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“Todas las comunas de la Región van a tener fibra óptica”: Subsecretario de Telecomunicaciones

Claudio Araya se refirió a los principales desafíos en materia de conectividad y brecha digital en el Biobío. Asimismo, señaló que se retomó el proyecto “última milla” en la zona.

Por: Anibal Torres Durán 01 de Abril 2024
Fotografía: Raphael Sierra P.

En su visita a la Región del Biobío, específicamente a la comuna de Lebu, el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, conversó con Diario Concepción y puntualizó los principales desafíos que tienen como ministerio en materias de conectividad y brecha digital en la zona.

Bajo esa línea, Araya entregó detalles de la implementación del proyecto de Fibra Óptica Nacional, junto con sus alcances para el Biobío, y las gestiones que han sostenido como subsecretaría en las catástrofes.

-¿Qué desafíos han podido reconocer en la Región del Biobío en temas de conectividad rural?, ¿qué hay que potenciar? 

-En el Biobío tenemos varios desafíos en realidad. Uno que es muy latente, que es como el primer piso de esta construcción que hay que hacer, es cómo las comunidades están bastante dispersas geográficamente, hay muchas comunidades que no tienen conectividad. Es un tremendo mérito una buena infraestructura, toda la fibra óptica, las antenas móviles, pero eso llega sólo a la ciudad y a los sectores más cercanos a la ciudad. Las comunidades viven lejos de las ciudades no quedan conectados al mismo tiempo. Esto es un tremendo desafío, porque hay, lamentablemente, una relación de costo y beneficio. No es lo mismo invertir para llegar a una ciudad que para llegar a una comunidad donde hay 20 o 30 casas. Las inversiones pueden ser comparables, pero es bastante más el costo per cápita y por lo tanto se hace difícil acometer esa inversión. Es un desafío enorme que tenemos que resolver y que entendemos que sólo se resuelve con colaboración del Estado, porque económicamente nunca van a ser atractivos para las empresas. Ahora, eso es el primer peldaño. Hoy tenemos a todas las cabeceras comunales ya en el mismo nivel, todas las comunas de la Región van a tener fibra óptica, por lo tanto vamos a tener el mismo nivel y tenemos que resolver lo de estas comunidades rurales a las que nos falta llegar. 

El segundo peldaño es cómo resolvemos que las personas puedan contratar los planes y ahí estamos trabajando en una modificación legal que nos habilite para dar lo que llamamos como subsidio a la demanda, que no es otra cosa que ayudar a las familias a pagar la cuenta de Internet, como en muchos casos se ayuda a pagar la cuenta del agua o de la luz, también poder ayudar a pagar la cuenta de Internet. Y el tercer desafío, que yo creo que es el foco principal que tenemos que mirar hoy, no porque los otros no sean importantes, sino porque es lo que le va a dar sentido a todo, es una alfabetización digital. Esto con el objetivo de generar habilidades digitales para que las personas puedan sacar el máximo provecho de esta conectividad.

-Durante la pandemia existió una aceleración en materia de conectividad y existió la imagen de estudiantes sobre los techos de sus casas para tener acceso a Internet, ¿En qué se trabaja respecto a eso? Puntualmente en materia de educación y de teletrabajo.

-Es cierto que existen estos casos puntuales de estudiantes en los techos, en el caso específico de la provincia, en las comunidades no, porque lo que sucede es que las comunidades se ubican dónde está su cultura o su forma de subsistencia normal, donde tengan cultivo, donde tengan animales, que no es necesariamente donde hay mejor señal. Con la pandemia se digitalizaron los procesos, el acceso a servicios y gran parte de la población se subió a eso a patadas y combos. Nadie les puede enseñar cómo hacerlo, hubo que hacerlo. Gran parte de la población subió. Hoy en día hay una parte muy relevante de la población, en los grandes centros urbanos sobre todo, que accede a servicios digitales, capaz de pagar cuentas en línea, capaz de realizar trámites en línea. Eso que pasó en las ciudades no se ha permeado todavía a las ciudades más chicas y mucho menos a localidades con 200 casas o 300 casas, eso es difícil que ocurra. 

¿Qué estamos haciendo? Estamos tratando de llegar con señales a esas casas, eso es lo primero. Sin esa infraestructura lo demás no sirve. Luego estamos haciendo distintos proyectos con otros órganos del estado, por ejemplo, con el Ministerio de la Mujer lanzamos un programa de fomento a la digitalización de mujeres trabajadoras, que significa entregarles un dispositivo, entregarles conectividad gratis por 12 meses con una capacitación para que puedan hacer uso de esto. Y es que si no cubrimos todos esos niveles el dispositivo va a servir para entretenerse, que es muy legítimo, pero no le va a permitir mejorar su calidad de vida. Entonces nuestro objetivo es darle una visión lo más sistémica posible para que se cumpla el objetivo final, que es que, por la vía de la tecnología, las personas mejoren su calidad de vida.

-En el 2023 los incendios forestales, acá en la Región del Biobío puntualmente, generaron problemas, por ejemplo, en el cableado y en la señal telefónica. Sobre aquello, ¿qué tipo de medidas han adoptado como cartera?

-Ahí tomamos varias medidas, y el hecho de que este año no haya sido tan grave tiene que ver con que algunas de esas acciones fueron muy efectivas. Una primera cosa es que desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf) se instruyó, mediante una circular, a las empresas forestales que aumentaran el despeje de los cortafuegos, porque vimos en algunos casos que los cortafuegos eran muy ajustados a la norma, cumplían con la norma, pero no era suficiente para las condiciones de viento y temperatura que teníamos, eso ha permitido un mayor control de los incendios forestales. Una segunda cosa que se acordó fue que, durante los incendios de 2023, en el verano, se produjo una estrategia distinta de ataque al fuego en la Región de O’Higgins y fue muy exitosa, por lo tanto, se implementó similar en las otras regiones, que es tener brigadas distribuidas, no tener tanto poder concentrado, sino que más distribuido, con la idea de lograr impactos menores a 10 hectáreas en la mayor parte de los pueblos. Al hacer eso, al evitar que se propague, es mucho más eficiente porque se puede controlar dentro de un mismo día, en cambio cuando ya excede esa superficie, se puede estar una semana combatiendo fuego. Eso permitió que las brigadas trabajaran de mucha mejor forma y eso también tuvo un efecto. 

En el caso de la infraestructura de telecomunicaciones, la principal afectación que tuvimos el año pasado, y este año también en materia de centros forestales, fue por cortes de energía. Se queman las líneas que traen la energía eléctrica, cuando se queman operan las baterías, pero cuando se agotan las baterías se cae la señal y en una emergencia es vital tener conectividad para estar comunicado. Por lo tanto, trabajamos en mejorar la forma en que llegan las líneas eléctricas, en mejorar la autonomía de las baterías y trabajamos procedimientos para que las empresas pudieran, ágilmente, llegar con petróleo a los grupos de electrógeno cuando se producían contingencias. Esas fueron las medidas que tomamos y que significaron que, efectivamente, tuvimos un impacto muchísimo menor que el del año pasado.

-¿Hay materias pendientes que han identificado o inversión a futuro que han planificado como Telecomunicaciones en el Biobío?

-Tenemos un proyecto que llamamos “última milla”, que es un proyecto es una iniciativa desde el Gobierno central, donde la Subtel actúa como el brazo técnico y que las necesidades son definidas y es financiada por el Gobierno Regional. En esta iniciativa, en el caso del Biobío, se llevó un anteproyecto y después hubo contingencias, hubo urgencias para el Gobierno Regional producto de los mismos incendios, había otras cosas más urgentes que hacer. Ahora, a partir de enero, empezamos a retomar el proyecto con la intención de llevar conectividad a los lugares que sabemos que todavía están aislados.

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