Cultura y Espectáculos

Parvada, lanza su primer álbum

Por: Diario Concepción 10 de Noviembre 2019
Fotografía: Polillana

Creado por Sara Pupi
Carátula por Polillana

Poco a poco la ciudad comienza a recuperarse del oscurantismo artístico en el que estaba sumido. El renacer va de la mano de nuevos talentos locales como Vacas Cuerdas, Hipódromo, y Seis Patas, cuyos recientes trabajos han traído nuevos aires el rock local y nacional, proponiendo nuevas sonoridades y rescatando elementos del garage, el punk y los inicios del grunge. En la misma línea, “Banda de pájaros”, el debut del cuarteto Parvada, se suma a la anterior lista y destaca por su mezcla de crudeza y experimentación, siempre dentro del formato canción y de la música pop.

El conjunto, oriundo de la Península de Hualpén, se ha ido infiltrando de a poco en la escena local, liberando algunos sencillos como “Corazón colibrí” y “Abramos todas las jaulas”, este último de alta rotación en radios de la ciudad, y con un videoclip con varios miles de reproducciones.

El debut discográfico de Parvada, producido por Lile Zurita -conocida productora de la movida indie local-, recoge los anteriores temas y suma otros tres, logrando una ráfaga de viento fresco a los oídos. El EP abre con “Migrando”, un alegre y desenfadado tema con claros orígenes en el movimiento mod, donde destaca la dulce pero a la vez potente voz de Queltehue Naucán, con una letra que reivindica el derecho de la movilidad territorial. Sigue con “Dicen que soy un brujo”, de ritmo marcado y guitarras sucias, donde la oscuridad de los sonidos nos transportan directamente al Chiloé de los mitos y leyendas. La canción hacia el final se va haciendo cada vez más luminosa, llevándonos de la mano (o del ala) a “Tómate de mi alita”, donde la banda muestra su lado más tierno, y donde brillan las armonías de voces logradas por Honorio Chucao y Celestino Bandurria, guitarrista y bajista de la banda, respectivamente. El disco continúa con la ya mencionada “Abriremos todas las jaulas”, canción que se ha ido transformando en un himno joven contra un sistema opresivo que pareciera limitarnos más y más, para finalizar con la movida “Corazón colibrí”, dos minutos de completo desenfreno rítmico liderado por los golpes de Chincol Espinoza.

Un disco crudo, directo, que toca temáticas actuales de forma amena y que de seguro es un empezar con la pata derecha para esta emergente banda local.

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