20 mil personas llegaron al recinto para ver al puertorriqueño, que logró cautivar a los presentes en su regreso a la ciudad. La presentación mezcló clásicos como “Tiempo de Vals” y canciones de su último disco.
21:06 de la noche del miércoles 14 de noviembre y en el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción comienzan a sonar los acordes de “Torero”, en el escenario, un video haciendo referencia a la actividad. Al minuto, Chayanne comenzó a cantar lo que fue uno de sus singles del disco de “Grandes éxitos” del año 2002.
“Hay que ser torero, poner el alma en el ruedo”, coreaban las 20 mil fanáticas -la mayoría del público era femenino- que repletaron el reducto de la avenida Collao, mientras que el caribeño se movía por todo el escenario, acompañado por un cuerpo de baile que mostró toda su destreza. Además, varias pantallas LED acompañaban las canciones insignes de boricua.
La fiesta había comenzado en lo alto, con harto baile, lo que en el segundo tema no dejó de ser menos. “Humanos a Marte” mantuvo el movimiento de los espectadores, mientras Chayanne se desplazaba por el escenario saludando a las presentes, que llegaron con carteles y rosas.
El romanticismo también ha sido parte importante de su carrera. Y si bien todo era una fiesta, el amor no podía faltar y llegó de la mano de “Dejaría todo”. Esto fue muy disfrutado por el público, que tuvo mucha gente venida desde fuera de la Región.
Con “Madre Tierra”, del disco “En todo estaré”, volvió el movimiento al escenario del Ester Roa. Chayanne demostró que no sólo canta bien, sino que también es un gran bailarín. Y de paso, invitó al público presente a realizar la coreografía de la canción.
Tras esto, el movimiento del boricua y la interacción con el público penquista siguió con “Boom Boom”. Luego, volvió el romanticismo de “Un siglo sin ti”.
“Fiesta en América” y “Palo bonito” motivaron al puertorriqueño a acercarse a los asistentes que repletaron el Ester Roa, y muchas aprovecharon para besarlo. Mientras “Tiempo de vals” fue el tema que escogió para que una fanática se subiera al escenario. Experiencia que fue terminada con una selfie.
Guitarras y cajón peruano
Tras un tercer cambio de vestimenta, el boricua volvió en la escala de la escenografía, en donde estuvo acompañado por guitarras, un acordeón y un cajón peruano que entregaron la sensación de intimidad entre el cantante y su público. En ese segmento, sonaron “Sentada aquí en mi alma”, “Tu pirata soy yo”, “Fuiste un trozo de hielo en la escarcha”, “Candela”, “Yo te amo” y “Atado a tu amor”.
Luego, aparecieron las canciones bailables que lo hicieron muy conocido a mediados de la década de los noventa. “Baila Baila” fue parte de la presentación, que mantuvo de pie a toda la fanaticada, que aprovechaba de tirarle peluches y flores al cantante. A ella le siguió “Este rito se baila así”.
La constante en este “Desde el Alma Tour” fue el contraste entre lo bailable y el romanticismo, situación que se notó en el espectáculo y que fue seguido con gran atención siempre por el público asistente. Tras el ritmo, volvió el amor con “Y tú te vas”, a lo que siguió “Caprichosa”. Luego, vino un clásico de toda fiesta y karaoke, como lo es “Salomé”. Con eso, se despidió.
Sin embargo, la multitud que colmó el reducto de la Avenida Collao coreó el nombre del boricua para que volviera a un bis y accedió para cantar dos temas más.
Faltaban minutos para las 23 horas y, en el escenario, Chayanne cantó con euforia “Provócame”, invitando a bailar y corear. Ahí, sufrió un pequeño traspié al subir por la escalera, hecho por el cual pidió disculpas.
En resumen, un espectáculo donde el puertorriqueño mostró lo mejor de sus éxitos, que dejó feliz a una fanaticada que esperó seis años por volver a verlo en Concepción.