Residentes de la comuna alertan sobre los peligros que amenazan al ecosistema, instando a medidas urgentes para su protección y conservación. Destacan el valor patrimonial y sentimental del espacio, preocupados por su estado actual.
Por Montserrat Serra Cárdenas
Recientemente vecinos de la comuna de Chiguayante identificaron un humedal a las orillas del río Biobío.
Este espacio fue popularmente denominado como humedal Los Boldos, debido a su cercanía con el sector que lleva el mismo nombre.
Y al igual que muchos otros espacios de la misma índole alrededor del Gran Concepción, se encuentra bajo distintas amenazas.
Es por ello que cercanos al lugar luchan para conservarlo y declararlo humedal urbano. Así se avanzaría un paso más a la preservación del medio ambiente.
Residentes de la comuna visitan cada cierto tiempo el espacio natural para comprobar su estado de conservación.
El lugar sigue siendo nuevo para muchos habitantes de la comuna de Chiguayante, por lo que sus beneficios y actuales riesgos siguen siendo un misterio para muchas personas.
Y es que hace unos días detectaron una serie de situaciones que representan un peligro para el ecosistema y para quienes habitan cerca de éste. Así lo describieron los vecinos y participantes de grupos ambientalistas.
Entre los peligros están la tala ilegal de árboles, aserraderos clandestinos, sospecha de herbicidas que están matando a la flora del lugar, entre otras.
Así es como la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Municipalidad de Chiguayante y concejala de la misma comuna, Mayerlin Suárez presentó dos documentos en torno a la protección del cuerpo de agua.
Uno de ellos fue un oficio presentado al seremi de Medio Ambiente y de Bienes Nacionales para que dicha entidad pueda realizar fiscalizaciones y solicitando una mesa de trabajo para declarar este espacio como humedal urbano.
El segundo informe fue expuesto ante el concejo municipal para solicitar estudios de humedales urbanos y ver los cambios al Plan Regulador Comunal.
De este informe se concluyó que “se le recomienda a la Autoridad Comunal dar prioridad a la declaratoria de humedales urbanos, su conservación y protección, para trabajar posteriormente en la modificación del Plan Regulador Comunal”.
También se sugirió realizar seminarios de educación a la comunidad e incluirlos en el trabajo y proceso de este humedal.
María José Fernández, residente de la comuna de Chiguayante, nacida y criada allí, expresó que este lugar es muy importante no solo para ella, sino que para muchas otras personas también.
“Mi familia llegó al sector, porque mi abuelita estaba enferma y se tenía la creencia que, por el microclima de Chiguayante al estar entre el río y el cerro, la gente podía curarse de enfermedades respiratorias”, expresó la vecina.
Ella recuerda caminar por la arena y sentir el agua en sus pies, así como mirar los atardeceres. Observar a las familias que iban a pasear y hasta algunos botes recorriendo el cuerpo de agua.
Destacó la importancia de declarar el espacio como humedal urbano, ya que se avanzaría mucho en su protección y conservación.
Y es que el cuerpo de agua cumple con dos de tres requisitos para ser declarado. Estas son la presencia de vegetación hidrófila y la concentración de agua por más de 15 días.
María José comentó que “ahora cuando puedo llevo a mis hijas a pasear, pero no es el mismo panorama. Con la basura, los vertederos clandestinos y los herbicidas se ha vuelto un lugar muy distinto”.
Al no saber qué exactamente qué sucederá con la contaminación en el ecosistema, un aura de incertidumbre e inseguridad envuelve el panorama.
Se mostró muy preocupada por la situación actual del humedal, ya que nadie sabe de qué se trata realmente ni quién provocó los daños.
“Es horrendo, porque la biodiversidad está desapareciendo, las plantas se están muriendo, los árboles están siendo talados de manera ilegal y es muy chocante para nosotros”, manifestó Fernández.
Los relatos demuestran la alta preocupación y urgencia que sientes los vecinos ante la búsqueda de acciones concretas que conserven esta zona.
De igual modo se evidencia en uno de los oficios presentados por Mayerlin, donde indicó que “es primordial para la sustentabilidad de este humedal en particular que se tomen acciones concretas de fiscalización tanto para protegerlo de las diferentes amenazas que lo rodean”.
Esto con el “fin de resguardar sus características ecológicas, funcionamiento, y de mantener el régimen hidrológico, tanto superficial como subterráneo”.
Además, se exigió convocar una mesa de trabajo para la recuperación y coordinar con ministerio de Obras Públicas, que en el “Estudio integral costanera norte de Chiguayante” se realice proyecto en base a lo que señala la Ley de Humedales Urbanos.
Para que en su diseño la protección del humedal y sus cuerpos de aguas colindantes, y así conservar régimen hidrológico de la cuenca, en la cual se invite a las instituciones y actores pertinentes.
El alcalde de Chiguayante, José Antonio Rivas, expresó que “respecto a este humedal, se requiere tener el diagnóstico y la evaluación de la biota y los ciclos que existen, además de un plan de conservación y preservación”.
De igual forma aclaró que ese proceso implica recursos, los cuales se están gestionando en este momento.
Al preguntarle sobre las intenciones de proteger el espacio natural, Rivas contestó que “el recurso agua en la comuna tiene la primera prioridad, nuestro compromiso con este se materializa con la elección de la vocación ambiental”.
“En nuestro caso es la vocación hídrica, es decir, es un compromiso materializado en la mesa de gobernanza”, prosiguió el jefe comunal.
Asimismo, comentó que han trabajado y avanzado en identificar varios cuerpos de agua que pudiesen entrar en la categoría de humedales urbanos. Esto, con la intención de realizar evaluaciones técnicas y corroborar que cumplan los requisitos.
Por otro lado, Eduardo Pacheco, seremi de Bienes Nacionales de la región, aclaró que “lo que nos dice la Unidad de Catastro es que se trata de un cauce del Río Biobío. No estamos hablando de una propiedad fiscal, sino de una parte del río”.
Esto significa que Bienes Nacionales no tiene jurisdicción en el terreno. Además, señalaron que quien tiene responsabilidad sobre el espacio natural es la Dirección General de Agua (DGA).
Agregó que, aunque no es parte del domino de ellos, siempre realizan fiscalizaciones junto con la DGA.
Recordar que, según el ministerio de Medio Ambiente, la región del Biobío cuenta con 16 humedales urbanos declarados oficialmente, mientras que aproximadamente otros 20 se encuentran en estado de tramitación con distintos niveles de avance en su proceso.