Huachipato ha perdido todos los partidos que jugó este año saliendo de Talcahuano, pero este fue el peor de todos: Curicó lo superó claramente y lo aplastó marcando cuatro goles.
Algo pasa y es grave: el acero perdió todos los partidos que jugó este año como visita. Algunos, mereciendo un poquito más y otros, como el de ayer, cayendo inapelablemente. Curicó superó con claridad a Huachipato y sacó irremontable ventaja en un primer tiempo donde a los siderúrgicos les costó mucho encontrar su buen juego. Fue 4-2 y habrá que buscar explicaciones y, sobre todo, soluciones.
Sin el batallador Cris Martínez en ofensiva y extrañando de sobremanera a César Valenzuela en la zona media, Huachipato no tuvo el fútbol que habitualmente -más allá de cada resultado- intenta desarrollar. Javier Altamirano necesita un socio al medio y no lo encontró, mientras Alexander Succar intentaba siempre en la individual, acelerando por alguna banda.
Del otro lado, el ex acerero Carlos Espinosa comenzó lentamente a adueñarse de la pelota y mover las piezas a su antojo. Desde el lado izquierdo, el venezolano Heber García se juntó constantemente con el lateral Felipe Saavedra y complicaron el buen José Bizama, que carecía de ayuda.
Justamente por esa banda, García aceleró ante la pasividad de un par de adversarios y Bizama llegó tarde al piso para cometer un claro penal. Ejecutó el grandote Horacio Quiroga y nada pudo hacer Yerko Urra ante el violento derechazo. No reaccionaba el cuadro de Larcamón cuando un balón detenido fue despejado de cabeza por Federico Pereyra, desafortunadamente dio en García y el rebote le quedó a Franco Bechtholdt para anotar mediavuelta. Una primera mitad para el olvido.
Ingresó Brayan Palmezano y de inmediato marcó presencia con un túnel que generó la falta de Cortés. La ejecución fue brillante, de laboratorio, con Nicolás Baeza alargando sorpresivamente a Felipe Barrientos para que este centralizara a Bizama -todo de primera intención- logrando el 2-1 parcial que ilusionó a los del puerto.
Pero fue solo un espejismo. Un mal tacazo de Barrientos posibilitó un contragolpe dos contra uno que García falló increíblemente. Dos minutos después, Urra extremó recursos para tapar un muy buen zurdazo de Espinosa. El gol curicano se veía venir y llegó: centro desde la derecha de Cavalleri que sobró a “Pepe” Rojas y Bechholdt acertó con fortísimo cabezazo.
A la jugada siguiente vino un centro desde el otro costado, Rojas calculó mal y no pudo rechazar un balón que venía cómodo. Todo terminó en zurdazo alto de Quiroga para decretar una amplia goleada que fue apenas maquillada con el descuento de Blondell. La cara de Larcamón era de decepción total. Un mal momento difícil de explicar.