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¿Qué tan lejos estamos de algo como Querétaro-Atlas?

Lamentables y horrorosas imágenes desde México hacen preguntarnos si el nivel de violencia está aumentando en todos lados y qué se hace para evitar desastres como el ocurrido en La Corregidora. Directivos e hinchas de D. Concepción y Vial, los grandes archirrivales de la zona, y otros clubes, analizan la situación. ¿Se puede jugar el clásico local con público? ¿Cómo controlar lo que sucede fuera del estadio y las barras de Santiago cuando nos visitan? Muchas preguntas por desglosar

Por: Carlos Campos - Paulo Inostroza 14 de Marzo 2022
Fotografía: Andrés Oreña P.

El último 5 de marzo no es una fecha cualquiera para el fútbol. En la liga mexicana, Querétaro y Atlas jugaban en el estadio La Corregidora y el partido fue interrumpido cuando los hinchas debieron arrancar hacia el campo de juego. Armas blancas, sillas, puñetazos, heridos, patadas a gente que estaba en el suelo, niños llorando, tapados con lo que sea, personas sin polera. Sacándose la camiseta porque vestir sus colores podía derivar hasta en la muerte. Así de duro. No se reportaron fallecidos, aunque todo indica que los hubo. La seguridad tampoco fue desplegada al máximo, había guardias, no se veían carabineros. Errores de organización, la rivalidad malentendida al extremo. ¿Y qué pasa en Chile? Estamos tan lejos de algo así. ¿Y en nuestra zona?

Felipe Sáez, gerente deportivo de Fernández Vial, analizó que “no veía algo como lo de México desde la época de los hooligans en los 80’. Fue algo que supera todo nivel de violencia, más allá de situaciones que hayan ocurrido antes en Brasil o Argentina, aunque siempre las más brutales fuera de la cancha. En Chile, últimamente ha habido señales de violencia, como lo de la U en Rancagua o Colo Colo con Católica acá en Concepción, pero creo que estamos lejos de algo así. Acá sí se aplica el código 101 y 102 para identificar responsables y castigar con firmeza. Te dan 6 meses o un año fuera de los estadios por portar arma blanca, artificio y la gente se cuida más. Sabe cómo es”.

El directivo ferroviario agregó que “allá hay asistencias al estadio de 60 mil personas fácil, cosa que acá sucede contadas veces. No sé si había carabineros porque entendamos que el guardia es disuasivo y carabineros es quien actúa. En nuestra zona, por ejemplo, en un Concepción contra Vial nos catalogarían como Clase A y ahí se aumenta la seguridad, se corta el tránsito fuera del estadio de otra forma y se planifica con anticipación entre autoridades y clubes”.

¿Se podría jugar un clásico con tranquilidad? “Yo creo que sí, pero con resguardos importantes. No usar la capacidad total y permitir unas 18 mil personas para hacer mejor las separaciones. Hoy se identifica a los asistentes, se entregan sus rut. Es más peligroso traer equipos de Santiago porque al viajar a otra ciudad queda mucha población flotante fuera del estadio, en horas previas y posteriores. En Vial hemos tenido castigados, gente a la que se ha bloqueado su acceso al estadio y eso ha generado un aprendizaje al respecto”.

En años anteriores hubo incidentes en el fútbol playa en Lenga y en el básquetbol, cuando chocaron lilas y aurinegros. Sáez apunta que “eso fue en el amateur, donde las medidas de resguardo son menores. No creo que en el profesionalismo haya temor a un Vial contra Concepción. En algún momento se dará y hay que cuidar el clásico”.

Cuidar al club

Víctor Tornería es el actual presidente interino de Deportes Concepción Sadp y le tocó organizar muchos partidos del “León”, incluso con 18 mil personas en tribunas. Lo que pasó en México no lo dejó indiferente y le ha dado hartas vueltas.

“Lo primero que sorprende es el nivel de violencia en el mundo actual y que seguramente se ha visto afectado por el encierro y todo este nuevo entorno. Lo segundo es preguntarse qué pasó y quienes son los responsables, cómo debió evitarse algo así. Cómo una barra completa atraviesa el estadio, los videos de guardias pegándole con palos a hinchas del Atlas y también lo importante que es la identificación de un fanático con su club. Esa es la única forma de que entienda la importancia de cuidarlo, que entienda que también es suyo y no puede perjudicarlo”, apuntó.

Estuvo investigando algunos antecedentes de Querétaro y explica que “han tenido 4 dueños en 7 años, compraron el cupo de las Chivas de Guadalajara porque en México los clubes funcionan como franquicias, que se mueven de ciudad, se vuelven a vender. No hay arraigo. Cuando el hincha quiere a su club tú puedes explicarle que mientras más mal se portan más se encarece la seguridad, más se gasta en multas innecesarias y menos dinero queda para reforzar el equipo o invertir en la institución. Si existe arraigo, el hincha razona eso”.

Querétaro y Atlas ya tenían antecedentes, con incidentes y varios heridos registrados el 2007, lo mismo 3 años después en La Corregidora y durante mucho tiempo debieron jugar este partido sin hinchas visitantes.

Tornería advierte que “aún existe una rivalidad malentendida, eso de creerse más choro que el otro, creer que tienes más aguante por enfrentarte al otro. Yo también me creía esas consignas cuando era cabro y estaba en la barra. La violencia también va asociada a la droga, lo que pasa en los barrios, afuera del estadio. Creo que lo de México debe ser un llamado de atención antes de que sucedan las cosas, tomar resguardos, analizar el tema en profundidad. En los conciertos de música van más de 10 mil personas y no se andan agarrando a combos”.

Y también se refirió a la posibilidad de un Concepción versus Vial con todas las de la ley. ¿Puede ser peligroso? El directivo morado indicó que “tenemos un estadio como el Ester Roa Rebolledo que reúne todas las condiciones para un espectáculo seguro, pero no se poner un colchón de seguridad como el de Católica con Colo Colo. Un Concepción con Vial no puede hacerse con 25 mil personas. La ambición de meter más gente no puede ser mayor que la cantidad que mantenga a la gente segura. Es una instancia para que hagan caja dos clubes que siempre lo necesitan. Hay que educar al hincha en eso y coordinar muy anticipadamente con la autoridad local, tener a los hinchas debidamente identificados. Cómo no vamos a ser capaces de jugar un clásico que es tan atractivo”.

Voz del hincha

A nivel local, simpatizantes de Universidad de Concepción y Huachipato analizaron lo ocurrido en México hace poco más de una semana y si aquello podría ocurrir en Chile. Por el Campanil, Cristian Muñoz expresó que “acá siempre está el riesgo que haya combates entre hinchadas. Si nos rememoramos a lo histórico, en los años 90 mataron a un hincha de Unión Española en el Monumental después que se equipo ganara 5-1. Por esa misma década, hubo una pelea de barras en El Teniente de Rancagua, rompiendo las mallas y para qué decir todos los otros desmanes. A nivel local han existido peleas, pero no sé si se pueda originar lo de México, ya que allá recién están viviendo el proceso donde hace pocos años se están formando grupos grandes de barras bravas. Antes el público mexicano era más tranquilo, pero este fenómeno que surgió en Sudamérica y sobre todo Argentina, ya se instaló allá. Es una forma de mostrar poder y el “aguante”, pero las consecuencias fueron grandes y las acciones desmedidas”.

Muñoz, agregó además que “en Chile el foco de las barras es mostrar poderío en torno a gente, lienzos y canciones, obviamente con disputas de por medio, pero creo que acá y a diferencia de lo que no ocurre en México, hay mayor control en cuanto a la separación de las hinchadas en los estadios. Siento que acá el tema se controla más, aunque es un riesgo latente. Ojalá nunca pase algo así en Chile, sobre todo a nivel local donde hay una fuerte rivalidad entre Fernández Vial y Deportes Concepción. De todas formas, es difícil que converjan grandes hinchadas en esos partidos, porque siempre se suele vender un menor aforo al equipo visitante”.

Por el lado acerero, Gustavo Venegas sostuvo que “lo que sucedió en México, más allá de la cultura barra brava que existe en Latinoamérica, tiene que ver con un problema social, con el narcotráfico que impera en ese país. Eso conlleva otra forma de desarrollar la violencia, enfrentándote al otro sin valorar la vida. Como barrista e hincha de un equipo de provincia, uno tiene la noción de cómo son las barras en el país en general y a pesar que vemos conflictos en los estadios y enfrentamientos de los barristas en Santiago, más allá de golpes y unas piedras no ha pasado mucho más allá. Puede sonar políticamente incorrecto, pero acá no está la cultura de violencia de México. Por lo mismo, creo que sería muy difícil que algo así ocurriera en Chile, porque creo que aún existen los códigos. No falta cuando unos pocos dentro de una barra se desprenden de ellos, pero en general en Chile la mayoría los respeta y no traspasa la línea que corresponde al valor de la vida”.

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