Cultura y Espectáculos

Porque Casablanca es la tierra del amor: Aliados

La nueva película del director Robert Zemeckis es un elegante homenaje al cine de Hollywood de los ‘40. Aliados es conmovedora en el romance y emocionante en la acción.

Por: Diario Concepción 22 de Enero 2017
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La nueva película del director Robert Zemeckis es un elegante homenaje al cine de Hollywood de los ‘40. Aliados es conmovedora en el romance y emocionante en la acción.

 

Esteban Andaur
Contacto@diarioconcepcion.cl

Casablanca (1942) es considerada, casi unánimemente, como la película más popular de todos los tiempos. A mí me gusta más Lo que el viento se llevó (1939), pero entiendo a aquellos críticos que prefieren Casablanca. Es indiscutiblemente una gran película, además de poseer el que es considerado el mejor guion de la historia del cine, y ser el romance más emblemático del celuloide. Es demasiado para una sola película, mas Casablanca se lo merece. Y pesar de tener unos cuantos errores, es una de esas raras cintas cuyas virtudes son tan grandes, que hasta sus fallas se convierten en algo virtuoso. Cuando critiqué el más amado clásico hollywoodense hace casi dos años, dije lo siguiente: <<Éste es un film de ideales. Ideales ligados a la política, sí, pero también al amor, y al heroísmo que grandes sacrificios logran en pos del amor>>. Bonito, ¿no?

Aliados (2016) es un filme ambientado en el año 1942, ¡el año de estreno de Casablanca!, y al igual que esta última, transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, y tiene un amor imposible, un aeropuerto y <>. Aliados cuenta la historia del oficial de la inteligencia canadiense Max Vatan (Brad Pitt) y Marianne Beauséjour (Marion Cotillard), miembro de la Resistencia Francesa, quienes se encuentran en Casablanca para asesinar al embajador alemán. Fingen ser un matrimonio francés.

Allí se enamoran y deciden casarse, mudándose a Londres, donde tienen una hija, y continúan trabajando como espías, pero con más bajo perfil. Todo marcha bien hasta que la agencia le revela al marido las sospechas que caen sobre su mujer, una eventual espía alemana, y él deberá asesinarla con sus propias manos si las sospechas resultan veraces. Si no la mata, ambos serán colgados por alta traición.

Este excelente nuevo filme de Robert Zemeckis (Volver al futuro [1985], El vuelo [2012]) toma a Casablanca como su principal fuente de inspiración, entre muchas otras películas y motivos del cine de Hollywood de los 40, y, al mismo tiempo, consigue ser un triunfo por derecho propio, con una identidad singular para el cine contemporáneo, debido a su armónica mezcla entre el romance de antaño y el thriller de espionaje.

Como tal, ésta es una película más concentrada en las implicancias políticas de la guerra que Casablanca; contiene intensas escenas de violencia que resaltan los temas políticos, las cuales, no obstante, no son gratuitas ni forzadas, sino que emergen de la historia; y son excitantes, puesto que nos preocupamos por lo que les suceda a los personajes.

Aliados es elegante en sus imágenes, con un elaborado trabajo de fotografía que ya es habitual en Zemeckis, cuyos complicados planos se sirven del uso de CGI para crear el fondo de algunas escenas, como las arenas del desierto o algunas vistas del cielo. Ahora bien, los efectos especiales no acaparan la atención, como en una película mediocre, sino que realzan el dramatismo de las escenas; y el hecho de que el uso de CGI sea palmario, nos remonta a la artificialidad de los filmes del Hollywood de antaño, despertando las sensaciones que nos daban tanto aquellas historias como sus respectivos looks.

¿Te acuerdas del comienzo de Casablanca, cuando nos mostraban un globo terráqueo girando en su eje para localizar Marruecos? ¿No? ¿Has visto Casablanca? En ese caso, ¿qué estás esperando? Bueno, aquél era un efecto mediocre incluso para el ‘42; pudieron haber hecho otra cosa. El punto es que ni siquiera entonces importó: era Casablanca, y fue una película grandiosa desde que el mundo la conoció; no por nada ganó el Óscar a Mejor Película, y todas sus características son indispensables para su eterno encanto. Desde luego, Aliados es superior a Casablanca en cuanto a efectos especiales, aunque no es una competencia, y Zemeckis habría sido incauto en querer superar a un clásico. Aliados no repara la reputación de Casablanca, que jamás se ha cuestionado, y tampoco la opaca, sino que hace bien lo que le corresponde, según su tiempo y el arrojo del director, el cual se siente extemporáneo; pero ¿por qué?

¿Qué ha llevado a Hollywood a olvidar el romance como una posibilidad narrativa? No entiendo esa actitud. Hollywood ha concentrado sus esfuerzos en la economía, que no entiende bien; las biografías, aburridas; los remakes, innecesarios, etc. Supongo que asumen el amor como una mentira malvada de los cuentos de hadas, cuando en la vida real la gente sí se enamora, sí hace sacrificios en nombre del amor y es capaz de establecer relaciones duraderas. Si ellos no pueden, no es culpa del amor.

Al negar el romance como un tema central en las películas, Hollywood se ha olvidado de la humanidad de sus historias.

Aliados, que es un guión original de Steven Knight, representa también el lesbianismo, en la relación que la hermana de Max mantiene con otra mujer, y considerando el desenlace de la historia, que no revelaré, la película se vuelve bastante perspicaz para ser un filme de estudio. Entiende el amor como un proceso fundamental en la vida de las personas. Nos habla sobre lo definitorio de las transformaciones que éste conlleva, algunas de las cuales suceden de las formas más desgarradoras, y de la trascendencia de tales transformaciones, que van más allá del pensamiento político, de la orientación sexual, la nacionalidad o el nombre de una persona.

Los realizadores necesitaban a una gran actriz francesa para el papel de Marianne, y Marion Cotillard está correcta en el personaje, siempre consiguiendo soslayar nuestras expectativas. En las escenas en que Marianne seduce a Max, parece una mujer indiferente, cuando en realidad es una mujer acostumbrada a no revelar mucho de sí misma debido a su trabajo, lo cual invade hasta su intimidad. Cotillard construye, de hecho, un personaje tan impenetrable, que ni siquiera antes ni después del ataque al embajador podemos adivinar qué quiere de su relación con Max, y ella sostiene esta suspicacia hasta el final del filme.

Debo decir que la película, aparte de ser hermosa en el romance y emocionante en la acción, funciona como una pieza de acompañamiento adecuada para Casablanca. Para los amantes del cine, esta última forma parte de nuestro mapa cinematográfico, y según nuestra cartografía, en la ciudad marroquí reside el amor, tal como en el Barrio Chino ningún caso policial acaba bien, o en la Comarca empiezan y terminan los viajes de los héroes pequeños. Lo que Aliados hace es enriquecer mi percepción de Casablanca, no como película, sino como un lugar onírico (aunque es de verdad) que, si antes lo pensaba sólo en blanco y negro, ahora es todavía más tridimensional. Puedo pensarlo en colores, aplicarle otras sensibilidades, otros propósitos. La tierra del amor de las películas acaba de volverse más cercana para mí.

El trabajo de Zemeckis aquí es una constatación del gran director de Hollywood que siempre ha sido. Con Aliados, sin embargo, nos entrega una película un tanto distinta a su trabajo anterior. Varios críticos han descartado el filme por no alcanzar el estatus de grandiosidad de las cintas que evoca. Pero Zemeckis no quiere alcanzar ni sobrepasar eso. Él quiere amar el séptimo arte haciendo su propia película, la cual es, por ende, muy personal. Aquí se enfoca en glorificar el cine de Hollywood, en cuanto se apropia de sus códigos y los adapta a su estilo único. Podríamos, incluso, decir que Aliados es una película <>, pues da cuenta de la historia personal de Zemeckis con el cine: el cine que él ama y el cine que él hace y que, por supuesto, ama. A una película así le sienta bien una historia de amor situada en Casablanca.

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