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Fernández Vial lo ganó con garra, coraje, golazos y gran emoción

El "Almirante" venció 3-2 a Cobreloa, volvió a los abrazos en casa y se olvida del descenso. Fue una jornada intensa en Collao que ilusiona a los aurinegros con clasificar a la liguilla.

Por: Carlos Campos 20 de Octubre 2021
Fotografía: Raphael Sierra

Fernández Vial estuvo a la altura en casa. Sin sus refuerzos, dejando el alma en la cancha, dando vuelta un partido lleno de imponderables, con garra y jugando como hinchas, el “Almirante” se impuso a Cobreloa por 3-2 en un partidazo de esos que el hincha recordará a futuro.

Contrario a lo que se había visto 24 horas atrás en el mismo estadio, Fernández Vial y Cobreloa fueron animadores de un encuentro muy entretenido, con emoción, goles y muchas llegadas de peligro. Por lo menos por intensidad, el partido no decepcionó.
Cobreloa, que contó con gran presencia de hinchas en Collao, se vio mejor durante el comienzo, con triangulaciones veloces que con mucha simpleza los hacían avanzar al área de Yáñez. Ante la ausencia de Jeri Carrasco, Solano se alzó como líder de una improvisada defensa que dio espacios que la visita no pudo aprovechar. Fernández Vial no era inmensamente superado y el duelo era parejo, pero el equipo de Rojas carecía de profundidad.

Así, como ha sido costumbre en los últimos duelos, la defensa local quedó mal parada al 32’ y Carlos Ross no perdonó. Una impecable habilitación dejó mano a mano al atacante con el meta Yáñez, siendo ganador el loíno. El gol no alcanzó a doler en Fernández Vial, que en los pies de Diego Sanhueza logró ser profundo por la derecha, quien sacó un centro al área que el “Chirigüe” transformó en gol tras zambullirse en el área chica. Todo nuevamente igualado en un estadio que tenía un ambiente espectacular.

El partido era de ida y vuelta, muy tenso para ambas hinchadas, pero entretenidísimo e intenso para el espectador imparcial. Ya casi se iba el primer tiempo cuando una clara infracción de Yáñez, quien bajó a un loíno en el área, fue sancionada con un penal que Olivera cambió por gol. Para completar un panorama nefasto antes del entretiempo, una lesión mandó al piso a Solano, quien de todas formas siguió jugando.

De ida y vuelta

Fernández Vial puede perder ya sea de local o visita porque su rival lo superó futbolísticamente , pero si hay algo que el técnico y los hinchas no perdonan ni toleran: que no se deje todo en la cancha. Y como en toda la temporada, donde han luchado con un calendario prácticamente inhumano, el equipo aurinegro saltó a jugar el segundo tiempo con una disposición muy similar a la del 2-2 contra Rangers de hace un par de semanas. Así, en desventaja y tras una pelota que se paseó por el área de Cobreloa, el “Chirigüe” Sepúlveda saltó más que todos y mediante golpe de cabeza puso un 2-2 que hacía justicia a lo que pasaba en la cancha.

Fernández Vial tomó el control del partido y merecía ganarlo, pero cualquier error podía costar caro y ambos equipos lo sabían. Solano no aguantó más y Rojas se la jugó con el ingreso de Valenzuela. Hubo minutos para Gillard, uno que pide cancha hace rato, y el argentino hizo gritar al estadio con un golazo al 83’. Triunfazo aurinegro, retorno a la victoria en casa tras casi dos meses, adiós al fantasma del descenso y viva la ilusión de jugar la liguila.

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