Antes del receso obligado por la situación sanitaria, y previamente por el estallido social, esta disciplina estaba ganando interés en el ámbito deportivo escolar. Algo que también iba muy de la mano con el desarrollo de la actividad a nivel federado, donde quienes querían seguir subiendo su rendimiento podían encontrar un buen escenario.
Desde octubre de 2019 que toda la actividad del deporte escolar está paralizada. Sin dudas, cuando llegó el receso, primero por el estallido social, nadie pensaba que esta para obligada duraría tanto tiempo. Y si bien hay disciplinas que con mucho ingenio y el apoyo de la virtualidad pudieron levantar programas en 2020, lo cierto es que hay otras donde el efecto de la crisis sanitaria ha golpeado un poco más fuerte.
Entre ellas, se puede contar el tenis de mesa, que hasta ese octubre de 2019 era una de las más activas y con mayor desarrollo. Carlos Vega, que lleva 15 años como coordinador en Adicpa y en el mundo escolar de este deporte cerca de 25 años, se refirió a todo lo vivido y lo que se puede proyectar, aun en un panorama de mucha incertidumbre.
“En estos tiempos nos viene la nostalgia, y el recordar los buenos años, previo a todo lo que ha pasado en el último tiempo. Con esto, lamentablemente es muy probable que perdimos varias generaciones, pues siempre el tenis de mesa iba en ascenso en Adicpa.Al comienzo, el objetivo central era que los niños hicieran actividad, pero luego fue evolucionando, sobre todo al ver que estudiantes podían llegar a competir a nivel nacional e incluso internacional. Eso genera atractivo, y se van sumando más interesados. Además, junto con el desarrollo del ámbito escolar también se potencia la actividad con el trabajo a nivel de clubes”, comentó.
En ese sentido, Vega añadió que “siempre, cuando se inicia en el colegio, la idea es que los niños y niñas tengan acceso a una actividad deportiva extraprogramática, sin a lo mejor un fin competitivo en un comienzo. Pero muchos muestran talento, condiciones y van teniendo resultados, entonces buscan algo más, niveles más altos, y eso se consigue en el ámbito federativo.En Adicpa igual tratamos de tener competencia lo más constante posible, lo que sin dudas también potencia el crecimiento de estos talentos”.
El coordinador del tenis de mesa escolar, además, destacó respecto a la intensidad y frecuencia de la competencia que siempre se buscó generar un calendario constante, donde las diferentes categorías pudieran tener actividad seguida toda la temporada. Para ello, también es muy importante que se trata de un deporte que puede disputarse siempre bajo techo.
“El 90% de los niños que se desarrolla en el tenis de mesa a edad escolar es gracias a los colegios. En Adicpa, siempre se buscó tener continuidad en cada categoría, a lo menos seis torneos en cada una, entonces había una continuidad en la competencia.Eso, lógicamente, permite que se adquieran más capacidades, los mejores se van destacando más y pueden potenciar sus habilidades”, señaló Vega.
Además, recalcó que hay establecimientos donde quienes están a cargo del tenis de mesa cuentan con una mayor especialización, y eso lógicamente permite que quienes tienen condiciones se desarrollen mejor, lo mismo que los alumnos que a lo mejor no muestran el mismo nivel de talento, pero bien conducidos pueden llegar a destacar.
“Algunos colegios le dan mucha importancia al tenis de mesa. Por ejemplo, me saco el sombrero con el Salesiano, que le da mucha importancia a esta disciplina, lo mismo el Colegio Concepción San Pedro. Los encargados de esos talleres son especialistas, dedicados a este deporte…El ColegioSan Cristóbal igual, que por años ha tenido una cantera muy interesante, con muchos talentos.Pero la participación global, de todos los colegios, es lo que le da un ingrediente bonito, de comunidad y sana competencia”.
La pandemia aún está lejos de estar totalmente controlada, por lo que el retorno de los niños a clases presenciales sigue siendo incierto para lo que resta de 2021. En ese escenario, la vuelta de los deportes, lógicamente, también sigue en veremos. Y en el caso del tenis de mesa, la ansiedad puede resultar mayor, pues no se han realizado actividades virtuales, algo que Vega indicó no es tan productivo por la naturaleza de la disciplina.
“El tenis de mesa es un deporte que necesita, sí o sí, de una persona al frente y una mesa. Todo lo que es el trabajo físico, técnico y táctico se agota en poco tiempo si no lo pones en práctica, por eso la pandemia ha golpeado tanto.Eso no pasa, por ejemplo, en el básquetbol o el karate, donde puedes desarrollar otras cosas en solitario”, dijo.
En ese sentido, agregó que “hemos perdido generaciones, reitero ese concepto. Hay chicos que tenían potencialidad de estar en una selección chilena en sus categorías, y con estos dos años pasaron esas chances. Habrá que ver si pueden tener una nueva posibilidad en series más superiores, aunque ello lógicamente deberá verse una vez que se pueda volver a jugar normalmente”.
Sobre el regreso, el coordinador del tenis de mesa de Adicpa es optimista en cuanto al tiempo que le tome a los estudiantes volver a tener un nivel competitivo cercano al que había antes de este largo receso.
“Si podemos volver presencialmente, yo creo que en un corto tiempo la mayoría va a retomar el ritmo competitivo. Lo aprendido no se olvida, y al juntarnos estoy seguro que no será tan complicado volver a retomar un rendimiento alto”, aseguró.
Ignacio Sepúlveda es alumno del Colegio San Cristóbal, y lleva dos años jugando tenis de mesa a nivel escolar. Según comentó, el nivel y desarrollo de la competencia es buena, pero podría mejorar con un mayor apoyo de la institucionalidad.
“El campeonato de Adicpa, en mi opinión, tiene buen nivel y yo creo que a futuro se puede mejorar más teniendo un mayor apoyo para este deporte de parte de los colegios que forman parte de la Asociación o del Mindep”.