Ópera “Madama Butterfly” realiza la primera de sus tres funciones ante las altas expectativas del público penquista. Patricio Pérez, encargado del diseño escenográfico e iluminación, contó algunos detalles sobre esta mega producción.
Una gran caja, que contiene en su interior otra caja más pequeña, la que en definitiva se convierte en una especie de jaula y posterior celda de muerte, es el concepto a grandes rasgos de lo que proyecta, escénicamente, “Madama Butterfly”, montaje escénico lírico, producido en alianza entre Corcudec y el Teatro Biobío, que hoy sobre este último escenario realizará su esperada función de estreno.
“Tal como las obras bien escritas, en términos de musicales y de texto, trascienden las épocas. Y ‘Madama Butterfly’, de Puccini, si bien tiene reminiscencias del 1900, pero la temática que lleva la dramaturgia, es absolutamente actual. Es abuso de poder entre otras cosas en este mismo orden”, señaló Patricio Pérez, encargado del diseño escenográfico e iluminación de la ópera.
Pérez, quien ha participado en años anteriores en otras producciones líricas de Corcudec, destacó las particularidades en su línea profesional sobre esta propuesta dramática. “Cada escenario tiene dimensiones, aforos, tiros visuales, entre otras cosas diferentes, es algo complejo de diseñar. Es decir, no es algo que quepa en varios escenarios sino más bien se piensa para un escenario en particular. Y lo otro, si bien este escenario -Teatro Biobío- cuenta con dimensiones ideales, no cuenta con un gran equipamiento de iluminación, por lo que se tuvo que recurrir a iluminación complementaria de apoyo”, dijo.
En cuanto a las expectativas que ha generado en el público este clásico lírico, cuya última vez que se presentó en la ciudad fue el 2008 también producido por Corcudec, el profesional señaló que “es bueno que se produzcan tan altas expectativas, mientras más ‘bulla’ se meta con descentralizar el país este tipo de montajes, es una maravilla. Lo importante es que estas expectativas, más allá que se puedan cumplir o no, sí genere una tendencia en poner atención en lo que se haga en este sentido desde regiones”.
A lo que el diseñador teatral concluyó que “la propuesta que tenemos junto a Christine Juke y Marianela Camaño, es traerlo a un lenguaje un poco más actual y que la estética no sea como una representación clásica de una casita japonesa, aunque por estar situada en Japón se debe tender a aquello, en alguna forma tiene más que ver a términos generales con un concepto”.