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Cómo mantener el éxito y sumar nuevos logros en los deportes colectivos chilenos

Lo conseguido en el rugby y el hockey césped, donde las diablas incluso ganaron un par de encuentros en el mundial, ¿puede considerarse como el resultado a un trabajo bien desarrollado, con estructuras, métodos y más recursos, más que a generaciones puntuales con mucho talento? En el balonmano, a nivel adulto masculino ya se ha clasificado siete veces seguidas a la copa del mundo y está listo el pasaje para el evento planetario de 2023. ¿Es posible replicar esos modelos en otros deportes? ¿En el caso del hockey y el rugby, se puede apuntar más alto?

Por: Ricardo Cárcamo 08 de Agosto 2022
Fotografía: International Hockey Federation

La emocionante y agónica victoria de Chile sobre Estados Unidos en Denver, por 31 a 29, le dio la clasificación a los cóndores al Mundial de Francia 2023. Un logro sin dudas histórico, que se une a los conseguido también por el hockey césped, que también metió a las selecciones adultas femenina y masculina en la copa del mundo.

En el caso de las “Diablas” ya compitieron, finalizando en el lugar 13 entre 16 equipos, con dos victorias (Irlanda y Sudáfrica). Además, en la primera ronda cayeron estrechamente por 3-1 con Países Bajos, a la postre campeón del torneo. De hecho, en la final derrotar por ese mismo marcador a Argentina, lo que refleja lo competitivo del plantel nacional. Otro caso a destacar es el balonmano, que a nivel adulto masculino ha clasificado a los últimos siete mundiales. De hecho, estará en el torneo de Polonia y Suecia 2023, que se jugará del 11 al 29 de enero, y será parte del Grupo A junto a España, Montenegro e Irán.

Tras estos resultados, bien vale preguntarse a qué corresponden: a procesos bien construidos, con inversión y con la metodología adecuada, o si se trata de éxitos que responden a buenas generaciones, como por ejemplo ocurrió en el fútbol cuando la selección masculina adulta ganó las copas América de 2015 y 2016. Además, e independiente de lo anterior, también surge la interrogante de si se pueden repetir logros similares en otras disciplinas colectivas.

Buen trabajo

Evelyn Bastidas, jugadora de hockey y entrenadora del Club Amanecer, afirmó que “lo que ha pasado con el hockey y el rugby tiene que ver mucho con su masificación, y en ese sentido el rugby nos lleva un poco de ventaja. Se puede ver a nivel local, donde antes la actividad pasaba casi siempre por Old John’s y Troncos, y ahora Mineros ganó la copa de oro en Aruco. Además, es un deporte que está en universidades y comunas de la región, lo que es muy importante para obtener resultados”.

En esa línea agregó que “creo que también es relevante el trabajo de las federaciones, que se han consolidado, han invertido en buenos entrenadores y en capacitar, y las gestiones que se han hecho han aportado para conseguir estas clasificaciones a mundiales. Sin dudas que se están haciendo mejor las cosas, se invierte más. Por ejemplo, hoy el hockey tiene una cancha pública”.

Daniel Romo, entrenador de Old John’s, indicó que “particularmente creo que estos logros corresponden a procesos. En el hockey hace años que vienen trabajando con Sergio Vigil, que es un entrenador de mucho prestigio y trayectoria y que vivió procesos muy exitosos en Argentina. A partir de ahí puso un modelo de trabajo, de alto rendimiento, que llevó a las diablas a clasificar al mundial por primera vez en la historia. En el caso del rugby, pienso que la clasificación no es un hecho fortuito, sino producto de un plan de alto rendimiento que se inicia con la llegada del head coach (Pablo Lemoine) en colaboración con varios estamentos, entre ellos Sudamérica Rugby. Por eso, creo que se debe más a un trabajo bien planificado que a la unión de generaciones puntuales”.

Sebastián Otero, jugador de Troncos y que también ha sido parte de la selección, comentó que “el éxito del rugby es una sumatoria del proceso y una buena generación de jugadores. Chile siempre ha tenido rugbistas talentosos, pero el proceso que se llevó a cabo ahora permitió explotar esos talentos. Esa fue la clave. Se entrena de 8 a 14 horas todos los días y así es imposible no mejorar. Antes te juntabas uno o dos meses antes para prepararte y cuando vas a competir a nivel internacional, eso se nota. En los tiempos cuando te patean esquinado y los tackles duros se notan, por la capacidad física de saber aguantar. Lo único que te hace mejorar eso es tener más horas de trabajo. En síntesis, el talento existió siempre, pero ahora se le ha dado tiempo para prepararlo adecuadamente. Lo que se había logrado antes de enfrentar a Estados Unidos ya era tremendo”.

Guillermo Jiménez, jefe técnico del club de vóleibol Murano Concepción, aseguró que “desconozco la interna del rugby y del hockey césped, pero si se logró clasificar a mundiales algo tiene que haber cambiado para mejor. Ahora, también hay que ver qué tanto cambió el sistema de clasificación a los mundiales, pues en algunos casos se está dando más cupos a Sudamérica lo que puede haber sido aprovechado. Pero más allá de eso es muy positivo para el desarrollo del deporte en el país y es de esperar que con este tipo de resultados el apoyo desde la entidades más importantes asociadas al deporte venga con un poco más de fuerza”.

Raúl Umaña, entrenador de balonmano del programa Promesas Chile, comentó que “lo conseguido en el rugby es tremendamente importante, y las chicas del hockey fueron a competir a la elite mundial y lograron triunfos, lo que sin dudas es excelente. El rugby con bastante apoyo mediático, que es lo que deberían tener todos los deportes en general, logró una clasificación histórica”.

Respecto a si ahora se realiza un mejor trabajo, Umaña señaló que “no sé si hay mucha diferencia con lo que se realizaba antes, si es mejor o peor, lo que sí tengo claro es que les ha dado más proyección a las selecciones jóvenes, a los nuevos talentos. Que empiecen a tener roce internacional a corta edad, a codearse con una alta exigencia, sin dudas es muy positivo. Cuando en una categoría juvenil, Sub 18 o Sub 20, logras alcanzar un cierto nivel competitivo ante oponentes importantes, lo único que quieres es repetir la experiencia a futuro y mejorar resultados, rendimiento. Al igual que un atleta que corrió los 100 metros en 10 segundos, se prepara para ir bajando esa marca, llegar a su mejor versión”.

En ese sentido, añadió que “el impulso que se le ha dado al trabajo formativo, de base, es importante. Ahí pongo como ejemplo los polos de Promesas Chile, donde efectivamente se ha ido desarrollando o estableciendo apoyo a los clubes para que tengan mayor continuidad los deportistas en el trabajo. Y claramente en la medida que hay estímulos y se mejora la competencia puede existir un grado de rendimiento esperado. Además, tener en el país eventos como fueron los Odesur hace unos años o ahora en 2023 los Panamericanos establecen una política de desarrollo para las federaciones, con el objetivo de ir preparando deportistas de cara a estas instancias”.

Ejemplos y cómo seguir

Ante el éxito conseguido, bien vale preguntarse de qué manera esto se puede mantener a corto y mediano plazo. “En mundiales adultos varones llevamos muchas clasificaciones consecutivas, no creo que otro deporte colectivo tenga lo mismo, ni siquiera el fútbol con todos los recursos que tiene. En categorías juveniles juniors, también van a lo menos siete mundiales seguidos. Y por eso se da lo que te decía antes, ves que a los 18 están yendo siempre a mundiales y quieres seguir a nivel adulto, lo mismo los que vienen más abajo”, dijoRaúl Umaña.

Del trabajo desarrollado, destacó que “en el balonmano no creo que se hagan más cosas, lo que se enseña o se hace a nivel de clubes ahora es lo mismo que hace cuatro, cinco años. Lo que sí ha mejorado es la intensidad y la frecuencia, y eso va de la mano con la incorporación de los Promesas Chile en Araucanía, Biobío, Región Metropolitana y la Quinta. Eso permite una sistematización del trabajo, los deportistas comienzan a palpar o vivenciar la cantidad de horas que se necesitan para ir por resultados relevantes”.

Y para mantener los resultados, Umaña afirmó que “técnicamente no hemos podido despegar o tener un mayor salto porque debemos trabajar con la envergadura. Ahí competimos con la gente del voley y del basket por conseguir jugadores altos, y eso limita. En damas igual ha sido un proceso súper exitoso, el polo del Biobío ha permitido que muchas jugadoras estén a nivel de selección, con chicas en nóminas o giras con el equipo adulto.

Claramente ha servido para que los más jóvenes vean que hay un camino en el deporte de alto rendimiento. Esto igual tiene un costo altísimo, pues los procesos de selección están tremendamente centralizados, y en muchos casos deben irse largos periodos a Santiago, unos deben dejar sus colegios formales para poder cumplir con los entrenamientos de la selección, que son de martes a viernes. Ahí falta descentralización y de una búsqueda y captación que en el caso de las damas está muy bien trabajado, no así en el ámbito de los varones”.

Sebastián Otero indicó que “siempre se le ha dado más plata al fútbol y siendo frío, es el deporte que más vende. Ahora el rugby se ha masificado con esto mismo. El Santa Laura estaba lleno y esperamos que esta sea una base para seguir llenando estadios. Ahora jugaremos vs Brasil en Temuco y si se lleva mucha gente, dejaría de ser una anécdota que el rugby lleve mucha gente, sino que podría transformarse en una constante. El otro día me subí a un Uber y el chofer me dijo ‘oye tú estay en los Cóndores que van al Mundial’, siendo que antes nadie cachaba nada de rugby. Hoy los mismos niños puede que nos vean distinto, porque los más pequeños siempre apuntan a los héroes, y como a nosotros nos fue bien y clasificamos al Mundial, es destacable”.

Daniel Romo señaló que “creo que son modelos que se pueden replicar en el alto rendimiento, pues tienen que ver con objetivos, métodos de trabajo, perfiles, staff y estructuras, entre otros factores. Los elementos técnicos después son específicos a esa áreas ya diseñadas, y por eso siento que se puede hacer una labor similar en otros deportes colectivos. Y estoy seguro que si lo que se ha hecho en el rugby y hockey tiene continuidad, deberíamos ver a la selección en nuevos mundiales de estas disciplinas”.

Para Evelyn Bastidas, es un factor relevante que “los mismos jugadores y entrenadores se ven interesados en masificar y enseñar las disciplinas que nos mueven. Hoy cada vez tenemos mejores técnicos nacionales, lo que también es fundamental para realizar un buen trabajo. Personalmente, creo que tenemos proyección en el hockey y en muchos deportes más, como el balonmano, el básquetbol o el vóleibol. Y ahora que se incorpore en alguno de los artículos de la nueva Constitución el derecho al deporte y la actividad física, que eso llega a respaldar toda la convicción que tenemos de la importancia de estos ámbitos para la vida de las personas”.

¿Y el fútbol?

Sin dudas, es el deporte que más cobertura mediática recibe y que más dinero mueve. Sin embargo, a nivel masculino adulto ya se quedó de fuera de los últimos dos mundiales.

Eric Godoy, defensa de la UdeC, comentó que “se ha dejado de lado mucho la formación. En mi época, cuando era juvenil, el enfoque era formar jugadores para promoverlos al plantel. Hoy uno ve que a los clubes no les interesa eso, sino que tener jugadores jóvenes con talento para vender, mirando un signo peso como una empresa. Eso lleva a que el proceso de formación se limite a un resultado. Hoy al fútbol no se puede jugar solamente con talento, eso queda para décadas atrás, donde el fútbol era menos intenso y físico. Eso acarrea problemas y hoy estamos sufriendo que cuando hay talento y herramientas, la formación no es la adecuada”.

En esa línea, agregó que “los procesos requieren hábitos, disciplina y trabajo, pero estamos pecando de eso. A diferencia de años anteriores, hemos crecido en infraestructura, mejores estadios, pero caímos en lo más importante, que es la formación. Necesitamos gente que se dedique a formar y que no se proyecte individualmente para llegar a dirigir otro equipo en base a resultados. Faltan profesores que quieran formar jugadores, sólo así saldrán nuevos talentos preparados para el alto rendimiento. Me tocó la posibilidad de compartir camarín y vivencias hermosas con Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Gary Medel, y en esos tiempos la formación era distinta, más allá del talento y la mentalidad que ellos tenían. Hoy no veo que estén la ganas, pasión ni sabiduría para enmendar al talento ni dirigirlo de la manera correcta”.

Víctor Merello, ex seleccionado chileno, afirmó que “siempre cuando se logran objetivos, es por una razón lógica. Clasificar a un Mundial puede ser consecuencia de un proceso, por una gran camada de talentos o ambas juntas. Eso va de acuerdo al trabajo que se haga. Soy de la idea que cuando las cosas se ejecutan de buena forma, tienen recompensa. Lo que me atañe es el fútbol y es indudable que hace mucho tiempo, más allá de la generación dorada, nuestro fútbol está en decadencia por diversos motivos, sea organización de campeonatos o lo que sea. El rugby u otras disciplinas que han tenido éxitos, puede ser por un proceso largo enfocada en una dirección que les ha rendido triunfos. Soy majadero en que cuando se trabaja bien, hay éxito. Hoy en el fútbol, por ejemplo, no hay recambio. Los procesos de trabajo deben ser bien enfocados y no momentáneos, sólo así se logra el objetivo”.

Algunos datos de los procesos formativos locales en el hockey y el rugby

El programa Crecer en Movimiento que está destinado a niños en edad escolar tiene 1 escuela de especialización de rugby (12 a 14 años) y una de especialización de hockey césped en la provincia de Concepción. Ambas tienen una inversión de 4 millones de pesos cada una en bienes y servicios e implementación. Además, existe una escuela de iniciación deportiva de hockey césped con una inversión de 2 millones de pesos en bienes y servicios e implementación.

Por su parte, desde el año 2020 se ejecutan en la región los polos de rugby seven infantil y hockey césped damas juvenil que responden a la Política Nacional de Actividad Física y Deportes del Ministerio del Deporte. El primero en Tineo Park del Colegio Saint John’s, a cargo del técnico Emilio Hormazábal con 17 beneficiarios y, el segundo, en el Club Country Club bajo la conducción del entrenador Michael Muñoz con 9 beneficiarias.

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