Considerado todo un referente de las tablas nacionales, el dramaturgo y director artístico del Teatro Nacional Chileno fue el invitado de honor de la UdeC, en el marco de la alianza cultural con la U. de Chile. Unión que tuvo como primer hito la función de la obra “El tribunal del honor” y la charla “La dramaturgia del espacio”.
Como parte de afianzar y estrechar los lazos en el ámbito cultural entre la UdeC y la U. de Chile, esta semana se realizaron dos hitos que marcaron el comienzo de esta alianza, que busca compartir la gran tradición en esta área de ambas casas de estudio, con actividades conjuntas que lleguen a toda la comunidad.
Las primeras acciones fueron la obra “El tribunal del honor” y la charla “La dramaturgia del espacio”, con Ramón Griffero fue el invitado especial de ambas jornadas. El destacado dramaturgo y director artístico del Teatro Nacional Chileno se mostró expectante ante la unión de estas dos tradicionales casas de estudio.
“Esto es una celebración del inicio de ese acuerdo a través del teatro, de la presentación del Teatro Nacional Chileno, que no venía en décadas a Concepción. Que estos espacios históricos en creación del saber se unan en proyectos conjuntos, le da una fortaleza al espíritu republicano de la educación, a la continuidad de un saber basado en lo que llamamos universidad. Dos grandes entes del país que han contribuido a la formación de nuestra identidad”, dijo.
Uno de los puntos en que hizo mención en su charla, la que contó con una alta concurrencia el día jueves, fue la necesidad de que la capital regional cuente con una carrera profesional en artes escénicas, y así evitar una migración desde la provincia a la capital.
“La charla ‘La dramaturgia del espacio’ es una reflexión filosófica del espacio que causa mucho interés, porque tiene que ver con nuestra realidad y en que aproveché de resaltar la necesidad de que Concepción cuente con una escuela de artes escénicas. Por esta falencia están obligando a toda la población regional a migrar en pleno siglo XXI para estudiar un arte que es de carácter nacional. Se piensa que el arte no genera ingresos, pero sí lo hace y con creces”, señaló.
En este mismo sentido, Griffero hizo hincapié en que nuestra ciudad puede perder esa condición de referente en materia teatral debido a esta carencia, destacando que “esa posición deja de existir cuando ya no generas profesionales en el área. No se puede ser voz autorizada en medicina sin una escuela. Hay teatro, hay espacios, hay creadores. En Concepción hay buenos dramaturgos, pero ellos deberían ser los maestros de gente en escuelas y al no existir se va perdiendo un oficio local y nacional”.
Igual de crítico y agudo se mostró respecto a la visión desde Santiago sobre nuestra ciudad en cuanto al desarrollo de las artes escénicas, destacando, a modo general, que la verdadera cultura no se muestra en los medios, no hay una difusión acorde a la calidad de las propuestas consideradas como ricas en lo artístico, destacando simplemente lo más farandulero.
“En este momento domina la farándula, el arte de mercado. La difusión del arte a través de los medios de comunicación es casi inexistente, se difunde el arte de mercado. No es que la farándula no pueda existir, pero es diferente cuando el mercado avasalla tanto que arrincona al arte. El arte de hoy es la cultura del mañana y si el arte de hoy es la farándula, imagina la cultura del futuro”, apuntó.
Añadió que “lo importante es que al público le interese ver arte, pero tiene que saber que eso existe. Nos damos cuenta altiro cuando hay una exposición con mucha difusión y otra sin nada, una sala vacía versus una llena. Tenemos el ejemplo de Teatro a Mil, que con toda su difusión aparecen más de 500 mil espectadores. El mito de la televisión, que al público no le interesa el arte, es una falacia de mediocres”.
También tuvo palabras en relación a la restitución del 30% del presupuesto designado a un grupo de instituciones culturales capitalinas -entre ellas también el Teatro Biobío- por parte del Gobierno, manifestando que “es tan miserable, el 0,4% de lo que Chile destina a la cultura, menos que lo que se entrega al Instituto Médico Legal. La plata que se retiró a cinco instituciones era apenas de mil millones, $200 millones por institución. Es tan bajo lo que nuestro Estado entrega a la cultura, que se hace un escándalo por quitarle tan poco a una institución gigantesca, cuando Carabineros y el Ejército defraudan en millones, más plata que lo que se le destina a la cultura en general”.