A fin de mes se debería tener el diagnóstico total de los puntos críticos. Hasta el momento se detectan daños entre los kilómetros 1 y 94. Crear contrafosos en la coronación del talud y ocupar geomembrana para impermeabilizar las zonas son parte de las recomendaciones de especialistas.
Tras casi un mes de incendios forestales, que arrasaron con más de 200 mil hectáreas en la Región, las consecuencias del paso del fuego siguen presentes y advierten de un peligro inminente de caída de árboles quemados sobre las vías, siendo la Ruta de la Madera una de las que mayores complicaciones presenta.
La caída de árboles quemados y el corte de rutas no es una situación ajena a la Región. A mediados de febrero un árbol que resultó quemado durante los incendios cayó interrumpiendo el tránsito de la ruta que une a Chiguayante y Hualqui. Afectó a automovilistas y al Biotrén, pues producto del accidente sufrió daños el sistema de electrificación. Además, el árbol derribó postes de tendido eléctrico, causando un masivo corte de luz en Hualqui.
Situaciones como esta son precisamente las que quiere evitar Obras Públicas. El seremi del ramo, Hugo Cautivo, afirmó que una vez que se logró cierto grado de control de los incendios, la dirección de Vialidad comenzó a elaborar un diagnóstico de la situación de las rutas, especialmente, la de la Madera por su gran afectación, “árboles caídos y otros que han quedado en pie, pero que presentan un peligro inminente de caída, que pueden generar algún riesgo de seguridad a las personas que transitan por nuestra ruta”.
Hasta el momento, detalló, se han identificado dos puntos de mayor afectación, uno ubicado entre los kilómetros 18 y 26 (cruce con Patagual), y otro situado entre los kilómetros 56 y 94 que une Santa Juana y Nacimiento. En esos lugares se han centrado los esfuerzos de Vialidad los últimos 15 días, a través de un contrato global por $6 mil millones.
Además están trabajando con Forestal Arauco, Corma y la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones para generar el retiro de todos los árboles que puedan representar un riesgo para el flujo vehicular, especialmente, del transporte mayor.
Las forestales, dijo, se están haciendo responsables de la seguridad de las vías en función de los árboles que están en sus propiedades, aledañas a la ruta y, el MOP en conjunto con los bandos respectivos apoyando a particulares en aquellos predios que también reviste peligro hacia la vía.
En esta labor, que busca evitar en tiempos de lluvia problemas de remoción en masa o deslizamientos de rodados, ya se han retirado 479 árboles, ocho durante la última jornada. Sin embargo, según el seremi, saben que la afectación continuará en invierno porque el suelo se quemó y se perdió la masa vegetal. “Seguramente vamos a tener problemas de deslizamiento o rodados”.
La autoridad agregó que se han instalado señaléticas para advertir a los usuarios de la ruta de un eventual peligro y que próximamente realizarán muros de contención para evitar deslizamiento y remoción en masa que puedan provocar las lluvias.
Además a fin de mes o inicios de abril, Vialidad licitará dos obras, una de conservación de la ruta entre Santa Juana y Nacimiento que involucrará $6 mil millones y otra para generar muros de contención de emergencia entre San Pedro de la Paz y Santa Juana por $2 mil millones.
“Sabemos que los incendios han afectado tremendamente a nuestras comunidades y no queremos que estos efectos se prolonguen en el tiempo y por eso estamos en esta labor preventiva”, dijo Cautivo y afirmó que están trabajando con los municipios para que identifiquen los sectores críticos e informen a la comunidad los peligros que tiene la ruta en este minuto.
Aseveró que los trabajos de mitigación se realizarán en todo el territorio afectado de la Región, para ello solicitaron a las empresas que tienen contratos globales con Vialidad generen un diagnóstico, pues en todos los lugares en que se quemó la capa vegetal, que aportaba a la protección del suelo en caso de lluvias.
Destacó la creación de una mesa de trabajo, junto a organismos públicos y las forestales, para avanzar y “que el invierno nos pille preparados”.
Si bien el seremi de Obras Públicas identifica dos grandes puntos de riesgo en la ruta de la Madera, el docente de Ingeniería Civil y doctor en Geotermia de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), José Miguel Montenegro, afirmó que ya han identificado ocho zonas complicadas, establecidas en los kilómetros 1, 10, 18, 24, 30, 40, 50 y 60, además entre el 70 y el 90.
“Tenemos otra lista. Por eso el viernes se va a realizar una visita a terreno para tener más claros los puntos y su intervención”, dijo. Aclaró que se espera a fin de mes tener un panorama más claro con la información que puedan entregar todos los entes.
Entre las primeras acciones a realizar, aseguró Montenegro, “se debe crear contrafosos en la coronación del talud o bien colocar algún sistema de impermeabilización de taludes, como puede ser una geomembrana para evitar que el agua se infiltre en la cara del talud”.
Una segunda medida se relaciona con la monitorización del talud. Según explicó el profesional se debe determinar el umbral de precipitación, es decir, el momento en que comienzan a ocurrir los deslizamientos, situación que aún no está tan clara, pues depende de los diferentes tipos de suelos que hay en la Región.
Adicionalmente, expresó, se debe poner sensores en las zonas más complejas, de tal manera, de monitorear cuánto sube o baja el agua en el talud, si este se está moviendo y cuál es la velocidad de movimiento. “Saber si tenemos una velocidad importante para poder tomar una decisión y dar recomendaciones técnicas a los entes correspondientes para que se tomen medidas, por ejemplo, incluso, hasta el cierre parcial de la vía en un tramo”.
Agregó que es necesario hacer el diagnóstico y tratar de ver soluciones lo antes posible, pues es probable que se produzcan deslizamientos. “Lo primero que hay que definir es la materialidad que tenga el talud, puede ser de suelo o roca y la forma de enfrentarlos es diferente. En caso que haya suelo, ver cuánto es su espesor, es diferente que tenga una capa vegetal de un par de centímetros o de metros. Si es roca tenemos que ver cuáles están propensas a caer, las que se deben retirar o controlar. Cosa que es recomendable que lo hagan antes que comiencen las lluvias”.
Tras la visita en terreno, dependiendo del número de puntos críticos se tomarán las decisiones. “Puntos críticos en vías de acceso, puntos de captación de agua, líneas de alta tensión y viviendas deben ser analizados respecto de su criticidad”, agregó.
La ruta de la Madera, la primera en ser concesionada en Chile en 1994, hace tiempo viene mostrando fallas, principalmente, de seguridad, con importantes deslizamientos de terreno, caída de árboles y accidentes automovilísticos que han dejado más de 50 víctimas fatales desde 2019 en adelante.
Por ello, para Edison Fonseca, profesional de la dirección de Obras del municipio de Santa Juana, para poder hacer obras de mitigación se requiere el apoyo de unidades de ingeniería del MOP y de Sernageomin para evaluar en terreno el estándar de la ruta. “Es muy antiguo donde los taludes tienen inclinaciones muy altas. Ahora con el incendio se quemó el bosque y la capa vegetal. Por lo tanto, al caer agua lluvia, es posible que las laderas caigan sobre la vía”.
Explicó que con los incendios y la pérdida de la capa vegetal el agua comenzará a permear, el suelo comenzará a humedecerse más rápido y se comenzará a soltar el cerro. “Si no tienes una red de sujeción como la que tenían van a producirse las remociones en masa. El problema es que si llueve mucho, como el invierno pasado, vamos a tener grandes problemas en la ruta”, comentó.
Agregó que es necesario evaluar los ángulos y tipo de talud que existe en la ruta y para no tener remociones en masa se deberá ocupar maquinaria pesada para sacar la tierra que sobre y así, generar zonas de seguridad sobre todo en las curvas. “Ahora sólo están sacando los árboles, no hay obras de mitigación anexas”.
Alejandro Casagrande, presidente de Corma Biobío y Ñuble, afirmó que desde que comenzaron los incendios las empresas socias de Corma han estado presente en el control de incendios, apoyando a Conaf, y entregando ayuda temprana a las comunidades afectadas.
Además, dijo, que han estado apoyando a la dirección de Vialidad en algunos tramos de la ruta de la Madera, en la eliminación de peligros por caídas de árboles. Lo primero y lo más urgente fue cortar y retirar de los cerros todos los árboles que presentaban un peligro para las personas que circulan por la ruta.
“Hoy en día y en los mismos sectores, las empresas están trabajando en instalar contenciones empalizadas forestales, lo que en palabras simples son barreras de contención con troncos de gran tamaño para evitar derrumbes o perdida de suelos frente a las futuras lluvias que se vienen en los próximos meses. Con estas acciones buscamos que todos los vecinos puedan transitar por Ruta de la Madera de forma segura”, agregó Casagrande.