La Federación Internacional de Rugby anunció cambios en su juego, para reducir el contacto físico. Por el paso del tiempo, sobre todo en el extranjero, ya se piensa en retomar más disciplinas, aunque sea con modificaciones reglamentarias con el fin de apurar la vuelta. Voces locales entregaron su análisis.
Lo anunciado por la Federación Internacional de Rugby, en el sentido que sugerirían cambios en aspectos importantes de la disciplina, con el objetivo de apurar el retorno de la actividad, ha generado un amplio debate. Y es que en este mismo deporte y en otros, el contacto, la cercanía física es parte del juego.
Más allá que cada país verá si toma o no medidas como la salida del scrum o los tackles altos, lo cierto es que dar a conocer la iniciativa abrió la polémica. A nivel local,Daniel Jamett, jugador de Troncos, no está de acuerdo.
“No estoy para nada a favor de los cambios, se desnaturaliza el juego. De hecho, Nueva Zelanda no los va a implementar. Creo que no tiene ningún sentido forzar el regreso, y no tengo muy claro por qué quieren hacer estas modificaciones. Lo único que se me ocurre es que cuando los deportes son profesionales, entran otras consideraciones que podrían influir y que empujan a apurar el reinicio, como los contratos televisivos o los sponsors”.
Evelyn Bastidas, profesora de hockey del Colegio Amanecer, comentó que “tengo dos posturas: en lo que respecta entrenamientos creo que se debe volver, claramente con ciertas modificaciones como es el contacto físico y medidas de seguridad correspondiente a esta pandemia. Pero en cuanto a partidos competitivos para mí es casi imposible, es más ni siquiera me imagino no tener contacto. No sé como podría hacer una marca personal, o un quite. Por eso, prefiero esperar el tiempo necesario y por ahora tratar de volver a entrenar cuando las condiciones mejoren”.
Cristián González, entrenador de hockey que pasó por el Deportivo Alemán, indicó que “es una pregunta compleja, parece fácil pero no lo es. Yo creo que, dadas las circunstancias, es preferible volver cuanto antes si es necesario variando las reglas. Nosotros, como staff de selección, estamos trabajando sobre escenarios posibles adaptándonos a un hockey sin contacto”.
Al respecto, agregó que “aunque siempre preferimos poder volver a la normalidad en cuanto se pueda, pues me cuesta mucho imaginarme un hockey con distanciamiento social. Pero creo que podrían limitarse zonas de movimiento de todos los jugadores (tipo taca taca) en espacios más reducidos y con menos jugadores, para que sea dinámico”.
Josefina Viafora, basquetbolista de la UdeC, señaló que “creo que es mejor esperar unas óptimas condiciones para poder volver a jugar, porque el contagio puede ocurrir tanto dentro como fuera de la cancha, con implementaciones o espacios asociados a partidos o entrenamientos. Además, no sería lo mismo jugar con reglas diferentes, no tendría el roce acostumbrado”.
Jaime Urrutia, entrenador de básquetbol del ColegioSan Ignacio, aseguró que “hay dos ámbitos:el competitivo y el de formación.En el primero, lo más probable es que se hagan algunos ajustes, pero en el segundo, que me compete más, lo veo más complejo. Los papás, mientras no tengan certeza de que sus hijos están seguros haciendo un deporte, cualquier modificación que se genere que no sea sustancial, no les cambiará esa visión. El básquetbol es un deporte de contacto, donde hay transpiración, una nube de respiración. Puede que a nivel profesional o universitario, si hay modificaciones, se juegue, pero en lo formativo primará lo que dije antes”.
Sobre qué prefiere como espectador, Urrutia aseguró que “habría que ver qué normas se adaptan para decir si se mantiene o no el espíritu. Hay que pensar que una base del deporte es el ‘uno contra uno’, y ahí no se puede limitar la distancia. Si se hace, se altera el espectáculo”.
Javiera Fernández, basquetbolista de la UdeC, indicó que “en mi opinión, la cual es compartida en su totalidad por las jugadoras del BasketUdeC, es mejor esperar más tiempo hasta que la situación sanitaria se normalice. El básquetbol es un deporte de mucho contacto y en eso está gran parte de su gracia, además compartimos el mismo balón, celebraciones y camarines. Por ende, como está la situación hoy en día sería difícil volver y hacerlo sin estas cosas creo que haría perder la esencia del deporte”.
Macarena Vergara, arquera de Fernández Vial, dijo que “para volver a jugar, tiene que estar todo normal. Quizás en el fútbol pueden quitar los tiros de esquina o tiros libres, pero durante el juego estás en constante roce. En mi puesto voy al choque con las rivales y las defensas tienen que estar muy apegadas a la marca. Contacto directo siempre habrá con el otro. Eso de crear nuevas reglas, no sé, no me parece”.
Arnaldo Castillo, jugador de Iberia, afirmó que “soy partidario de volver a jugar cuando esté todo bien y normal, por lo que en ese caso no habría motivo para cambiar alguna regla. Ese por lo menos sería el panorama ideal”.
Eliel Aravena, integrante del equipo Blacktreile’S FA de fútbol americano, comentó que “nosotros, al regirnos por las reglas de la NCAA y algunas adaptaciones locales, creo optaremos por volver cuando se pueda completamente, paulatino, pero en su versión full (…) Ahora bien, evitar el contacto en algunas facetas del juego no me parece que sea una medida tan efectiva, por que no vas a evitar que el equipo se reúna en el camarín, se duche o cambie de ropa, y que 30 jugadores más staff y público (si lo hay) se junte. Por eso creo que se debe esperar el tiempo que sea necesario para hacerlo sin tener riesgo”.
Mauro Órdenes, DT de taekwondo, indicó que “de todas maneras estoy por volver, pero teniendo un riguroso control. Creo que ahora no es el momento exacto para regresar, pero sí en un futuro cercano, cuando se den las condiciones. Además, la normalidad en la actividad física para los niños es necesaria. Para sacarlos del confinamiento podríamos comenzar por edades y establecer puntos de trabajo dentro del gimnasio designados correctamente, sin contacto físico”.
Sebastián Navea, taekwondista, señaló que “el taekwondo es un deporte de contacto, no creo que cambie en ese sentido. Prefiero esperar en todo caso, por seguridad. La salud es primero, el alto rendimiento en si ya te lleva a un límite físico, a exponer el cuerpo y la mente a situaciones críticas y adversas, como para que además andemos haciéndolo frente a posibles enfermedades que nos dejen secuelas y que aún no tienen cura”.
El boxeador Juan Valderrama opinó que “lo que pasa es que todos los deportistas estamos ansiosos por volver. Yo ni siquiera salgo a correr afuera, pero si me dicen que cambian algunas reglas me adapto como sea, mientras no hagan que el boxeo se ponga fome. Por seguridad, lo que sea. En el boxeo, solo cambiarían el pesaje, la presencia de jueces y controles de temperatura. No la esencia de esta disciplina”.
Raúl Manríquez, entrenador de judo, afirmó que “según las nuevas normas que se están empezando a aplicar en los países que salen de la crisis, todavía no hay contacto físico. Los que están volviendo lo hacen con actividades en solitario en el dojo, donde puede haber 10 deportistas pero están todos a uno o más metros de distancia, siguiendo las órdenes del instructor. Pero nadie todavía ha tenido contacto, entonces eso nos hace bastante difícil volver a la competencia”.
Miguel Espejo, profesor de judo, indicó que “la federación internacional fijó protocolos dependiendo del grado que se desarrolle la pandemia en cada país, remarcando mucho el tema de la higiene, la distancia y todo eso. Nosotros podríamos volver bajo ciertas restricciones, pero nuestra cultura chilena lo vuelve difícil, nos falta mucho. Por eso es mejor esperar, quizás no a que pase, pero sí que baje la cantidad de contagiados”.
Raúl Dodero, entrenador de karate Escuela Gojo Riu, comentó que “soy partidario de retornar lo antes adoptando todos los protocolos que la autoridad sanitaria establezca. Es necesario activar el deporte, la competencia apenas se pueda. Se puede regular el tema de la precaución: todos hemos visto que en el fútbol Huachipato volvió a las prácticas. Esa es la forma, respetar las medidas, pero hay que empezar a mover a la gente porque estar parados cuatro o cinco meses es perjudicial para todos”.