Las principales categorías del fútbol volvieron, hasta ahora, con éxito. Y es que este deporte vive una “burbuja” a todo nivel: cuenta con recursos y logística para un regreso que implica costos extra. Algo que no sucede en otras áreas, donde ya antes de la emergencia sanitaria desarrollar competencias, trabajo formativo y contar con infraestructura adecuada era muy complicado.
Con permisos especiales, el fútbol profesional chileno, en Primera y Primera B -el resto de las categorías no están en una condición similar-, fue la primera actividad deportiva de alto rendimiento en volver. Una disciplina que, sin dudas, cuenta con los medios para costear las exigencias sanitarias que impone el coronavirus. Una realidad única, una “burbuja” a nivel nacional. Ello porque en muchos deportes la pandemia no ha hecho más que acrecentar sus carencias, aún cuando ni siquiera se piensa en el retorno.
Margarita Masías, destacada atleta local, señaló que “creo que con la pandemia, así como en todos lo ámbitos de la vida, el deporte se ha visto enormemente afectado. Claramente, aparte de hacerse difícil las opciones para poder entrenar, más aún para quienes están o han estado en cuarentena, esto ha sacado a la luz la realidad en la que viven el día a día muchos deportistas”.
En ese sentido, agregó que “por ejemplo, aún hay muchos deportistas sin poder acceder a recintos deportivos para poder entrenar, lugares mucho más especializados y seguros para practicar deporte. Esta seguridad es importantísima si consideramos los peligros asociados a entrenar tanto tiempo en lugares alternativos, buscados por los mismos deportistas, atletas en mi caso. Se pueden producir lesiones, atropellos o el peligro de practicar en solitario para una mujer”.
Masías igualmente destacó que “también se ha visto reflejado en que no todos los deportistas poseen la implementación adecuada para entrenar en casa en cuarentena, por ejemplo trotadora, materiales para fortalecimiento muscular y trabajo técnico, los cuales son esenciales para el desarrollo deportivo. Creo que es de suma importancia atender este ‘vacío’ en el sistema:muchos de estos atletas son destacados a nivel regional y nacional o están en busca de formar parte del equipo que nos representará en Santiago 2023. No es un tema que deba tomarse a la ligera, considerando que aún no tenemos fecha clara de retorno y queremos estar bien preparados”.
Raúl Umaña es entrenador de balonmano del ColegioPinares y del CSD Concepción. En su opinión, la emergencia sanitaria también ha dejado más al descubierto las carencias de deportes como el suyo.
“Hay precariedades en la organización deportiva a nivel país, y muy grandes. Acá en la zona, hay clubes que trabajan muy bien, como Huachipato, el Deportivo Alemán, Estadio Español, pero en la mayoría es el caudillismo de un entrenador, la voluntad de algunos papás. No hay infraestructura, lugares donde vincular a los chicos. La cosa es tan débil que si mueves a un técnico de un lugar a otro, el club prácticamente se desarma, y es frecuente en los deportes colectivos esa debilidad organizacional”, aseguró.
En ese sentido, agregó que “ahora, cuando se pueda, se volverá con protocolos y varios clubes normalmente desarrollamos actividades con infraestructura de colegios, pero si no se retoman las clases es probable que nos quedemos sin lugar de entrenamiento. O quizás te abren el establecimiento, pero te dirán que debes correr con los gastos de sanitización y protocolos de seguridad, y eso aún no sabemos qué involucra, cuál será el costo”.
Umaña también dijo que se debe aprovechar este momento para cambiar cosas que vienen funcionando mal desde hace tiempo en el balonmano. “En los clubes cuesta entender que debemos ser autogestionados. Todos esperamos y después se le echa la culpa al IND, a las municipalidades que no apoyan. Siempre le digo a los papás que esto es igual que en la casa: uno quisiera darle lo mejor a todos los hijos, pero no alcanza la plata. Por lo tanto, todos deben apoyar. Hay que buscar formas de financiamiento y consolidar equipos de dirigentes para que trabajen por el club y no sólo por la categoría donde está su hijo, que es algo que ocurre muchas veces. Después el hijo deja de jugar, y el dirigente desaparece”.
Por ello, remarcó que “en algún momento debemos mejorar esos procesos, ojalá a corto plazo. Un técnico no puede estar preocupado de conseguir la cancha, comprar el alcohol gel, preparar el entrenamiento y monitorear el rendimiento. Debe ser un trabajo colaborativo, con equipos y gente que se involucre. En el deporte, deben estar alineados los deportistas, los entrenadores y los dirigentes, es la única manera que todo funcione bien”.
Carlos Lauler, jugador de Basket UdeC, indicó que “ahora se está viendo el esfuerzo que realizan todos quienes forman parte del básquetbol. Por ahí hay otros deportes que tienen menos ingresos que nosotros y tampoco se les da importancia. Se vio lo precaria que es la Liga y que no nos toman mucho en cuenta. Pero cuando hay buenos resultados a nivel selección, aparecen todos. Ahora sería bueno que no sé si el Gobierno o quien deba poner lucas para ayudar lo haga. El básquet nacional necesita apoyo. Somos la segunda liga profesional más grande de Chile y llevaremos 10 meses sin pisar un gimnasio”.
En esa línea, agregó que “no tenemos tantos ingresos ni el apoyo del CDF acá, pero hay que buscar la manera de controlar esto. Uno no puede prever que vendrá una pandemia, pero hay que tener algo preparado. No podemos estar a la expectativa de que, si no tenemos público, no podremos jugar. No puede ser que los clubes tengan en cuenta sólo la plata de las recaudaciones para existir. Uno debe tener presupuesto de otros lados y todo lo que venga de ahí debe ser ganancia. Esto deja muy al descubierto lo poco profesional que es el básquetbol en Chile”.
Lauler también valoró ser parte de una institución como la UdeC. “De verdad tengo suerte de estar acá un club sólido económicamente y en todo ámbito, pero tengo colegas que están en el aire. Trato de ponerme en el lugar del resto y esta pandemia ha dejado al desnudo todos los problemas que hay en el básquet y que ya desde hace largo rato nos estábamos quejando. Debemos formar una asociación sólida para hacer llegar nuestras inquietudes y avanzar”.
El también seleccionado nacional añadió que “era sabida la diferencia entre el fútbol y otros deportes, ahora se hizo más evidente. No sé cuántos clubes volverán en la próxima liga ni quienes estén en condiciones. Ahora será mucho más difícil conseguir auspicios también. Se dice que volveremos entre fin de año e inicios del próximo, pero veremos en qué condiciones está el país. Lo que más molesta, no solamente con esto, es que se deban sueldos millonarios a jugadores. No daré nombres, pero a algunos les deben $30 millones, de qué estamos hablando. No puede pasar eso”.
Para Guillermo Jiménez, ex entrenador de vóleibol de la UdeC y actual integrante del cuerpo técnico de la selección masculina de este deporte, la pandemia no ha acentuado malas condiciones que pudieran existir en algunas disciplinas.
“No sé si la condición del deporte chileno será más precaria, pero claramente estamos mucho más limitados.Las condiciones te obligan a entrenar a distancia y a otras situaciones a las que nadie estaba acostumbrado, en ese sentido los clubes, las asociaciones y federaciones están haciendo todo lo posible dentro de lo que permiten las medidas sanitarias”, dijo.
Además, indicó que “en el ámbito del alto rendimiento se ha ido volviendo de a poco.El fútbol es otra cosa, y ya retornó de manera casi normal a la competencia. Pero no creo que eso sea llamarlo precariedad, sino limitancia producto de las circunstancias que se están viviendo producto de la pandemia”.
En ese sentido, Jiménez señaló además que “en el tema de los recursos obviamente si no hay competencias los torneos se tienen que suspender, y eso pasa por la pandemia, no por temas de dinero. A nivel internacional también recién se vuelve, en Chile no se realiza nada. Probablemente, algunos clubes y lo que hace en colegios, dado el contexto, han dejado de funcionar en varias de sus ramas deportivas, y eso es un retroceso. Lo ideal sería mantenerse trabajando igual, a distancia, con los deportistas a nivel escolar, universitario y federado, para que cuando le toque retornar a sus actividades lo hagan en la mejor condición posible”.
El remero Ignacio Abraham afirmó que “nosotros en el equipo nacional volvimos a una relativa normalidad el 29 de agosto. Estamos viviendo en el centro con las medidas adecuadas, aplicando protocolos y todo bien. No nos hemos visto afectados en nada y la ministra del Deporte nos ha ayudado un montón. Estamos súper bien. Solo podemos remar en botes de a uno y como estamos al aire libre, no nos tocamos ni nada. Prácticamente no hay riesgo. Al principio estuvo complicado todo, nos arrendaron un departamento para venir a Curauma, pero cuando Valparaíso entró en cuarentena no podíamos venir a la laguna. Luego hubo autorizaciones y funcionó todo perfecto”.