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Sofía Alarcón, un talento del balonmano local que se consolida en España

A sus 20 años, lleva tres temporadas en el Viejo Continente. Actualmente, es parte del San Adrián Eskubaloia, en Bilbao, y junto con evaluar lo que ha sido este tiempo en Europa también se refirió a la realidad de este deporte en Chile.

Por: Ricardo Cárcamo 20 de Octubre 2020
Fotografía: Rufino Martín

Llegó al balonmano en su etapa escolar, y reconoce que rápidamente se enamoró de este deporte. Ahora, con 20 años, Sofía Alarcón ya cumple su tercera temporada jugando en España. Hoy, juega en el club San Adrián Eskubaloia de Bilbao, y desde Europa repasó su carrera y habló de sus desafíos.

“Desde chica que me ha gustado mucho hacer deporte, jugaba mucho fútbol y un día en el colegio el profesor Jorge Bahamondes -es ‘loco’ por el balonmano– me dijo que fuera a entrenar con él en los talleres extraescolares. Desde ahí que me enamoré y no he parado de entrenar y aprender. Me llamó la atención es que es un deporte colectivo con harta exigencia física y contacto, donde hay muchísima interacción con el balón y goles”, dijo.

Sobre lo que ha sido su desarrollo ese primer momento, Sofía contó que “mi primer club fue en Concepción, mi ciudad natal, Vieux Gaulois en 2013. Luego tuve la oportunidad de ir a concentraciones abiertas por la selección y desde el 2015 he estado activamente representando a Chile. En 2017 pasé a Cubla de Los Ángeles, con Raúl Neira mientras continuaba participando con la selección”.

Oportunidad dorada

De cómo llegó a España, detalló que “fue un proyecto que tenían en la selección con Iñaki Aniz, en 2017. Un grupo de jugadoras estábamos entrenando periódicamente, mejorando nuestra técnica individual y colectiva, con la intención de mostrarnos en los panamericanos y mundiales del 2018, en categorías Juvenil y Junior, para tener la posibilidad de jugar fuera. Actualmente estoy viviendo mi tercera temporada acá”.

En España, ya ha pasado por varios clubes, y ha debido adaptarse a diferentes circunstancias personales y deportivas. “Primero (2018-19) viví en Pamplona- Navarra, pero jugando por la selección sufrí una lesión en mi rodilla izquierda, por lo que no pude disfrutar mucho. Luego, pasé al club San Adrián Eskubaloia, en Bilbao, donde me encuentro hoy. Debo decir que me siento muy cómoda y cada vez más adaptada al equipo y al estilo de vida, me han hecho sentir como en mi casa. Me encuentro muy tranquila y feliz”.

En ese sentido, agregó que “estos años aquí he aprendido mucho. Vivir sola y estar lejos de mi familia me ha dado otro tipo de madurez. En el ámbito deportivo, el nivel de estructura organización es muy diferente a Chile: por un lado, tienen a personas encargadas de la administración y por el otro, el entrenador que se preocupa solamente de lo que es el balonmano. A nivel de juego mucho más competitivo, la Liga se juega todos los fines de semana por lo que te hace estar siempre activa y preparando el siguiente partido”.

Sofía también se refirió a sus desafíos a corto y mediano plazo. “A nivel individual, me gustaría seguir aprendiendo lo máximo posible y ganando experiencia para rendir mejor con la selección, espero poder rendir en un equipo de primera división y aumentar más aún el nivel de competencia y aprendizaje. En la selección, espero poder jugar el Mundial Junior (aplazado a 2021) y mejorar el puesto en relación al torneo anterior. Como selección nacional absoluta (Lobas) mantenemos el enfoque en los Juegos Panamericanos de 2023 y los campeonatos preparatorios para ello”.

Poca difusión y competencia

Tomando en cuenta la experiencia que vive en Europa, Sofía es crítica sobre la actualidad del balonmano en Chile. “Puedo hablar de hace tres años atrás, aunque tengo entendido que han cambiado algunas cosas desde entonces. Cuando estaba allá la liga era muy dispareja, con equipos que a nivel local y regional eran mucho mejores y había muy poca competencia, los partidos más fuertes eran una o dos veces al año. Incluso, hay regiones donde ni siquiera competían o tenían liga. También, a nivel de estructura y organización de club, a excepción de muy pocos, faltaba mucho. Por lo general, es el entrenador o la familia de las jugadoras los que llevan el peso y los cargos administrativos”.

Al respecto, agregó que “el balonmano en Chile aún no es un deporte que se conozca mucho. En categorías inferiores o a nivel escolar hay poca participación y pocos equipos, espero que en unos años sea más conocido y que se enseñe desde edades tempranas diferentes herramientas para poder jugar bien este deporte, y crezca la competencia a todo nivel”.

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