Una irregular campaña tuvo cuestionado al DT Pellicer y a los jugadores, pero la usina se repuso a ello y terminó levantando el título. “Nos creímos el cuento”, confesó Gabriel Sandoval.
Una vez salvados del descenso en 2011, en Huachipato trabajaron para armar un plantel que los tuviera peleando por otros objetivos. En el equipo hubo una gran reestructuración, con 12 jugadores menos y con nueve refuerzos, entre los que se encontraban Omar Merlo, Braian Rodríguez, Claudio Muñoz y Nery Veloso, entre otros.
Y como en ese tiempo el sistema de campeonato aún era con playoffs, la primera gran meta del club era meterse en esa instancia, donde los ocho mejores llegaban. El acero fue noveno, obteniendo los mismos 23 puntos que el octavo clasificado, Cobreloa, que por diferencia de sólo un gol celebró su ingreso a la postemporada. El Apertura fue una gran decepción.
Nadie estaba feliz en Talcahuano. El único objetivo del semestre no se había cumplido y el DT Pellicer era cuestionado por algunos hinchas, que también apuntaban dardos al plantel. “Fue un inicio dubitativo. Nos jugábamos el ingreso a esos playoffs ante la ‘U’ y perdimos, por lo que pensando en el otro torneo, de inmediato nos propusimos que sí o sí debíamos llegar clasificados a la última fecha”, recordó César Cortés.
Así arrancó el Clausura. 17 fechas vibrantes e irregulares, tuvieron a Huachipato en el puesto 11 hasta la duodécima jornada. Los playoffs seguían muy lejos y en el plantel hubo más de algún quiebre. “Costó enrolar al equipo. Tuvimos problemas y diferencias por actos que no corresponden. Hablamos bien las cosas y eso unió aún más al grupo. Lo que no te mata, te fortalece, y eso nos pasó a nosotros”, reveló Gabriel Sandoval.
Rumores afirmaban que un par de jugadores entrenaban sin muchas ganas y que otros no llegaban en condiciones ideales a las prácticas. Aquello, por ejemplo, dejó en la banca a Cristián Muñoz y abrió paso en el arco a Nery Veloso. Pese a no tener que ver con ninguno de los actos anteriormente mencionados, el “Tigre” era el referente del plantel que pagó los platos rotos frente al cuerpo técnico.
La recta final fue cuesta arriba para Huachipato. En cinco fechas, la usina debía meterse como fuese entre los ocho mejores y ahí fue donde el equipo de Pellicer le faltó el respeto a sus rivales. Los triunfos sobre UdeC en el CAP (2-0), la UC en San Carlos (2-0) , el empate frente al Audax (1-1) y una enorme victoria sobre La Calera como visita (2-0), dejaron al acero instalado en playoffs, a falta del durísimo partido en la última fecha ante U. de Chile en Talcahuano. “Agarramos vuelo y nos transformamos en un equipo de grandes hombres. Antes de jugar contra La Calera, sabíamos que no nos podía pasar otra vez lo mismo que el primer semestre”, aseguró Cortés, en un análisis totalmente real, tomando en cuenta que la “U” los goleó 3-0 en el CAP en el último duelo de la fase regular.
Así, Huachipato clasificó en el sexto lugar con 25 puntos a playoffs, con siete triunfos, cuatro empates y seis derrotas en los 17 partidos que jugó. “Hicimos un torneo normal, pero llegando a la parte final del campeonato y tal como decimos siempre los futbolistas, nos creímos el cuento “, sentenció Sandoval.
En el acero aún no sabían que lo mejor estaba por venir.