Al inicio de la pandemia, como en muchas otras actividades, la proyección era aplazar todo un par de semanas. Sin embargo, con el paso del tiempo ya se asumió que sería imposible desarrollar competencias presenciales. Allí, apareció el formato online, con dudas en un comienzo, pero que terminó convenciendo y posibilitó seguir conectados, pese a todo.
Al hacer un balance, como debe suceder en todo ámbito y actividad, la pandemia marca cualquier análisis. En Adesup no es la excepción. Yes que desde el estallido social de octubre de 2019 no se pudieron realizar competencias presenciales, pero de todas maneras apareció el formato virtual, que permitió llevar a cabo varios encuentros y, sobre todo, seguir conectados pese a la emergencia sanitaria.
Una idea que partió casi como un experimento en septiembre, con un entrenamiento virtual de taekwondo para celebrar el Día Internacional del Deporte Universitario. Sin embargo, dado su éxito, se organizó un programa enfocado en varias disciplinas durante octubre y noviembre, que posibilitó que la temporada terminara con otra sensación.
Renzo Merello, quien fue presidente de Adesup hasta el pasado 31 de diciembre, comentó que “el año lo podemos resumir como uno distinto e intenso, hubo diferentes realidades en las instituciones, lo cual afectó directamente a nuestros estudiantes deportistas. El tema de la conectividad fue una barrera que hubo que superar, para nadie fue fácil. Lo positivo fue descubrir nuevas herramientas y utilizar las que te entrega el deporte, sobre todo en momentos de dificultad”.
En esa línea, Merello añadió que “sin lugar a dudas, lo destacable es que a pesar de la distancia, de todo lo que haya generado la situación que atraviesa el mundo, nuestros estudiantes deportistas siempre mantuvieron la motivación y el cariño por el deporte, y se mantuvo la expectativa de que en algún minuto podríamos regresar. Esperamos que el 2021 las condiciones mejoren y podamos volver a nuestras actividades”.
Carolina Fuentealba, coordinadora de Adesup, comentó que “este año podría catalogarlo como que fue de buena disposición.Adesup es una agrupación sin fines de lucro, por lo tanto si no hay competencia obviamente no tenemos ingresos. Por eso, todas las actividades que logramos hacer, entrenamientos virtuales, reuniones con los jefes de deporte y proyecciones, se realizaron en base a la buena voluntad de todos, entrenadores, estudiantes y jefes de deportes”.
Además, indicó que “fue un año de aprendizaje, sin dudas. Ninguno de nosotros, ninguna persona estaba preparada para enfrentar una pandemia.Aprendimos mucho del tema virtual, reunirnos vía Zoom, mucho correo electrónico. Ya veníamos con una baja en lo deportivo por el estallido social, y este año no se pudo hacer nada presencialmente. Cuando comenzó esto, en marzo, teníamos la esperanza de poder hacer cosas en junio, julio. Después se trabajó en una proyección a septiembre y luego se tuvo que dar por cerrado, no había forma de volver a un gimnasio o a una cancha deportiva”.
Fuentealba también afirmó que “el deporte, más allá de no poder practicarlo en las condiciones ideales, sigue siendo parte de ti, y en este caso de todos los estudiantes que son parte de Adesup. Existe un compromiso con la disciplina que se practique, y pudimos comprobar en este escenario que esa unión sigue muy vigente. Esperamos que la pandemia termine pronto y podemos volver a juntarnos con los deportistas, árbitros y cuerpos técnicos en una cancha”.
También destacó que “reitero los agradecimientos a los cuerpos de jueces que siempre tuvieron buena disposición para trabajar con nosotros, a los entrenadores y cuerpos técnicos de las distintas casas de estudio. Y mención especial para los jefes de deportes, que se mantuvieron trabajando y siguieron conectados con una agrupación sin fines de lucro, y mostraron un gran compromiso siempre”.
Alejandro Saavedra, profesor de taekwondo de la Unab, afirmó que “sin duda el 2020 fue una año de múltiples desafíos en cuanto a la práctica de la actividad física y el deporte en particular. En este contexto pasamos de los entrenamientos presenciales a los virtuales, lo que implico diversas adaptaciones de tipo logísticos para varios de nosotros, aprendizajes por un lado ligados a lo tecnológico (usos de nuevas tecnologías y plataformas) y el desafío no menor de entrenar disciplinas especificas, muchas de ellas de carácter colectivo, de una forma individual en 2 metros cuadrados y a veces sin implementos”.
En esa línea, agregó que “esto último implicó reinventar muchas formas de entrenamiento y la adaptación de otras al contexto de pandemia, se crearon competencias virtuales en algunas disciplinas lo que contribuyo a mantener, por un lado, el espíritu competitivo de las selecciones, y por otro, entrenamientos colectivos entre las diferentes casas de estudio, favoreciendo la interacción entre deportistas y entrenadores. Sin ser el mejor escenario, permitió bajar niveles de ansiedad y estrés ligados a este contexto particular, también ayudó a generar disciplina y compromiso entre las diferentes selecciones, lo que sin duda fortalecerá el regreso a la normalidad”.