contar con un campeonato que se extienda en el tiempo…Si ves en el fútbol hay partidos todas las semanas, lo mismo en el básquetbol o en el vóleibol, hay continuidad. Pero nosotros tenemos una fecha el primer semestre si es que se logra hacer, o de lo contrario se hacen dos en el segundo y nada más”.

Al respecto, agregó que “habrá que ver cómo se puede generar una instancia distinta, quizás no al alero del IND o de otras instituciones, donde el foco no sólo sea buscar los clasificados a los nacionales. Que exista competencia continua entre las universidades. Por ejemplo, en el Nacional Fenaude quedamos entre los ocho mejores, finalizamos quintos. En Santiago hay tres ligas de tenis de mesa paralelas, todo el año, muy fuertes. Poco se puede hacer en relación a eso”.

Mauricio Bernales fue el técnico de la UdeC la pasada temporada, y comentó que “en general, no hubo mayores problemas. Se pudo trabajar bien, los torneos tuvieron un nivel importante, pues siempre a nivel universitario hay jugadores que fueron seleccionados o lo son en ese momento. Es competitivo, pero con una sana rivalidad. En lo sanitario tampoco hubo dificultades, no recuerdo exigencias de distanciamiento o jugar con mascarilla”.

De la pasada temporada, destacó el interés que hubo entre los estudiantes. “Como taller y como selección tuvimos mucha gente, de hecho tuvimos que cerrar los cupos porque no teníamos espacio para más gente. En el taller, teníamos de 35 a 40 personas de todos los niveles, entre damas y varones, y en selección donde habitualmente hay 4, 5 personas, en varones tenía 10 y en damas cuatro, cinco. Hubo un alto interés de los alumnos”.

Aparte de lo mencionado por Carlos Vega respecto a tener más partidos, Bernales -no seguirá como entrenador de la UdeC debido a sus compromisos como jugador- dijo que para mejorar el nivel del tenis de mesa “ generalmente acá es bueno, competitivo. Para ir más allá, creo que habría que hacer una mejor captación de los talentos que salen del colegio, en Chillán, Los Ángeles y Concepción, para que se sumen a las instituciones de educación superior. Y quizás buscar, a veces, jugadores de mejor nivel de otras regiones y tentarlos a venir a estudiar y competir acá”.

Más partidos

Ignacio Galindo jugó en 2022 su última temporada con la UdeC, pues finalizó su carrera de Arquitectura. “Jugamos la liga Ldes y ahí terminamos terceros, el equipo tenía hartos jugadores nuevos y con un profesor nuevo, Mauricio Bernales. Fue un proceso bastante bueno, con énfasis en lo físico, táctico y técnico, llegamos bien preparado s las competencias. Luego fuimos al nacional universitario en el campus Juan Gómez Millas de la U. de Chile. Ahí fuimos como segundos sembrados de la Región, pues perdimos en el clasificatorio regional ante la UBB. Nos tocó un grupo bastante difícil, con rivales que después llegaron a la final, la U. de Chile y la Universidad de Talca, que fue campeona. Igualmente, fue una buena experiencia, se formó un buen grupo, mucho compañerismo”, indicó.

En cuanto a qué se debería mejorar en 2023, aseguró que “encuentro que debería ser una liga más seguida. Esa es una de las cosas que nos diferencia con Santiago, donde están jugando casi todas las semanas, mientras que nosotros tenemos competencias espaciadas. Y cuando estás partiendo, hay que manejar los nervios, la tensión de competir, y ese fogueo permanente acá no lo tienes, pero sí en la capital. Se necesita que haya mas fechas para que los profesores prueben equipos y puedan trabajar de mejor manera las debilidades y fortalezas”.

Una visión similar tiene José Bahamonde, quien cursa cuarto año de Ingeniería Civil Electrónica en la UdeC. “Jugar tan poco es un problema. Recién partimos el segundo semestre en 2022, con un encuentro en agosto y luego lo demás en diciembre. Además, pienso que falta mejorar la organización, pues a veces se avisa con muy poca anticipación. Idealmente, sería genial que se pudiera tener una fecha por mes, o dos, pues cuando uno llega al Nacional se notan esas diferencias”.

Sobre el 2022, destacó lo valioso de volver a la presencialidad. “En nuestro deporte es fundamental, pues la técnica se mejora entrenando constantemente. Por eso, en pandemia fue muy difícil, pues ahí podíamos ver solamente la parte física. En el regreso, entrenábamos a diario, pero sólo una hora por sesión, lo cual para nuestro deporte es complicado, pues el calentamiento previo a estar en la mesa debería tomar 15, 20 minutos y lo debíamos hacer en cinco”.

En cuanto a lo jugado la temporada pasada, destacó que “retomamos las competencias en Concepción y también a nivel nacional. Como equipo, pudo irnos mejor claramente, pero como se estaba recién formando el grupo post pandemia no fue un resultado tan decepcionante. En el Nacional sí creo que quedamos un poco al debe, ya que perdimos en fase clasificatoria, aunque nos tocó con los equipos más fuertes que terminaron primero y segundo”.

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