Cultura y Espectáculos

La importancia que tiene el baterista para el buen funcionamiento de una banda

La efeméride recuerda el natalicio de Gabriel Parra Pizarro, histórico baterista de Los Jaivas. Músicos e intérpretes de este instrumento dan su opinión sobre la importancia y vitalidad de su presencia dentro de una banda.

Por: Mauricio Maldonado 28 de Julio 2019
Fotografía: Andrés Oreña P.

Hace seis años que se instauró en nuestro país el Día del Baterista y Percusionista, siendo el 25 de julio celebrado como un sentido y merecido homenaje a Gabriel Parra Pizarro, baterista de Los Jaivas fallecido a fines de la década de los ochenta, en un accidente automovilístico.

Un día para celebrar su cumpleaños y sobre todo su gran talento y legado en la historia de la música popular nacional. Fecha también celebrada el viernes en nuestra ciudad y que tuvo como epicentro Casa de Salud, donde varios maestros de las baquetas se dieron cita. Entre ellos Toño Silva, baterista de Charly García y de Blues Brothers.

En línea con esta destacada efeméride es válido preguntarse: ¿Qué tan importante o vital es un baterista dentro de un grupo? ¿Se puede prescindir de su presencia?

El baterista es el dueño de la banda, así de vital es. Es quien genera el groove, el que mantiene el pulso y orquesta todo lo que sucede, musicalmente hablando. Para mí es el integrante más importante. Si no es bueno y no conoce el lenguaje del instrumento, se quedará sólo como un grupo o banda mediocre”, sentenció Ignacio González, destacado saxofonista local.

Palabras a las que profundizó que “hay dos tipos de bateristas, y producto un poco del advenimiento del pop y músicos como Ringo Starr, que más que orquestadores son timekeeper, o sea, alguien que mantiene el pulso. Obviamente, hay estilos en donde el baterista es una ‘maquinita de ritmo’ y otros en que la música es más creativa y tiene un rol súper importante, como el jazz y el rock. Por ejemplo, uno no se podría imaginar a Led Zeppelin sin un John Bonham o Rush sin Neil Peart”.

Por su parte, para Sergio “Tilo” González, histórico baterista del grupo Congreso y que hace poco recibió el premio Pulsar a Instrumentista del Año, Esta función es tan importante como la de cualquier otro músico, dependiendo de lo que se esté tocando. Aunque agregó que “sí tiene una labor específica, vital y que tiene relación con la dinámica de la banda, velocidad con que se tocan los temas, y en general tiene varias responsabilidades. No es que sea más importante, pero tiene un trabajo de conducción un poco más pesado. La banda se acopla a su interpretación, que puede ser rápida o lenta”.

Sobre la presencia del baterista en los tiempos actuales, en que todo se hace más por medio de un computador,  el experimentado intérprete reconoce que “no es algo sólo privativo de la batería. La mayoría de los instrumentos han ido siendo reemplazados, aunque creo y pienso que los más inteligentes mezclan ambos mundos, ahí está la clave. Son tendencias que se pueden compatibilizar con lo que está establecido desde hace años”.

Motor rítmico

Para Cris Alejandro, voz y guitarra de la emergente banda FrioLento, el baterista en su caso representa el corazón de todo, con mayor razón si la configuración es un trío.

“Es nuestro corazón, sonoramente hablando, ya sea cuando tocamos en el estudio como en vivo. Es lo que tiene que estar funcionando sólido y de forma constante. Es vital para el equilibrio ‘saludable’ de un grupo y su respectiva proyección, ya que sino no es muy bueno se reducen las opciones de seguir y prosperar con una banda”.

Mientras que para Gipson Reyes, destacado baterista y percusionista de la Orquesta Sinfónica UdeC, coincidiendo con “Tilo” González, el baterista  tiene importantes responsabilidades y depende mucho del estilo que se interprete.

“En el rock es una pieza fundamental, pero en general tiene un rol de mantener el motor rítmico, un pulso estable, que no se quede ni tampoco se adelante. Para mí, el baterista es un complemento en sí junto con los demás instrumentos. Por ejemplo, si el tema sube de intensidad, el baterista debe ir aportando a través de los matices, saber tocar a un volumen moderado como también en algunos minutos levantar el motor rítmico”.

En cuanto a la particularidad de la percusión, y en su caso de índole más docta, la ejecución y su importancia dependerá también de la pieza a interpretar, que va más allá de ser sólo un motor rítmico, además que el percusionista aporta desde otra vereda musical y que escapan de la ejecución del baterista. “En el ámbito de la orquestación, juega un papel que escapa a sólo lo rítmico, o sea, en las piezas más clásicas no siempre se está tocando de forma constante o en el 100% de la obra, sino más bien interviene en ciertos lugares. Muchas veces aporta un ‘color’ tímbrico, por ejemplo, a través de un triángulo, un platillo o pandero. Entonces, existe como una gama de timbres mucho más amplia que solamente el batero en sí. Aunque igual se pueden integrar ambos mundos y hay muchos ejemplos de intérpretes que hace años lo hacen, ampliar el set que implica una batería”.

A lo que concluyó que “la batería es la que marca el ritmo de la mayoría de las canciones, es la que te hace mover el pie y disfrutar el aspecto rítmico de la música, pero siempre sigue siendo un acompañamiento. Para mí, en el ámbito de la música popular, lo más importante es el texto, lo que se dice y quiere transmitir”.

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