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Catalina Padilla desde lejos disfruta lo que un día la hizo feliz

Pasó con éxito por el Almondale Lomas ayudando a crear la rama de fútbol femenino. No pudo tener despedida en la cancha, pero hoy desde la USS recuerda con orgullo y nostalgia su etapa escolar.

Por: Carlos Campos 19 de Julio 2021
Fotografía: Cedida

Siempre muy cerca del deporte. Hoy tiene 18 años, pero desde chica que disfrutó a concho la emoción de jugar lo que fuese. “Estuve ligada al volley, básquetbol y varios deportes más”, cuenta Catalina Padilla, una de las protagonistas que tanto dentro como fuera de la cancha dio inicio a una etapa imborrable.

Junto a sus compañeras y amigas del Almodale Lomas, con el paso del tiempo comenzaron a tomarle el gusto al fútbol femenino, pero había un pequeño problema. No existía tal disciplina. “Había volley, básquet, gimnasia, entre otras, pero no fútbol femenino. Los profes se daban cuenta que practicábamos siempre deporte, así que con un grupo de compañeras le pedimos a los rectores que se creara algo así como un club de fútbol femenino. Y así nació esta disciplina para el colegio”, recuerda Catalina, quien también agradece el gran apoyo del profesor Bastián Guzmán y la miss Esther Stevens.

Una vez creado el equipo y con las ganas que tenían, el resto se fue dando con el tiempo. “Partimos jugando amistosos frente a otros colegios, un par de torneos y así generamos un par de contactos, nos conocieron, vivimos buenas y malas, pero así llegamos a Adicpa. Fue entretenido empezar a jugar por el colegio y representarlo, ya que era algo fuera de lo común que nos empezó a marcar a cada una como persona”, expresa.

¿Y cómo les iba en la cancha? No todos los triunfos se dan dentro de ella y Catalina lo sabe. “Partimos siempre abajo en los resultados, porque íbamos solamente con las ganas a jugar. Luego empezamos a ver que si nos uníamos mucho más y entrenábamos, lograríamos cosas buenas. Recuerdo que una vez nos invitaron a jugar un campeonato al Kingston College y eso nos dio gran energía para seguir compitiendo. Además que transmitíamos todo eso a las más pequeñas. Estábamos casi siempre abajo, pero daba lo mismo porque lo nuestro eran las ganas de romper el área de confort, crear algo nuevo y tener siempre la motivación de pasarlo bien”.

El simple hecho de luchar para crear un equipo de fútbol femenino en su ex colegio ya era un triunfo, que valía más que cualquier victoria contra algún rival. “Es gratificante haber contribuido a abrir algo nuevo y que quedará para otras chicas. Es una enorme posibilidad para varias. No se ha cerrado la opción para que volvamos a encontrarnos, porque por la pandemia la despedida tuvo que ser a la distancia nomás”, dice con cierta resignación Catalina, aunque añadiendo que “los profes y el colegio siempre nos hicieron sentir acompañadas. La idea que tenemos es poder volver a jugar en algún momento para repetir todo lo lindo que vivimos y así, además, ir saliendo un poco de la rutina”.

Brusco cierre

Desde todo punto de vista que el final de su etapa escolar no fue el ideal. “Venían campeonatos y aún teníamos varias metas que cumplir con el equipo. Fue chocante que haya sido así nuestro último año. Queríamos representar al colegio ganando algo. Ahora sale en todos lados el fútbol femenino, ha crecido harto”, comenta Catalina.

Ahora, como estudiante de la U. San Sebastián, cuenta las horas para el momento en que se retomen las actividades deportivas de Adesup. “Es que el deporte en el día a día es vital. Ahora igual trato de moverme y todo, pero la mayoría de las cosas son online. El tema de la vacunación ha ido avanzando y da esperanza para salir a practicar afuera, aunque obvio cuidándome”, afirma.

¿Y qué estudia? “Bachillerato en Ciencias de la Salud. Siempre mi foco ha sido esto, por lo que estoy dando todo para el área medicina, porque tengo claro que quiero ser pediatra”.

Y así como a nivel académico da todo, dentro de la cancha no puede ser menos. “Soy defensa y me gusta porque soy alta, flaca y buena para correr. Siempre tomaba la pelota y agarraba vuelo para irme rapido hacia adelante. Hacía goles, pero a veces me pegaban y saltaba lejos”, cierra Catalina.

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