Cultura y Espectáculos

La Casa del Arte UdeC y sus invaluables tesoros

Gestada como una idea que data desde los orígenes de la UdeC, la Casa del Arte José Clemente Orozco toma rumbo y forma definitiva en 1958 con la adquisición de una colección de más de 500 pinturas, principalmente, correspondientes a la llamada Generación del Trece. Finalmente, y luego de sortear variados obstáculos, entre ellos el terremoto del 60, el anhelado edificio abre sus puertas a la comunidad en 1967.

Por: Mauricio Maldonado 22 de Mayo 2019
Fotografía: Cedida

Desde los primeros años de fundación de la Universidad de Concepción estaba la idea, y como parte de su espíritu humanista, contar con un espacio que pudiera albergar trabajos de artistas regionales, nacionales y extranjeros. Una inquietud que de a poco fue tomando cuerpo, con la adquisición de obras para algunas de sus dependencias y que con el correr del tiempo creció de manera impensada, ya sea por la compra cada vez más frecuente de pinturas como también por diferentes donaciones. Es así que se establece en 1929, por parte del rector Enrique Molina Garmendia, la implementación una galería de arte que permitiera enriquecer y desarrollar el espíritu cultural de la comunidad universitaria. Con este gesto concreto, nace el proyecto de la Pinacoteca UdeC, cuyo fin en su primera etapa fue congregar material artístico de autores chilenos y extranjeros, con objetivos pedagógicos y más didácticos.

Sin embargo, no es hasta el año 58 en que la colección universitaria toma un giro clave y decisivo, y que marcaría en definitiva lo que es hoy en día el recinto también conocido como Casa del Arte. Gracias a la gestión del pintor y profesor Tole Peralta, y bajo el alero de la rectoría de David Stitchkin, se adquiere una colección de alrededor de 500 obras de pintores nacionales, principalmente, de la llamada Generación del Trece.

Albino Echeverría, experimentado artista plástico y mano derecha en ese entonces de Peralta recuerda que “la colección de la Pinacoteca estaba formándose antes que estuviera el edificio, adquirió una vigencia y organización más definida cuando se adquirió la Generación del Trece. Había una implementación elemental hasta ese momento, pero con la adquisición de esta colección toma un rumbo más acentuado y parte la compra de otras obras de maestros representativos de distintos periodos de la pintura nacional y también internacional”.

Amplio reconocimiento

Es así como de forma definitiva, y tras sortear diversos trámites y obstáculos, como el terremoto del 60, en 1963 comienza sus obras la Casa del Arte, con el objetivo de almacenar y también exponer obras -pinturas, grabados, esculturas, etc- a tiempo completo y a toda la comunidad. Edificio que se levanta en la ex Escuela Dental UdeC (que se quemó producto del fuerte sismo), de corte moderno y neoclásico, que fue encargado a los arquitectos Alejandro Rodríguez y Osvaldo Cáceres.

Luego de cuatro intensos años de trabajo, la Casa del Arte José Clemente Orozco, abre sus puertas a la comunidad penquista con una colección que ascendía a las 1.740 obras y que a la fecha supera con creces las 3 mil piezas. “Podríamos decir que como Casa del Arte poseemos trabajos que cruzan casi todos los períodos del arte chileno, con algunas deudas pendientes con la Generación de los Ochenta y Noventa, y actualmente, nos hacen falta los Premios Nacionales de los últimos diez años. Sin embargo, en general es una muestra de reconocimiento a nivel país, por lo mismo también muchos artistas nos han donado algunos de sus trabajos debido al prestigio que significa estar aquí. Y tratamos de que el público la conozca en su mayoría, esa es nuestra función”, precisa Sandra Santander, artista y curadora de la Pinacoteca UdeC hace más de 15 años.

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