La denuncia contra U. La Calera, por supuesta suplantación de identidad de Alexis Arias en un test, para que pudiera seguir jugando pese a estar positivo, generó polémica y también interrogantes de cómo se hace esta labor. Protagonistas del ámbito deportivo y del área médica explican sus detalles y, además, que es casi imposible, si todos los estamentos hacen su trabajo correctamente, cometer este tipo de infracciones.
Tras la eliminación por penales frente a Junior de Colombia, Unión La Calera no sólo sufrió en el ámbito deportivo. Y es que horas después El Mercurio de Valparaíso hizo una fuerte denuncia:la identidad del arquero Alexis Arias habría sido suplantada en varios controles, pues se sabía que el golero estaba positivo (un examen en septiembre arrojó este resultado). Así, pudo dar negativo en los test y mantenerse jugando por varios encuentros.
La situación se alertó por varias razones. En primer lugar, como Arias ya había dado positivo, al personal médico le llamó la atención que un plazo tan corto fuera negativo, pues es normal que por 90 los controles de quien tuvo Covid-19 se mantengan positivos. Y segundo, una persona que ya le había tomado test previamente a Arias lo desconoció cuando llegó a hacerse un nuevo PCR.
En detalle, Arias se tomó 10 exámenes de PCR entre el 28 de septiembre y el 20 de noviembre. De ellos, los cinco primeros dieron positivo (el último, el 28 de octubre); cuatro fueron negativos y uno resultó indeterminado, el 20 de noviembre. Ello ocurrió justo después de que, según la denuncia, el laboratorio reparara en quien se hizo el examen no fuera reconocido como Arias por el personal.
La denuncia, realizada desde el Laboratorio Etcheverry y respaldada por la seremi de Salud de Valparaíso, se encuentra en la Fiscalía de Viña del Mar. Pero más allá del dictamen final, vale preguntarse de qué manera se realiza el proceso de toma de PCR en el mundo del deporte, pues para los futbolistas y atletas de alto rendimiento en general es una práctica frecuente por estos días.
Lincoln Flores, kinesiólogo de Fernández Vial, en primer lugar se toma de las palabras de César Kalazich, coordinador de la ComisiónMédica de la Anfp y aseguró que “esperamos la investigación de la seremi y la justicia para ver qué acciones tomará la Comisión Médica”.
Al respecto, agregó que “me parece bien ilógico que hubiera una suplantación. Hablamos de un jugador que tuvo Covid-19 hace un mes y medio, por lo mismo está autorizado a no tomarse el PCR. Podía no hacérselo. Sobre los test, hay dos cosas que considerar: si es eficiente y si es seguro en sus protocolos. La efectividad es de un ciento por ciento, no hay margen de error. Si dice que eres positivo, es así y punto. Sí puede pasar que una muestra se contamine en algún momento del proceso, pero ahí aparece como no concluyente y se debe repetir”.
De la toma de exámenes, detalló que “si juegas domingo, el PCR lo tomamos el viernes. El plantel va a la clínica, llevamos todo ya comprado. Te validan con la huella digital, los frascos están rotulados, te hacen el barrido, eso queda un tubo y va a un laboratorio. Para que ocurra una suplantación tendría que haber mucha gente confabulada”.
Además,Flores destacó que “los partidos se suspenden por contagios que se dan fuera, no en la cancha. El fútbol no genera lo que entendemos por situaciones de contacto estrecho. Yo sé que alguien me va a decir que eso es una locura, pero esa definición de contacto estrecho incluye variables como estar sin mascarilla o menos de un metro de distancia por al menos 15 minutos. En un córner son sólo segundos. Esto es en base a estudios. Si en Junior hubo rebrote no tiene que ver con alguien de La Calera”.
Nilson Concha, entrenador del equipo femenino de la UdeC, dijo que “los test se toman los jueves antes de cada partido y los resultados están antes del fin de semana. Si hay alguna chica con positivo no juega y se va a cuarentena, pero no nos ha ocurrido. De hecho, en el fútbol femenino no ha pasado hasta ahora, pese a que las jugadoras se dedican a otras cosas más allá del fútbol. Se preocupan mucho del traslado seguro y los viajes”.
Del procedimiento, añadió que “acá nos vienen a tomar los exámenes a los campos deportivos del club, tenemos una Sala Covid. Está habilitada y siempre viene un profesional, que puede ser un médico o paramédico. Debe ser en presencia de alguien de la Sociedad Chilena Médica del Deporte. Es todo de acuerdo a protocolos y uno lo hace para proteger a su grupo. Ahora, si alguien quisiera usar alguna triquiñuela, siempre se puede. Yo creo que sí. Pero sería irresponsable. Lo de La Calera son sólo especulaciones, eso tiene que ser investigado”.
Marcelo Salas, ex arquero de Lota y Linares, dio positivo por Covid-19 en dos ocasiones. Por ello, sabe lo peligroso que puede resultar seguir en la actividad contagiado.
“En Linares no alcancé a hacerme PCR. Lo mío fue bien extraño. Empezamos los entrenamientos, había jugadores con síntomas y yo me vine de vuelta, porque ya había estado contagiado. Acá me hice el PCR y salí nuevamente positivo. Desde el club te dicen que tú ves si quieres que tu caso se haga público o no, pero no puedes informar de otro compañero. Hice mi cuarentena en el hotel El Dorado”.
En ese sentido, añadió que “fui uno de los primeros en contraer el virus, fui el caso 34 en la Región. La segunda vez me dio súper fuerte, estuve 6 días muy mal. Por un problema con los dirigentes, una información que no era sobre fechas de contratos, quedé sin club. Me fui a trabajar a Constitución un tiempo y todos los exámenes de sangre que me hacían daban positivo. Ahí me explicaron que el anticuerpo queda dentro tuyo un mes y medio, pero en algunos casos hasta cuatro meses. Creo que ese es mi caso, por lo fuerte que me dio”.
Paola Muñoz, ciclista y seleccionada nacional, estuvo recientemente en Colombia junto a Aranza Villalón para el torneo internacional de pista de Cali. Y allá, donde junto a su compañera logró un histórico tercer lugar en la prueba Madison, vivió una situación que puso a prueba lo estricto de los protocolos.
“Cuando llegamos nos tuvimos que someter al PCRpara ingresar al hotel, es parte de los protocolos para la burbuja sanitaria, y el mecánico dio positivo. Eso encendió las alertas, lo tuvieron que aislar. El resto de los deportistas que están acá más los técnicos salimos todos negativos, pero aun así, por haber tenido contacto estrecho con él, debimos encerrarnos por un día y medio y ahí nos volvieron a hacer un nuevo PCR, que salió negativo otra vez. Esto es así, cada país se alinea con su ministerio de salud. En nuestro caso, a cada control que nos hacían le ponían la foto del pasaporte con el resultado y lo enviaban directo al Minsal. Es la única manera de hacer estos eventos internacionales y respetar este cordón sanitario que tenemos en el hotel. Como el mecánico dio positivo, nos han hecho tres controles ya”, dijo.
Sobre cómo opera el control en Chile, detalló que “nos hacemos los test en la Clínica Universidad de Los Andes o en la Clínica Meds. Los médicos encargados que trabajan con el Comité Olímpico nos generan las órdenes con las Epivigila, los números y todo eso, y nos hacemos los controles. Es el que hace a través de la fosa nasal. En la última semana tuve dos, el lunes y el viernes, pues viajábamos un martes y es requisito llegar con un PCRde 96 horas de anticipación. El que nos toman habitualmente en el velódromo es el test rápido de sangre, ese nos hacen cada semana”.
Marcela Ríos,bioquímica jefe de Laboratorio y encargada de Biología Molecular de la Clínica Andes Salud Concepción, contó cómo opera el trabajo que realizan para tomar muestras a futbolistas.
“Primero que todo, ellos tienen todo un trabajo interno donde el médico que está con su equipo solicita y hace la orden para los PCR. A su vez, por norma ministerial, tienen que subir la información de cada uno de los jugadores al sistema Epivigila. Es necesario tener un registro en esta plataforma. Después, ellos se acercan a la toma de muestras, previo agendamiento. Se les hace el ingreso a cada uno con su orden y folio de Epivigila. Ahí se les hace el ingreso en nuestro sistema de laboratorio a cada jugador, con su cédula de identidad en mano. Si no la tienen, no se les toma el examen”.
Ríos destaca la pulcritud y funcionamiento del sistema. “Al momento de hacerle el ingreso, como tenemos un sistema de toma de muestras que está todo automatizado y con código de barras, aparece en la parte donde tomamos la muestra una etiqueta con el nombre y el código de barra de cada jugador en este caso.Entonces, quien le tome la muestra le pide que se acerque y se toma el examen. Cada tubito de hisopado nasofaringeo, así trabajamos, se rotula delante de cada jugador, con la etiqueta y su tubo”.
En ese sentido, agregó que “es un sistema automatizado donde ingresas como flebotomista, y lo hace con clave, entonces queda ese registro de a quién le tomó el examen, a qué hora. Luego, se registra la hora en llega la laboratorio, la hora de recepción del tubo y también de la hora que se validó el examen y el profesional que lo hizo. Está todo automatizado, es fácil seguir la trazabilidad de cada una”.
Por lo mismo, ve como imposible que haya alguna suplantación. “El personal que tenemos es profesional, con un compromiso real con la salud de las personas y la institución, y bajo ningún punto de vista se prestarían para eso. Desde el minuto que la persona ingresa a la toma de muestra le van a pedir la cédula de identidad. No hay una opción de adulterar los resultados. Si no tienes tu cédula, no se tomará la muestra aunque se sepa quién es la persona. Hay una rigurosidad en los registros y las fichas no se pueden adulterar como podía pasar antes por ejemplo, cuando los sistemas eran a mano”.
Al respecto, añadió que “me sorprende, por supuesto. Aparte que no se debería hacer. Estamos hablando de salud, y no se puede ser tan irresponsable para tratar de adulterar algo para jugar y en el partido puedo contagiar a mis compañeros y rivales, y después a la familia. Cuando trabajas con códigos de barras es mucho más difícil, casi imposible adulterar algo si se trabaja con gente profesional 100%”.
Andrés Oreña