Santa Juana y Hualqui, dos comunas afectadas por los incendios forestales, se preparan y piden urgencia en tratar las laderas siniestradas a fin de evitar nuevas tragedias con la aparición de las lluvias y las bajas temperaturas.
Por Sebastián Rojas Guerstein
A la gran cantidad de pérdidas y daños que se han ocasionado por los incendios forestales de las últimas cuatro semanas, se suma una preocupación con cuota de tiempo: el desprendimiento de tierras y laderas por erosión del suelo.
Dentro de los casos más urgentes, se encuentran las laderas siniestradas en las rutas de la Madera y O-60 de Hualqui.
Santa Juana
El subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), Nicolás Cataldo, informó que “hemos identificado un par de temas que son claves en el desarrollo del corto plazo y por eso hemos constituido grupos de trabajo”.
Uno de ellos, agregó, es el que “está monitoreando la Ruta de la Madera y todo lo que tiene que ver con los desprendimientos de arbolados que están en condiciones de deterioro y que son un peligro para quienes circulen por esa ruta. Esperamos durante esta semana tener activa una de las vías para poder circular”.
Al respecto, la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, comentó que es un “tema que nos preocupa y creemos que tiene haber corresponsabilidad de la industria forestal, además de un tratamiento por parte de las autoridades electas a nivel regional para que sea de primera necesidad para poder contener este problema que se nos avecina aún más en época de invierno”.
Hualqui
Un caso complejo en lo que refiere a desprendimiento de laderas, es el de la Ruta O-60 de Hualqui, la cual se ha visto afectada reiteradas veces. Cualquier intervención en su cuerpo se complejiza debido a que el terreno siniestrado colinda con la autopista, línea férrea y cableado eléctrico.
Por ejemplo, hace solo unas semanas se interrumpió el tránsito por la autopista debido a la intensidad de las llamas. Posterior a ello, un árbol quemado cayó sobre la línea del tren y la carretera, como también sobre una camioneta en donde no hubo heridos, obstaculizando ambas vías y cortando incluso la electricidad que permite el desplazamiento del Biotrén y que conduce energía a la comuna.
Consultado al respecto, el alcalde de Hualqui, Jorge Constanzo, explicó que ya se están tomando medidas y que ya hubo una primera reunión con todos los actores que se ven involucrados ante cualquier trabajo en la ladera: CGE, EFE Sur, Conaf y la Empresa Arauco.
En la comitiva, se acordaron trabajos para retirar entre siete a 11 árboles críticos. Sin embargo, la tarea es acompleja debido a las vías de tránsito y suministro eléctrico que colindan con la ladera.
En ese sentido, Constanzo explicó que “se tiene que conjugar el corte del tránsito, el corte de los trenes, sacar la energía de los cables que llevan la luz a Hualqui, entonces hay un tema complicado de ver cómo coordinar aquello y cómo se van a retirar los árboles de mayor envergadura”.
Además, el jefe comunal hualquino sostuvo que, en relación a posibles aluviones y desplazamientos de tierra, se están organizando nuevas mesas de trabajos para abordar la situación de los terrenos erosionados antes de que asome el invierno.
Impacto en los suelos
Según un estudio realizado por Paco González Ulibarry, ingeniero agrónomo de la Pontificia Universidad Católica (PUC), los impactos en el suelo dependerán de “la intensidad, recurrencia y duración del incendio forestal”.
Hay efectos directos como pérdida de vidas, vegetación y degradación del suelo, y efectos indirectos como la erosión del suelo, la contaminación del agua hasta el ensuciamiento de represas y deslizamiento de tierras.
En ese sentido, todo suelo después de sufrir un incendio se vuelve susceptible a sufrir erosión. La erosión misma genera pérdida del material, problema de infiltración del agua, aumento del flujo superficial del agua e hidrofobicidad (capacidad que tiene un material de repeler el agua de su superficie).
En relación al tema, el jefe de carrera de Agronomía de la UdeC y agrónomo especializado en uso de suelos, Leandro Paulino, explicó que “la regeneración de esas áreas naturales va a depender de los propios procesos naturales, pero dentro de los recursos que pueden disponer departamentos gubernamentales, la recomendación principal va en sentido de recuperar la capa orgánica del suelo”.
Aconsejó además que “al corto plazo, se recomienda hacer curvas de nivel, introducir inóculos de materia orgánica y donde hay tránsito de personas, lo ideal sería priorizar el corte de árboles que están muertos, pero tampoco dejar el suelo desnudo. Entonces, al cortar esos árboles, sería ideal dejar residuos de hojarasca que mantenga el suelo con cierta cobertura para evitar erosión y favorecer la regeneración”.