La instancia se enmarcó en la “apertura de un nuevo ciclo” y reafirmó la concepción de un territorio plurinacional, donde se buscará promover el respeto, el diálogo y la participación de los pueblos.
En el Patio de Los Canelos del Palacio de La Moneda el Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a Irina Karamanos, participaron de una ceremonia encabezada por autoridades ancestrales del pueblo Yagán, Lican antai, Mapuche Pewenche, Rapa Nui, Mapuche Lafkenche, Diaguita y Mapuche Füta warria.
La rogativa pluricultural buscar reafirmar una nueva concepción del territorio como uno plurinacional donde se buscará relevar el respeto, el diálogo y la participación. De la misma forma, La actividad se enmarcó en la “apertura de un nuevo ciclo”.
En un comunicado, la Presidencia destacó que “se busca dar inicio mediante una ceremonia en que los diversos pueblos indígenas, a través de sabias, sabios, representantes y autoridades ancestrales, dirigen y entregan saludos, mensajes, rogativas y parabienes mediante la palabra y/o elementos simbólicos, al Presidente como vehículo del nuevo comienzo”.
“Generar un trabajo intercultural y una nueva relación entre el Gobierno y los pueblos originarios es vital para la construcción de un Chile justo y digno”, publicó el Mandatario en Twitter junto a fotografías de la ceremonia.
Sobre la rogativa que se realizó con los pueblos indígenas, el titular de la Segpres, Giorgio Jackson, apuntó que “fue muy emotiva, tuvimos un momento de recogimiento, de reflexión muy significativo”.
La ministra del Interior, Izkia Siches, fue consultada si se trata de una señal para La Araucanía, ante lo que respondió que “no solamente para La Araucanía, porque estuvieron presentes todos los pueblo originarios, pero también obviamente son gestos muy relevantes y lo hace nuestro gobierno con mucha humildad”.
Cabe destacar que la ceremonia se desarrolló de forma privada, sin acceso a la prensa.
Tras terminar la actividad y realizarse la foto protocolar con los ministros y viceministros, el mandatario se dirigió a la Catedral de Santiago para acudir junto a los miembros de su gabinete a una ceremonia católica de “oración por Chile”.