Luego de 12 años sin pisar suelo penquista, el director argentino fue una de las batutas invitadas al II Encuentro Internacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, el cual se realizó en el contexto del programa “Expresión Bío Bío”. Oportunidad en que se refirió a su paso por ésta importante agrupación entre los años 2000 y 2006.
Estos días aquí en Concepción, han significado para Luis Gorelik, ex director titular de la Orquesta Sinfónica UdeC entre ellos años 2000 a 2006, una feliz pausa dentro de su ajetreada y apretada agenda. “Estos días aquí en Concepción para mí son motivo de mucha alegría y enorme regocijo”, acotó la batuta trasandina.
El maestro, actual director de la Sinfónica de Entre Ríos, de la ciudad de Paraná, y también de la Orquesta Nacional Juan de Dios Filiberto de Buenos Aires, fue una de los invitados de honor al II Encuentro Internacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, realizado en el marco del programa “Expresión Bio Bio”, organizado por el Ministerio de las Culturas con el apoyo financiero del Gobierno Regional. Evento que se realizó entre el miércoles y viernes recién pasado en dependencias del Colegio Concepción de Pedro de Valdivia (talleres y masterclass), concluyendo con un gran concierto en la sala principal del Teatro Biobío.
“Tras doce años de no venir por aquí, me sorprendió la excelente organización de este evento, y por supuesto, la cantidad y calidad de los jóvenes músicos que participan del mismo. Hay un incremento notable y loable de la actividad de las orquestas juveniles e infantiles en la Región, lo que sin duda, habla muy bien de la tarea que se ha hecho en este sentido y que creo muy valioso”, manifestó el director.
Más allá de ser un alto enriquecedor, musicalmente hablando, se hacen inevitables que broten los recuerdos de su paso por la Orquesta UdeC, un período que está marcado a fuego su larga trayectoria. “Siempre es muy fuerte, pasé aquí 7 años que fueron importantísimos de mi vida, personal y profesional. Tiempo de trabajo muy duro, en un momento para mí sumamente fundamental, mi vida profesional no sería la misma sin esos años, además viví acá durante todo ese tiempo. Período en que la Sinfónica UdeC se transformó en una de las mejores en su tipo, tanto a nivel nacional como Latinoamericano. No olvidemos que durante ese tiempo recibimos el Premio a la Música entregado por las manos de Ricardo Lagos, un hito importantísimo, tanto para la UdeC y en especial para la Orquesta. Y también tuve el honor de recibir el Premio Arte y Cultura, medalla Claudio Arrau”, detalló la batuta.
Si bien fue un período en extremo fructífero, sorprende a simple vista su alejamiento, de cierta manera, repentino y tajante. Partida a la que Gorelik toma distancia y señaló que “no diría que fue exactamente de mutuo acuerdo, prefiero mirar hacia adelante y poner en foco todo lo que se hizo, que fue mucho. La universidad asumió, en aquellos años, un compromiso muy fuerte con el desarrollo del organismo, es cierto que igual con errores, no siempre se cuenta con todas las herramientas necesarias, pero es mejor hacer foco en el recuerdo de las buenas cosas y también pensar en futuras opciones. Posibilidades que, a partir de ahora, pueden abrirse y que para mí sería una alegría el poder venir como invitado a dirigir uno de los conciertos de la Sinfónica UdeC”.
Añadiendo que “sé que el año que viene se celebra el centenario de la UdeC, un año muy importante para la institución, y sería fantástico el poder ser parte de ese evento en algún punto del 2019”.
Tras dejar Concepción, Gorelik se radicó desde el 2007 en Buenos Aires, sin embargo, a la distancia igual no le ha perdido la huella a la actividad que ha rodeado la Sinfónica UdeC. “Una parte de mi corazón quedó aquí junto a la Orquesta UdeC, sé que ha tenido momentos buenísimos estos últimos años, teniendo la oportunidad de trabajar con directores muy buenos como, por ejemplo, Julian Kuerti, una excelente batuta. Y también sé que ha tenido momentos difíciles. Espero que puedan encaminarse, definitivamente, en una senda de trabajo armonioso. El recurso más importante en un organismo artístico, es el capital humano, lo cual hay que cuidar por sobre todas las cosas. Ya que producir un músico profesional es muy difícil, una tarea de muchísimos años”.
A lo que completó que “desde mi opinión, para que un organismo artístico funcione bien, tiene que estar satisfecha, y en armonía, las necesidades institucionales, artísticas y laborales. En la medida que estas tres columnas están en equilibrio, todo anda bien. Sin embargo, si una de ellas falla, comienzan los problemas”.
Al igual que ocurrió el año pasado, en que luego del I Encuentro Internacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, un seleccionado de músicos locales viajó a Guanajuato, México, se hizo oficial la invitación, por parte de Gorelik y que el Ministerio de las Culturas aceptó, que ahora otro grupo de músicos del Bío Bío vaya a Argentina a tocar y participar en distintas masterclass a fines de septiembre, puntualmente, en la ciudad de Tucuman. “Estoy a cargo de la dirección musical de un mega evento que se ha hecho por tres años consecutivos, que tiene como sede la ciudad de Tucuman, que reúne a más de 600 músicos de toda la república de Argentina, y por primera vez se va a internacionalizar, ya que esperamos recibir una delegación de músicos de la Concepción. Es un evento de altísima calidad de una semana completa de trabajo, en la cual los jóvenes realizan clínicas, talleres y también trabajo orquestal con sus pares, interactuando con grandes maestros, entre ellos, el violinista israelí Shlomo Mintz”, concluyó el director trasandino.