Cultura y Espectáculos

Pasión y persistencia de un camino en que no sólo vive de los aplausos

Una nueva celebración del Día Nacional del Teatro hace reflexionar entorno a las necesidades y lo difícil de tomar la senda de las tablas. Si bien existe formación -con la realización de seminarios y talleres- la falta de una casa de estudios que imparta la carrera teatral asoma como la gran falencia.

Por: Diario Concepción 14 de Mayo 2017
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Una nueva celebración del Día Nacional del Teatro hace reflexionar entorno a las necesidades y lo difícil de tomar la senda de las tablas. Si bien existe formación -con la realización de seminarios y talleres- la falta de una casa de estudios que imparta la carrera teatral asoma como la gran falencia. 
 

Mauricio Maldonado Quilodrán
mauricio.maldonado@diarioconcepcion.cl

El pasado jueves 11 de mayo se celebró a lo largo del país el Día Nacional del Teatro, fecha que conmemora el natalicio de Andrés Pérez, referente indiscutido de las tablas chilenas.

El Bío Bío, y la capital regional, no fueron la excepción de los festejos, viviendo una intensa jornada que tuvo como epicentro la Corporación Cultural Artistas del Acero. Lugar que además sirvió para anunciar la segunda versión de la muestra de teatro independiente "Canto de Pájaros", organizado por el Consejo de la Cultura y que este año se realizará en la comuna de Coronel, en línea con el afán descentralizador propuesto por los propios actores y actrices locales.

"Fue una decisión descentralizadora que emanó desde la propia comunidad del teatro y que nosotros apoyamos con determinación, con el fin de trabajar e integrar nuevos públicos en lugares alejados de los principales centros urbanos, al tiempo que el compromiso de las compañías también motivó un trabajo asociativo entre ellas, evidenciando que de esta forma se pueden lograr grandes desafíos", afirmó con entusiasmo Marcia Orellana, directora regional del Consejo de la Cultura.

Si bien este gesto descentralizador no deja de ser importante, el teatro local padece de otras urgencias y necesidades. Una de estas iría por el lado de la formación profesional y la falta de una institución de educación superior que dictara la carrera de teatro, en pos de ir renovando las generaciones de intérpretes teatrales locales. "Sentimos que a pesar que existe formación -que es informal, ya que se hacen talleres, seminarios, vienen docentes, directores y actores de afuera- y siempre se está perfeccionando el área, falta una escuela formal de teatro. Las generaciones actuales iremos envejeciendo y es necesario un recambio, que aparezcan nuevos intérpretes", comentó Patricio Ruiz, actor e integrante de la compañía Teatro Reconstrucción, que justamente este año cumple 10 años de actividad.

Gustavo Sáez, de la compañía Teatro El Rostro, apuntó también en este sentido señalando que "la única manera que haya un teatro profesional de calidad en Concepción, es que alguien se haga cargo de ello, y ese alguien tiene que ser alguna universidad. Acá varias de ellas y si sólo una se dedicara a ello exclusivamente sería otra cosa. Es la única manera que crezca un movimiento teatral".

Mientras que para Manuel Loyola, actor y director de la compañía Teatro del Oráculo, si bien faltan instancias o espacios de formación, "estos debemos crearlos desde la comunidad. Promover un paradigma de desarrollo horizontal, no vertical como el que nos tienen acostumbrados. Si al Estado no le interesa la formación artística, no importa; a nosotros sí nos interesa y por eso nos ponemos en acción".

En ese sentido es que desde este año Teatro del Oráculo -a través de Centro Oráculo- imparte el curso Actuación Profesional y Pedagogía del Teatro, "y esto es sólo el comienzo. En estos proyectos hemos sumado a más de 18 profesionales de las artes escénicas locales. Hoy el estado actual del desarrollo de artistas escénicos en Concepción, permite iniciar proceso de transferencias de conocimiento. Si hay saberes en la ciudad, hay que articularlos y ponerlos al servicio de generaciones de jóvenes a quienes no se les ha permitido un acercamiento al arte", añadió el también magíster en dirección teatral.

Para Gisel Sparza, actriz y directora de Teatro La Obra, más que formación "faltan espacios, y más que para presentar obras, para crear y ensayar, es fundamental. Y por otro lado, más que la apertura de nuevamente la carrera de teatro y escuelas de teatro, hacen falta seminarios que nos entreguen herramientas en el área de la gestión. Porque, lamentablemente, cuando uno pasa por la escuela de teatro, en realidad uno estudia para hacer teatro y uno no imagina todo lo relacionado con la gestión que se viene luego encima".

¿Vivir o sobrevivir?

Dentro de estos últimos años, es innegable la gran actividad teatral que se vive a nivel local, las 12 compañías activas y funcionando en Concepción -sin contar las relacionadas con alguna universidad o centro cultural- es prueba de aquello. Sin embargo, al igual que en otras disciplinas artísticas, es casi imposible el vivir sólo de hacer teatro.

"Sino tuviéramos una ‘vida paralela’ sería imposible el vivir sólo del teatro. Aunque uno ve algo muy interesante y es una constante en las compañía nuevas y en las que llevan muchos años, que es la persistencia absoluta y el amor irrestrictopor el teatro. Eso como un motor movilizador es fundamental, si no se tiene esa pulsión vital, nada funciona, porque las condiciones siempre son adversas", confesó Ruiz.

Por su lado, Sparza agregó que "nuestro caso como compañía es bien particular, porque un tiempo funcionamos en Francia, entonces pudimos ver como la diferencia entre el sistema de allá y acá. Hay semejanzas en el tema de las subvenciones estatales, lo que permite en ambas partes sobrevivir. Todos los que nos dedicamos a esto vivimos de tiempos de ‘vacas gordas y flacas’ y consiste un poco en hacer malabares cuando se tiene y guardar pensando en el futuro, proyectando nuevas producciones".

Contrario a esto es lo que piensa Loyola, ya que la vida teatral y dedicarse profesionalmente a esto es "como cualquier otra profesión. El teatro es una actividad que le permite a las personas vivir de manera adecuada, si eres disciplinado y riguroso, más aún. Tiene la enorme virtud del trabajo en equipo, del vínculo físico, emocional y cognitivo directo. El problema es que en nuestro Chile ‘neoliberalizado’, donde cada cosa que deseas hacer tiene un alto costo, no hay profesión que pueda darte una vida tranquila y estable".

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