El destacado cineasta chillanejo acaba de estrenar su largometraje “Aquí no ha pasado nada”, un filme que si bien se basa en el caso de Martín Larraín -atropello y posterior muerte de Hernán Canales en 2013 en Curanipe- no es un relato fiel de lo sucedido. Se adentra en el mundo de los poderosos y cómo manejan de acuerdo a su conveniencia la justicia.
El destacado cineasta chillanejo acaba de estrenar su largometraje “Aquí no ha pasado nada”, un filme que si bien se basa en el caso de Martín Larraín -atropello y posterior muerte de Hernán Canales en 2013 en Curanipe- no es un relato fiel de lo sucedido. Se adentra en el mundo de los poderosos y cómo manejan de acuerdo a su conveniencia la justicia.
Por mauricio maldonado quilodrán
Fotografía Archivo
Aquí no ha pasado nada" tiene un enfoque distinto al tradicional drama, en que las víctimas buscan venganza de quienes les causaron mal.
La cinta, del chillanejo Alejandro Fernández Almendras, que fue estrenada a nivel comercial este jueves, ahonda en la contraparte, en el mundo de los poderosos y del cómo mueven los hilos para salirse con las suyas.
"No quería hacer una película de denuncia clásica, en el sentido de buenos y malos, donde está clara la línea de la moral, quería hacer una mucho más ambigua. Creo que tiene que ver con entender cómo funciona la elite en el país, quería hacer algo que mostrara cómo opera ese mundo", señaló el realizador.
A lo que complementó que "me pareció mucho más interesante una película que mostrara eso, que reprodujese la ceguera y miopía que tiene esa clase alta al mirar al resto de la sociedad. Una cinta donde no existen las víctimas, donde no existe el resto de los mortales, donde sólo existe este 5% de la población que ciertamente es intocable ante la ley".
Si bien el filme se basa en el caso de Martín Larraín -quien estuvo involucrado en el atropello y posterior muerte de Hernán Canales en Curanipe- no es una copia calcada de los hechos acontecidos en septiembre del 2013.
" No es una recreación fiel de lo que pasó, básicamente, se trata de un personaje que es amigo del hijo de un senador, el cual participa en un confuso accidente, sin acordarse mucho de los acontecimientos. Un personaje medio inconsciente, pero que en rigor no fue quien ocasionó todo lo acontecido", explicó el cineasta.
Fuera del interesante enfoque de la cinta, lo igual de destacado es la forma en que se puedo financiar y finalmente rodar, ya que al no recibir apoyo del Fondo Audiovisual, Fernández realizó una exitosa campaña de crowdfunding.
"La película la financiamos con dinero de gente que apoyó la película de manera desinteresada a través de una colecta. Hicimos una muy buena campaña en las redes sociales para dar a conocer la película, para hablar de ella, y eso nos permitió contar con el apoyo de actores y técnicos que fueron capaces de poner su trabajo en espera de poder recibir luego el pago. Fueron súper generosos todos ellos, era parte del espíritu del proyecto, hacerlo así con lo que hubiera, si no había nada la hacíamos con nada, con las puras ganas", detalló el chillanejo.
Cinta con luces propias
Precisamente, al momento de conocer los resultados de los fondos concursables -relacionados con el cine-, Fernández criticó fuertemente el resultado, además de los procesos generales de los concursos públicos.
"Ahora que se hacen cerca de 40 películas, no sirve mucho que se financien cinco, más vale financiar con montos más pequeños, inventar vías de financiamiento distintas, y el tema de los jurados también es importante de reformar. He sido bastante crítico incluso cuando me lo he adjudicado en algunas oportunidades, eso a algunas personas no le cae bien, lo bueno y pese a todo la película es una realidad. Es una cinta que se sostiene por sí sola. Hubiese sido bueno tener apoyo del Gobierno, pero si no lo hay, voy a seguir haciendo películas. No soy el único, hay muchos proyectos que se hacen a pulso. Por ejemplo, de las cuatro películas nacionales que habían en Berlín este año, tres se hicieron sin ayuda estatal. Grafica un poco la tendencia", manifestó el realizador.
Con su recorrido internacional casi completo, "Aquí no pasa nada" sólo le falta ir al Festival de San Sebastián y su estreno comercial en Francia (ya se estrenó en Corea y Suiza), por lo que Fernández ya está pensando su próximo proyecto cinematográfico.
"Lo más cercano en ese sentido, y lo que aparenta ir más encaminado, es una película que quiero hacer en la República Checa, que sería una cinta muy chiquita, íntima, como una historia de amor. Quiero hacer un cine más íntimo después de ‘Matar a un hombre’ y esta película, las que son mucho más sociales y políticas hasta cierto punto. Deseo hablar de algo más personal, quiero volver a mis orígenes como realizador, como volver a casa, aunque la casa quede en República Checa, que a estas alturas me es más fácil filmar allá que acá", dijo.