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Talento vs tecnología: ¿frenan los datos la creatividad y quitan esencia al deporte?

El uso de GPS y de otros dispositivos en el fútbol, el rugby, el atletismo, el tenis, el básquetbol o el vóleibol, permite obtener gran cantidad de información cuantificable en valores objetivos. ¿Valen más los kilómetros recorridos o un saque de 220 kilómetros que una buena gambeta o un sprint final en una carrera? Voces de diversos deportes dieron su opinión.

Por: Ricardo Cárcamo - Carlos Campos 23 de Noviembre 2020
Fotografía: Andrés Oreña P.

La tecnología cada vez tiene un papel más preponderante en todos los ámbitos de la vida, y el deporte no es la excepción. En este mundo, aparte de su aplicación para revisar jugadas, cobros o definiciones de competencias, también ha adquirido un rol importante en lo que se refiere a la medición del rendimiento. En muchos deportes, sus protagonistas, tanto para entrenar como para competir, usan dispositivos de GPS, que permiten obtener varios indicadores.

Información que, a todas luces, puede ser relevante para marcar tendencias y analizar datos objetivos, duros. Una labor donde, sin embargo, se dejan de lado otros factores, muy presentes en toda práctica deportiva, como la voluntad, la creatividad e incluso el talento. ¿Afectan estos mecanismos al desarrollo de una determinada disciplina, le quita parte de su esencia, o aportan a tener mejores deportistas?

Margarita Masías es atleta, y comentó desde su área que “lo más usado es el reloj con GPS y varias aplicaciones más que te puede entregar un reloj, dependiendo del precio. Es positivo en especial para las carreras de resistencia como las que hago yo, porque puedes medir varias variables como ritmo, distancia, tiempo, altura, calorías, etc. Pero como toda tecnología a veces lo negativo radica en que te quita lo subjetivo, que al final es lo bonito del deporte”.

En ese sentido, agregó que “por ejemplo, la motivación que tenga una persona dependiendo del día y de la carrera, es decir, lo intrínseco te puede ayudar a correr mucho mejor que lo que te indique el reloj según lo planificado. Y puedes dejar pasar esa oportunidad de hacer una gran marca personal por estar muy pendiente de las mediciones. Lamentablemente, creo que me ha pasado más de alguna vez, por lo que sirve más para pronosticar una carrera que para obedecer 100% a los indicadores”.

Eric Godoy, jugador de la UdeC, afirmó que “la tecnología te puede ayudar dependiendo lo que tú quieras. En el fútbol se generan estadísticas sobre cuántos kilómetros recorrió un jugador y un sinfín de números. Pero todo es un tema de criterio. No porque corriste 12 o 13 kilómetros en un partido es que lo estás haciendo bien”.

Además, el exseleccionado juvenil agregó que “el peto genera mapas de calor, trayectos y sirve para analizar, profundizar y ayudar al jugador. Los técnicos a veces quieren que un jugador se mueva por determinado lado. No es determinante la tecnología, hay otros factores que influyen mucho más. Toda herramienta tecnológica requiere interpretación”.

Daniel Romo, entrenador de Old John’s, comentó que “claramente, la tecnología trae un plus, un valor agregado por la información con que una persona cualquiera se puede entrenar, desde los relojes que miden distancia recorrida o frecuencia cardiaca hasta el uso de GPSen deportes colectivos que vemos hoy. Sin lugar a duda, aporta al juego, al desarrollo del deporte o de un equipo. Estos implementos miden o evalúan cosas que un entrenador, en el deporte amateur, lo hace a través de la percepción de lo que observa”.

En esa línea, el entrenador explicó que “por ejemplo, en un partido de rugby, yo evalúo la capacidad y la respuesta física de un jugador por una impresión que tengo de su juego. Y con el uso de GPS -nuestra selección nacional los ocupa-, el preparador físico o un analista puede ir comparando los estándares de un jugador, porque también los usan en entrenamientos, entonces conocen sus capacidades máximas, y a partir de ahí pueden hacer una comparación con lo que rinde en un partido, en tiempo real, y tomar decisiones como cuándo tiene más riesgo de sufrir una lesión por fatiga muscular o cuando dejó de estar trabajando al máximo de su capacidad física”.

Romo añadió que “es un mundo súper interesante, a mí me gusta mucho. Creo que la tecnología complementa el desarrollo deportivo, es una herramienta que puede optimizar la toma de decisiones de un staff de entrenadores, pues brinda una información súper valiosa en diferentes aspectos”.

Evelyn Bastidas, entrenadora de hockey, indicó que “todos los que somos parte de la actividad deportiva debemos tomar estas nuevas formas de trabajar. Muchas cosas hoy se miden a través de la tecnología, y hay que implementar estas metodologías, pues los datos que entregan pueden ser muy importantes para ver la condición que tiene cada deportista. Además, en ocasiones esto puede ayudar a corregir aspectos técnicos que se pueden mejorar”.

Rodrigo Canales, profesor de tenis del Estadio Español de Chiguayante, aseguró que “todo se ha ido modernizando, en todo sentido. En los distintos deportes también, como el fútbol, el básquetbol o el tenis. Se trabaja con entrenadores, preparadores físicos y psicólogos en el alto rendimiento y todo eso entrega datos, parámetros para tomar decisiones o ajustar ciertas cosas, reforzar otras”.

Rosario Martínez, jugadora de vóleibol de la UdeC, indicó que “la tecnología la veo positiva como para potenciar el nivel. El deportista universitario, por ejemplo, cada vez tiene menos tiempo para dedicarse a los entrenamientos y la tecnología les puede arrojar números que les indiquen datos. Por ejemplo, una maquinita puede indicarte dónde estás y cuanto te falta para llegar a un buen rendimiento. Si estás saltando en nivel 30 y para el Nacional debes estar en 70, ya sabes cómo dirigir los entrenamientos y en qué enfocarte. Te permite ser más eficaz”.

El basquetbolista Matías Villagrán señaló que “la tecnología siempre da un plus al deportista. Hay años de estudios y hay que aprender de los errores anteriores. Acá si se miden las distancias recorridas, el sobre entrenamiento, signos vitales y todo, los jugadores ya no tienen por qué reventarse ni desgarrarse. La tecnología nos acerca a un ideal para jugar, llegando en los mejores rendimientos a cada partido”.

En ese sentido, añadió que “los mismos antiinflamatorios ya son mejores, antes te hacían pebre la guata y ya no se nota. Soy un fan de la tecnología y me gustaría que los equipos chilenos invirtieran más. Personalmente cada uno suma cosas a su entrenamiento. Yo el año pasado utilizaba el monitor cardíaco para ver entre qué rangos me movía y por iniciativa mía me compré un reloj que mide eso”.

Lograr un equilibrio

Sobre si se debe privilegiar la tecnología o el talento, Rodrigo Canales aseguró que en el caso del tenis “va muy de la mano con el entrenador, con el ojo que tenga. Hay que tratar de llevar una línea equilibrada de entrenamiento, entre los datos objetivos que se puedan medir y dar espacio al talento, a la creatividad. Que se haga una corta (sic) o no en un momento del partido es difícil cuantificarlo, medirlo en su contexto. Si a Marcelo Ríos se lo hubiera llevado por un lado más mecánico, probablemente habría sido otro jugador. Sin embargo, los talentosos por lo general tienen una personalidad distinta, pasa con (Nick) Kyrgios ahora. Hay que saber llevarlo, entenderlo, y en eso no ayudan las mediciones, los GPS”.

Canales, sobre lo anterior, agregó que “también puede pasar que, si se tiene un perfil más mecánico, basado en datos, si el plan de juego no va dando resultados se empezará a frustrar, ponerse nervioso y no sabrá cómo cambiar las cosas. En el caso de quien pueda improvisar o adaptarse en base a otros aspectos, es probable que sí pueda encontrar respuestas (…) El preparador físico puede manejar datos en cuanto a la condición de fuerza, resistencia, coordinación y elasticidad… Y al talentoso dejarlo crear, que fluya de forma natural y darle ciertas herramientas que puedan potenciar su juego, pero sin quitarle su esencia”.

Eric Godoy comentó que “te doy un ejemplo. Un ‘10’ en el fútbol, puede perder 50 pelotas en un partido, por lo que esa estadística seguramente te dirá que jugó mal. Pero si metió dos pases gol y ganamos con eso, ¿jugó bien o jugó mal? Para algunos lo hizo mal, pero para nosotros seguramente hizo un partidazo. La tecnología ayuda, pero hay otros factores que influyen, como lo técnico, táctico, físico y lo mental también (…) Nosotros nos colocamos un peto que después arroja datos en cuanto a las intensidades, cuánto se corre, cómo se corre, etc. Pero el peto no te hace jugar mejor. La tecnología te da datos para después comparar y analizar”.

¿Obsesión?

La tecnología también puede generar el riesgo de estar más pendiente de los datos que de lo que hace en la competencia. Al respecto, la atleta Margarita Masías afirmó que “hay gente que se obsesiona y hace más caso al reloj que a sus potencialidades, lo que lógicamente afecta el rendimiento.A veces hay que atreverse nomás confiando más en uno mismo que en la tecnología”.

Además, indicó que “claramente, si no se ha entrenado diariamente siguiendo una planificación la confianza será difícil de obtener. Por eso el entrenamiento disciplinado te da el conocimiento personal, la confianza y proyección a marcas que puedes realizar.Además, hay que tener claro que somos seres humanos, no máquinas. Por lo tanto, no todos los días se podrá hacer lo que indique el reloj, ahí las sensaciones mandan”.

Sobre esa posibilidad de obsesionarse con los datos, Daniel Romo indicó que “depende del entrenador.Si bien una cosa es la información que te entrega el GPS, que es un dato concreto, en rugby hay otro factor que puede incidir. Independiente del dato que te muestre la tecnología, que puede decir que un jugador no está trabajando al máximo de su capacidad física, hay cosas que no se miden, como el coraje, la actitud”.

El DTde Old John’s añadió que “puede pasar que un jugador de mucho roce, que está en situaciones de harto contacto, en su medición del GPS indique que está trabajando por debajo del estándar, pero tú ves lo que hace en cancha y está siendo dominante en el contacto, se involucra en todas las situaciones que debe hacerlo. Entonces, esta tecnología ayuda mucho, entrega información para poder tomar decisiones aparte de la observación, te cuantifica, te da parámetros objetivos. Pueden sumar lo que ves más el dato duro del GPS en cuanto al trabajo físico, pues guiarse por una sola puede conducir a error. Lo ideal es combinar ambos aspectos”.

Qué se puede medir y cómo hacerlo

Hay varios parámetros que se evalúan en el rendimiento de un deportista. Entre ellos, se pueden encontrar la frecuencia cardiaca, la potencia, la velocidad, el consumo de oxígeno, el umbral aeróbico y zona aeróbica. Además, las aplicaciones existentes hoy entregan una serie de variables en relación a estos mismos indicadores.

Un ejemplo de ello es Wimu Pro. Es un dispositivo inalámbrico con sensores que monitorea la actividad física, proporcionando información exacta de forma continua y en tiempo real, que puede llegar a acumular hasta 20 mil datos por segundo e incluye centenares de variables, como distancias recorridas a alta intensidad, aceleraciones y desaceleraciones, distancia explosiva, velocidades alcanzadas, frecuencia cardíaca, nivel de oxígeno, fatiga, mapas de calor, zonas de influencia. Información que resulta clave para ver el estado de forma de un atleta, dónde mejorar e incluso prevenir lesiones por sobrecarga.

Zebra Sports, compañía estadounidense, tiene el programa Kinduct, muy usado en la NFL y en el básquetbol universitario y profesional de Estados Unidos. El sistema se aloja en la nube y permite a los equipos ocupar menos tiempo en la gestión de datos. El dispositivo para medir datos se coloca en las hombreras de los jugadores, en el caso del fútbol americano, para seguir el movimiento, proporcionando métricas como velocidad, proximidad, distancia recorrida, aceleración y deceleración.

Eric Godoy, jugador de la UdeC, contó cómo opera el dispositivo que utilizan ellos. “Se trabaja con software: el peto trae un compartimiento donde se deja el chip y ahí empieza a marcar. Algunos transmiten en tiempo real (equipos con más recursos lo usan), pero la gran mayoría usa los normales, donde al final cada jugador se saca su peto, quita el chip y luego se juntan todos, casi como dejar varios celulares juntos cargando. Ahí arrojan los datos y se comienza a analizar en torno a varios aspectos: aceleración, desaceleración, gasto metabólico, distancia recorrida, etc.”.

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