Cultura y Espectáculos

Vas a querer cantar, no dejarás de reír: Sing

La película cuenta una historia que es una mezcla entre American Idol y Zootopia de Disney. La animación es deslumbrante y los chistes son graciosísimos.

Por: Diario Concepción 23 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-6914.jpg

La película cuenta una historia que es una mezcla entre American Idol y Zootopia de Disney. La animación es deslumbrante y los chistes son graciosísimos.

 

Esteban Andaur
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Si viste La vida secreta de tus mascotas, habrás notado que en los avances preliminares, estaba incluido el tráiler de Sing (2016), la siguiente película del estudio de animación Illumination Entertainment, a cargo de Mascotas. Encima, durante la persecución final del filme se veía en la parte trasera de un bus el afiche de Sing. Ahora bien, la publicidad pudo ser excesiva, pero no era engañosa: la película es harto mejor que su predecesora.

Sing es una mezcla entre populares programas de concurso de canto, como American Idol o Factor X Chile (sí, me quedo con la versión nacional), y Zootopia (2016), el exitoso filme animado de Disney. Mientras Zootopia está arrasando durante esta temporada de premios, Sing, que recibirá menos dinero y honores, nos presenta una narración que considero más sólida. Zootopia era una muy buena película infantil, pero se iba mucho por las ramas para entregar un mensaje social simple. Sing, en cambio, es una historia libre de recovecos, por lo tanto, el mensaje de aceptación social y de realización personal que busca entregar suena fuerte y claro, adquiriendo la importancia que un mensaje así se merece, y sin cometer el error de ponerse solemne más de la cuenta.

Tal claridad le permite a la historia concentrarse en desarrollar un sentido del humor disparatado, que aprovecha cada oportunidad para hacernos reír, como en una película ochentera con Leslie Nielsen, y el resultado es irresistible. Aunque debo observar que no me convence que animales terrestres tan diferentes entre sí puedan sobrevivir en un ecosistema único, o que esta película y Zootopia precisen animales para representar relaciones humanas cotidianas.

La historia se trata de un koala llamado Buster Moon, quien intenta revivir la gloria del Teatro Moon, que heredó de su padre. El fracaso constante de sus espectáculos lo tiene con demasiadas deudas, sin embargo, Moon se niega a ceder el teatro al banco. Para resolver esto, convoca a los habitantes de la ciudad en la que vive (una mezcla entre la arquitectura de San Francisco con los colores pastel de L.A., así que este mundo queda cerca de Hollywood) a una audición para un concurso de canto, amontarse en su teatro, en el que los finalistas participarán por un premio de 100.000 dólares.

Como suele ocurrir en los programas de TV citados, la mejor parte de Sing la constituye la prolongada escena de la audición masiva. Muchos de los mejores chistes del filme toman lugar aquí. Un chancho interpreta una canción de Lady Gaga con coreografía, un ratón tiene una voz a lo Frank Sinatra, y un caracol canta pegado al micrófono. Además, es imposible no deleitarse al escuchar clásicos de Van Halen, Seal, Cyndi Lauper, Leonard Cohen y Gipsy Kings durante todo el metraje; si hasta escuchamos K-pop.

Los personajes más interesantes son, obviamente, los finalistas, como Johnny, un gorila que sabe que tiene el don del canto, pero cuyo padre desea que <> en su pandilla de ladrones.

Meena es una tímida elefanta adolescente, dueña de una voz poderosa, y que Moon acepta como tramoyista. Meena le miente a su familia, haciéndoles creer que está concursando. El final del filme hace innecesario que se enteren de la mentira, y nunca saben la verdad; pero ¿por qué entonces hacer mentir a Meena? Sin embargo, su personalidad está bien desarrollada, y es uno de los personajes que genera más empatía.

Rosita es una chancha ama de casa con muchos hijos y un marido absorbido por el trabajo. Ella se empareja con Gunter en el show, un chancho alemán y experto bailarín, con quien bailará y cantará en su número.

En cuanto al ratón Mike, bueno, es prescindible en el relato, pero no cuestiono que un filme así utilice una referencia recurrente a Sinatra.

Ahora bien, me habría gustado más crítica a la industria musical. Este tipo de competencias en el mundo real han orientado la producción musical hacia cantantes de cuerpos y rostros atractivos y que cantan lo que sea les asegure rentas, en lugar de expresar su creatividad y hacer una declaración sobre cualquier cosa. Al menos, la puercoespín Ash presenta su propia canción, y es puro rock.

Tengo que destacar a la Señorita Crawley dentro de los personajes, una iguana anciana que trabaja como la secretaria de Moon, y que posee un ojo de vidrio que con bastante frecuencia se sale de su cuenca. También le da lecciones de piano a Johnny. El chiste del ojo de vidrio lo hemos visto muchas veces antes, pero incluso cuando la película puede prescindir de esto y seguir funcionando, es un valor agregado para el personaje, pues lo que realmente funciona en la Señorita Crawley es su personalidad. Es por eso que todas las risas que rodean a este personaje son efectivas, desde sus hilarantes diálogos hasta el humor físico, el cual se extiende a cada personaje y, por ende, la película se vuelve desternillante.

A pesar de ciertos puntos de la trama que se solucionan de maneras poco convincentes (como la mentira de Meena), Sing logra entregar diversión amena de un humor exquisito, con una animación deslumbrante que rivaliza con la de Pixar, y me alegra la noción de que los niños se familiaricen con las canciones clásicas del rock y el pop.
 

 

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