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Cómo se aplica la perspectiva de género en los tribunales penquistas

Ministra de Corte y defensora contaron cómo fueron los inicios de este enfoque en los juzgados y cómo se ha entendido que su aplicación garantiza igualdad ante la ley.

Por: Diario Concepción 15 de Agosto 2022
Fotografía: Pixabay

Por: Cristian Olivares Valenzuela

La perspectiva de género no es un tema en los Tribunales de Justicia. Hace un poco más de una semana, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco declaró culpable a Martín Pradenas por delitos cometidos en contra de Antonia Barra, quien con posterioridad se suicidó. En la lectura del fallo, el juez Leonel Torres dejó en claro que la resolución había considerado este enfoque.

En Concepción, los tribunales no se han quedado atrás y sus resoluciones han contemplado fallos considerando esta perspectiva. Según el Poder Judicial sus fundamentos “lo constituyen los principios de igualdad y no discriminación y el derecho de acceso a la justicia de todas las personas cualquiera sea su condición, recogidos por la normativa nacional y desarrollados en los estándares internacionales de DDHH vigentes en el Estado de Chile”.

En sus últimas resoluciones, la Corte de Apelaciones ordenó el reintegro de una trabajadora despedida por estar embarazada y ratificó la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, que absolvió a Cinthia Concha del delito de parricidio cometido contra su ex conviviente, a quien asesinó tras haber soportado violencia física, sexual y psicológica durante 16 años.

Enfoques

Pioneras en el enfoque de género fueron las integrantes de la Asociación de Magistradas Chilenas (Ma_chi), cuya presidenta es la jueza Carola Rivas, ministra de Corte e integrante del Consejo Consultivo de la Secretaría Técnica de Género de la Corte Suprema.

Su meta fue erradicar la discriminación de la mujer en el sistema judicial, donde -recordó la ministra-, muchas decisiones se tomaban fundadas “en estereotipos de lo que debe ser una mujer, de lo que debe ser una buena madre, y de lo que debe exigírsele a una mujer en cuanto cumpla su rol de cuidadora”.

Un proceso que fue complejo, ya que los intervinientes en un proceso judicial no comprendían que la perspectiva de género significa garantía de igualdad. “Hay jueces que creen que la perspectiva de género afecta la igualdad y no es así, porque no podemos tratar con igualdad a dos personas, cuando una (la mujer) está en situación de desigualdad. Basta ver normas como el adulterio, que solo podían cometer mujeres, o la discriminación que sufren en los contratos de salud. Y al aplicar perspectiva de género, sí estamos aplicando igualdad”, sostuvo Rivas.

Claudia Castelletti, abogada y encargada nacional de género de la Defensoría Penal Pública (DPP), coincidió con la ministra Rivas en lo difícil que fue y es aún aplicar perspectiva de género en los fallos.

Con los años, precisó la defensora, se entendió que la perspectiva de género está vinculada no solo a las víctimas, sino que también a las imputadas. “Las imputadas han tenido un historial de victimización tremendo, y que es obligación de los tribunales tener eso en consideración y sus obligaciones de cuidado en consideración a terceros”, apuntó.

Tanto la ministra Rivas como la defensora Castelleti coincidieron en que la aplicación del enfoque de género trae beneficios las imputadas, a las víctimas de delitos y a sus círculos familiares.

Para Carola Rivas, se debe entender que “estas ideas preconcebidas que existen en la sociedad permean los fallos, como conceptos en que las mujeres deben ser castas, o que en los análisis de los delitos sexuales se dice que el hombre es incapaz de contener sus impulsos sexuales, y que no debería ser condenado por esto, ya que fue provocado por la ropa que llevaba la mujer. Entonces si un juez o jueza ve el mundo con estereotipos que han sido construidos cultural o socialmente, va a reproducir los mismos estereotipos discriminadores en sus fallos judiciales”.

“Cuando tú tienes al frente a una mujer que estás juzgando, que en su vida ha tenido un historial feroz de violencia y discriminación y de pronto alguien se da cuenta de que lo malo que hizo se debió a algo que ella nunca debió haber vivido jamás, lo que ocurre es que estas mujeres se empiezan a sentir personas, y logran cambios importantes en su vida, identificando y rechazando las violencias de otros que las llevaron a delinquir, y así se transforman en ejemplo. He visto cambios muy grandes, donde teníamos personas muy apocadas que después terminan siendo líderes de sus comunidades”, finalizó Castelletti.

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