El Campanil fue a luchar y se quedó con tres puntos vitales. Abarzúa marcó de cabeza y Waterman se dio el lujo de fallar un penal. Victoria clave y ahora viene la UC.
Logro desbloqueado. La primera de dos duras visitas a la capital dejó un saldo totalmente positivo para el Campanil. UdeC derrotó 1-0 en La Cisterna a un Palestino que no está tan encumbrado en la tabla como en otros momentos, pero que sigue siendo un rival peligroso.
El objetivo era sumar y antes del partido un punto no era mal visto en el Campanil. Por lo mismo, el DT Acevedo más allá de reemplazar a Camargo con Povea, incorporó a Juan Pablo Abarzúa a reforzar el mediocampo. Volvió Cabrera y el sacrificado fue Quinteros, quien sólo vio desde la banca el duelo. Con una línea de cuatro marcada y una poblada mitad de cancha, el único delantero fue Waterman.
Palestino saltó a la cancha con un invicto de 13 partidos como local. La última caída en casa había sido ante la UC en abril del año pasado. Pero aquella estadística sólo quedó en eso. El partido fue cerrado, sin grandes ocasiones de gol y sobre todo con una UdeC preocupada más de cuidar su arco que de llegar a portería rival.
Clave fue el trabajo de Robles y Abarzúa en mitad de cancha. Este último, en posición de delantero centro se las ingenió para estar en el área chica y aprovechar un error grosero para marcar el único gol del partido. Guerra quiso puñetear tras un rebote y no pudo, el balón dio un bote y de cabeza Abarzúa no falló. Un gol lleno de emoción.
El Campanil ganó en confianza y si con el marcador igualado 0-0 no arriesgaba, con la ventaja menos aún. Esta vez hubo inteligencia y concentración para lograr aguantar un resultado vital a esa altura. Eran tres puntos claves en la lucha por huir del fondo de la tabla y en UdeC lo sabían.
No varió mucho el trámite en los segundos 45 minutos. Palestino fue en busca del empate, pero estuvo muy lejos de merecerlo e incluso Waterman erró un penal. Partidos tan trabados suelen definirse por detalles y en la más clara, UdeC no perdonó. Acevedo hizo cambios y así debutó el colombiano Patiño, quien no entró mucho en juego, pero tampoco destiñó. El juego de Robles dejó muy contento al DT Acevedo. El ex Wanderers raspa, quita, lucha, insiste, apoya en las dos áreas y tiene ese ímpetu que a los uruguayos les caracteriza. Una victoria importantísima que le dio mucho aire a un equipo que, por el momento y a falta de varios duelos de esta fecha, superó a Iquique en la tabla acumulada.
Hubo emoción en el gol de UdeC y también al final del choque, ¿por qué? Juan Pablo Abarzúa fue una de las grandes figuras del triunfo 1-0 y comentó al final del partido, entre lágrimas, que “ha sido difícil y me la he bancado gracias a mi familia. Sin duda esta división no ha sido fácil para mí, pero he salido adelante y me he esforzado. No estoy jugando porque soy el mejor, sino que sólo porque he sido perseverante”.
Sobre la victoria, aseguró que “si bien nuestro juego no ha sido muy lucido, ha sido efectivo. Salimos del fondo y respiramos más tranquilos. Esto sigue y es semana a semana”.