Mr. Pilz, Análoga, Cami Gallardo, Cantando Aprendo a Hablar, Saiko, Ana Tijoux, fueron algunas de las artistas que integraron el cartel del primer día del festival, el que hoy concentrará propuestas de sonoridades y melodías más pesadas y roqueras.
De menos a más, se podría resumir, a grandes rasgos, lo que fue ayer la primera jornada del festival REC Rock en Conce en el Parque Bicentenario. Y no es que las bandas que abrieron el cartel fueron de menor calidad, por el contrario, es más bien por el pulso que fue alcanzando el público y la intensidad de las propuestas musicales.
Como era de esperarse y para cubrir la baja de Suspiro Pipeño de la programación -producida por la denuncia de maltrato contra su vocalista y para evitar cualquier situación negativa- el número infantil en vez de arrancar al mediodía partió una hora después, con familias completas esperando la presentación de Cantando Aprendo a Hablar. Repertorio que sobre pasó los treinta minutos y cuyas canciones fueron coreadas y bailadas tanto por los niños como sus padres. Una puesta escena sólida, que si bien el mensaje de las letras apunta a temáticas educativas y con fines fonoaudiológicos, tiene un fuerte componente roquero en sus melodías, lo cual explotan al máximo con los experimentados que conforman la banda encabezada por Bulublú.
Ya cerca de las 14.00 horas fue el turno de María Colores, quien de la misma forma se despachó un show correcto e impecable. Abordando diversas melodías, que van más por el lado del pop, romántico e incluso la ranchera, supo encantar con su suave voz a la audiencia, siendo su punto alto dentro su presentación el cover de “Perdona si te hago llorar”. Siendo casi las 15.00 horas Mr. Piltz fue el primer gran golpe sonoro, más cercano al rock, dentro de la parrilla sabatina de REC. De la tranquilidad y cierta calma de las dos primeras propuestas, el quinteto comandado por Ariana Riffo puso en escena toda la psicodelia y rock and roll de su primer trabajo en estudio “Experiencia Mazateca”, EP que lograron mostrar de comienzo a fin.
Luego Ana Luisa Ochoa, Análoga, hizo bajar un poco las revoluciones con un sonido más calmo y cercano al soft pop. Discurso musical, de gran y destacado contenido feminista, que fue escuchado con atención y respeto por parte de la gente, que ya cerca de las 16.00 horas, llenaba a media capacidad el Bicentenario. Los ánimos se encendieron, nuevamente, con los nacionales de We are the Grand, melodías más cargadas al indie rock que con casi 45 minutos de repertorio -sólida puesta en escena- hicieron cantar y saltar a los asistentes.
La cuota de calma, otra vez, la puso la banda local Elegía al Atardecer. Con un sonido casi único -tan ajeno a lo típico “penquista”- e impregnado de la onda más indie, sus 30 minutos disponibles los utilizaron para mostrar varios cortes de su álbum debut “Pacífico”, además de un track inédito. Presentación que dejó el camino servido para los nacionales de Saiko y quienes dieron el vamos al bloque final de la jornada.
Encabezados por la carismática Denisse Malebrán, en casi una hora de show desplegaron lo mejor de su catálogo y que justo este año cumple 20 años de trayectoria. Clásicos de la memoria auditiva nacional que fueron coreadas de comienzo a fin por el público, que a esas alturas era mayormente adolescente.
Luego, uno de los momentos más esperados del día y que desde temprano los cintillos de distintos colores ya lo anunciaban, la presentación de Camila Gallardo, la que se asemejó mucho a su última pasada por la zona el año pasado, cuando presentó en SurActivo su disco “Rosa”. Una voz de altura que no dejó indiferente a nadie, sobre todo con el cover de Violeta Parra, llamando la atención incluso a quienes en esos momentos esperaban el hip hop y los acordes de la a estas alturas internacional Ana Tijoux.
El cierre lo marcaron los colombianos de Aterciopelados, que al cierre de esta edición -21.00 horas- aún no se subían y debutaban a la vez por estos lados, al escenario del REC.
Punto a parte de esta primera jornada, lo constituyó la distribución del espacio fuera del escenario, que contribuyó en gran medida al orden y comportamiento de los asistentes, lo que fue respaldado por el correcto y oportuno accionar de Carabineros. En esta versión del festival, por ejemplo, los foodtrucks fueron ubicados al otro lado de la calle que separa el Parque Bicentenario con el Mallplaza Mirador Bío Bío, lo que otorgó un mayor espacio y circulación de la gente, distancia que también se marcó entre el escenario y el público, la cual también fue mayor y dio mayor visibilidad a los diferentes shows. Un aporte también lo constituyó el espacio infantil habilitado al comienzo del parque, el cual hizo que la familia permaneciera en el recinto durante gran parte del día, disfrutando de los diferentes juegos infantiles inflables y obras teatrales. En esta misma línea, y también apuntando a otro tipo de público, el escenario REC Bits atrajo a múltiples amantes de la electrónica a la explanada del Teatro Biobío.
Una jornada de múltiples sensaciones, contrastes y sentimientos, que hoy volverán a surgir y brotar con mayor fuerza y pasión, también a partir desde el mediodía.