Tras un año de funcionamiento institucional marcado por las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19, la máxima autoridad de la Universidad de Concepción revisa el quehacer y los desafíos enfrentados por la casa de estudios, y adelanta los lineamientos que orientarán el liderazgo de una comunidad activa, resiliente y fuertemente comprometida.
La semana pasada, la Universidad de Concepción cumplió un año desde que las actividades de docencia se realizan completamente en modalidad a distancia a través de diversas plataformas tecnológicas. Ya en marzo, la actividad general de la casa de estudios sobrepasó su primer año en este mismo modo de trabajo, que ha significado a la mayor parte de su comunidad funcionaria continuar con sus labores desde sus casas, mientras que se mantienen en los campus solo aquellas personas cuyas funciones requieren presencialidad.
En este escenario, el Rector Carlos Saavedra Rubilar realiza el balance de un año que ha sido “absolutamente excepcional” en múltiples sentidos, pero especialmente debido a la incertidumbre originada por la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia por coronavirus. Su análisis de este tiempo complejo es positivo, y es enfático en señalar que pese a las dificultades ha sido un periodo exitoso para la institución gracias al esfuerzo y compromiso de toda la comunidad universitaria. Por lo mismo, se muestra optimista al proyectar el trabajo futuro y los desafíos que se vienen este 2021 para la Universidad que dirige.
A un año de funcionamiento marcado por la pandemia, ¿cómo se encuentra la Universidad hoy considerando las restricciones impuestas por los altos niveles de contagio en la Región?
Efectivamente, el 17 de marzo cumplimos un año desde que se dieron las primeras alertas por la pandemia y nosotros, en una semana, suspendimos todas las actividades presenciales en los tres campus y en la Unidad de Santiago. A partir de esa semana, comenzamos a desarrollar las actividades a distancia, promoviendo de modo presencial solo las tareas críticas. Hoy es el momento más complejo de la pandemia a nivel nacional y observamos los casos de contagio distribuidos en todo el país lo que pone en riesgo el sistema sanitario en su conjunto. La posibilidad de colapso es real y las medidas adoptadas de mayores restricciones de desplazamiento van en el sentido correcto, no para resolver la situación actual, sino que para impedir un colapso hospitalario.
En este contexto, la Universidad de Concepción ha hecho los mayores esfuerzos por ajustarse a la mínima circulación de personas en sus campus universitarios y hemos acordado con el Ministerio de Educación solo mantener presencialmente aquellas actividades que son imprescindibles para nuestro funcionamiento: laboratorios de investigación dedicados a la detección de Covid-19, en particular en la Facultad de Farmacia donde se está desarrollando una actividad muy amplia con el Servicio de Salud de Concepción y el Metropolitano; aquellos laboratorios que mantienen actividades con seres vivos, estudios biológicos y con animales que requieren mantener continuidad; así como otras actividades de investigación y asistencia técnica que exigen presencialidad.
Las demás tareas se están llevando a cabo de manera remota. Así, por ejemplo, los procesos de postulación y admisión de la Generación UdeC 2021 se realizaron en línea, a través de las plataformas digitales, para garantizar la continuidad de formación de pre y postgrado; los procesos de enseñanza-aprendizaje y los proyectos de investigación continúan; las unidades de apoyo a la docencia han seguido con la capacitación de profesores y la toma de decisiones a partir de los buenos resultados de estos procesos de aprendizaje. Ha sido un esfuerzo mayor y sostenido de parte de toda la comunidad universitaria para garantizar la continuidad de todas las actividades institucionales.
Sin embargo, hay que indicarlo, la pandemia generará dificultades no solo en el presente, sino también en los próximos años. Las actividades de investigación generalmente son el resultado de trabajo de campo, de laboratorio, muchas veces con interacciones regulares entre equipos de trabajo y ya llevamos acumulado en la práctica, sumando las dificultades del estallido social, un año y 4 meses funcionando en las actuales condiciones. Por ello, vemos absolutamente necesario, una vez que la situación sanitaria lo permita, abrir los espacios universitarios para retomar actividades que requieren presencialidad. En particular, las actividades de investigación de laboratorio, junto a aquellas asociadas con las tesis de estudiantes de pre y postgrado y los campos clínicos, esto último a fin de permitir la graduación de las generaciones que les correspondía el año pasado.
Considerando las condiciones respecto de la emergencia sanitaria, ¿de qué manera continuará la investigación en la UdeC y cuál será su rol en el contexto regional y nacional?
Desde todos los ámbitos del conocimiento cultivado en la Universidad, se desarrollaron distintas iniciativas que mostraron con claridad el compromiso de nuestra institución con la comunidad, poniendo la ciencia, la tecnología, las ciencias sociales, las humanidades y las artes al servicio de las personas, a la búsqueda de respuestas a las interrogantes que ha generado la pandemia y al acompañamiento a la ciudadanía. Mantendremos lo que corresponda, como por ejemplo los laboratorios asociados con realizar análisis de exámenes vía PCR en tiempo real u otras alternativas equivalentes, que continuarán operando en convenio con los servicios de salud. Con el Ministerio de Salud, y junto a un consorcio de universidades, hemos iniciado un programa para realizar seguimiento genómico en la búsqueda de variantes del Sars-Cov-2, considerando que los virus mutan con una velocidad extraordinaria. Por ello, el seguimiento genómico es clave y constituye una nueva contribución de la Universidad en este proceso. Al mismo tiempo, la preocupación por la salud de las personas, especialmente su salud mental es muy relevante, por lo que estaremos atentos a promover actividades de investigación que orienten, desde las distintas disciplinas, las medidas que podamos promover tanto a nivel regional como nacional en este ámbito. Por ejemplo, recomendaciones para flexibilizar medidas adoptadas, como el horario permitido para que las personas desarrollen actividad física en franjas en que puedan hacerlo de manera individual o en familia, especialmente con niños, lo que no necesariamente ocurre en las mañanas.
A un año de comenzar con docencia completamente online, ¿cuál es la evaluación y cuáles son los principales desafíos que se proyectan en adelante?
Hasta ahora, la evaluación general es altamente positiva por los aprendizajes desarrollados tanto de parte de la comunidad académica, de los profesionales que nos asisten en todas estas tareas y también de los estudiantes que realizan estas actividades. Por ejemplo, al revisar los resultados de los procesos de evaluación, más del 95% de los estudiantes evalúa sus actividades de docencia desde muy buenas hasta excelentes, con lo cual realizan un reconocimiento mutuo a la colaboración que ha existido en este tiempo para desarrollar de la mejor forma los procesos educativos. Como los resultados también muestran aspectos que requieren corrección, se realizarán acompañamientos más específicos a quienes lo necesiten, también continuaremos fortaleciendo las plataformas en uso, espacialmente en tecnologías para facilitar la interacción entre las personas.
Adicionalmente, y dado que nos estamos preparando para la presencialidad o semipresencialidad, nos encontramos habilitando salas y laboratorios para actividades de docencia híbrida, incorporando nuevas tecnologías en cada una de las facultades. Junto con ello, contratamos un seguro de salud complementario que protege a todos los estudiantes que realicen actividades académicas presenciales, medida única en el sistema universitario nacional y que permitirá ir creando las condiciones adecuadas para estos encuentros, una vez que las condiciones sanitarias lo permitan.
Archivo
¿Cómo afectó la crisis sanitaria el proceso de postulación e ingreso de nuevos estudiantes a la UdeC?
En nuestra Universidad se produjo una leve disminución en el total de estudiantes matriculados en primer año con respecto al 2020. A nivel nacional, la baja fue mayor y alcanzó un 4,6% y 9% en promedio los año 2021 y 2020, respectivamente.
Desde esa perspectiva, hemos sido privilegiados por la elección de los nuevos estudiantes y, al mismo tiempo, las oportunidades que se han dado para los cursos superiores, en términos de actuar con una mayor flexibilidad, también ha permitido mantener altas tasas de retención comparadas con valores históricos. Ciertamente, este es un esfuerzo en el que han participado activamente las y los docentes, por lo que no podemos dejar de expresar un reconocimiento para ambas comunidades: estudiantes y docentes.
En mayo próximo comienza el último tramo de su administración, ¿cómo ha avanzado el programa de esta rectoría? ¿Dónde estarán centrados los esfuerzos de este último año?
Hemos avanzado en forma significativa en diversas áreas del quehacer institucional, especialmente en lo que corresponde a integrar tareas, a generar orden en diferentes aspectos que requerían una mayor dedicación, un mayor esfuerzo para esta mirada de Universidad de Concepción como lo que es, una Corporación Educacional orientada a actividades en Educación Superior. Recordemos que la Universidad como Corporación alberga a tres instituciones de Educación Superior: a la Universidad de Concepción en el ámbito universitario, al Instituto Profesional Virginio Gómez en formación profesional y al Centro de Formación Técnica Lota-Arauco en formación técnica. Entonces, hemos generado los esfuerzos para que en las tres instituciones se alcancen las mejores condiciones de desarrollo, garantizando el respeto irrestricto a la nueva normativa que rige a las instituciones de Educación Superior, cual es la ley 21.091. Relacionado con el avance en estas materias, estamos preparando un informe que entregaremos en el marco de nuestro aniversario institucional. Dicho reporte mostrará la gestión realizada en los dos últimos años. Esta cuenta bianual permitirá que la propia comunidad evalúe las distintas iniciativas.
Por otra parte, tenemos desafíos importantes para el 2021. Uno de ellos consiste en un proceso que nos lleve hacia la certificación en equidad de género en la Universidad, con el acompañamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en un plazo de 18 meses que ya hemos comenzado a desarrollar.
En investigación, adoptaremos medidas para generar un reconocimiento más simétrico en los distintos ámbitos del quehacer institucional. La ciencia con impacto directo, las aplicaciones en el ámbito público privado, así como la ciencia de alcance global. En el ámbito de la docencia, está claro que el objetivo es el fortalecimiento del cuarto campus que, a inicios de 2020, planteábamos como una meta. El cuarto campus es hoy una realidad total en nuestra casa de estudios, pues todas las actividades de la Universidad, en este momento, se están desarrollando en dicho espacio digital. Ciertamente, se requiere continuar consolidando los equipos de trabajo, las estrategias y la proyección más allá de la pandemia; es decir, cómo se expande la Universidad de Concepción en procesos de internacionalización vía el uso de plataformas con un alcance que traspase nuestras fronteras.
Estamos, además, trabajando en el ámbito de vinculación con el medio, fortaleciendo la vicerrectoría, cuya Política Institucional de Vinculación con el Medio fue recientemente aprobada por el Consejo Académico. En la gestión de calidad institucional, en el ámbito de la Dirección de Desarrollo Estratégico, estamos trabajando en la implementación del Plan Estratégico Institucional 2021-2030, definido al interior de la comunidad para los próximos 10 años y, en forma paralela, iniciamos ya el gran desafío de la acreditación institucional, que debemos presentar en 2023, proceso que necesita prepararse con, al menos, 24 meses de anticipación.
Hemos conocido de la decisión del Directorio de la Corporación de iniciar un proceso de Reforma de Estatutos. ¿Qué nos puede señalar al respecto?
Efectivamente, en la sesión del 25 de marzo, el Directorio acordó iniciar un proceso tendiente a la renovación de estatutos en la Universidad de Concepción, y de acuerdo con la normativa vigente este proceso puede comenzar por iniciativa del Directorio Corporativo o del Consejo Académico.
En este caso, la decisión de avanzar la tomó el Directorio y, como administración central, daremos todos los pasos para cumplir este mandato. Como parte de ello, llevaremos una propuesta de trabajo para desarrollar esta reforma de estatutos al Consejo Académico y, desde allí, avanzar con los dos cuerpos colegiados superiores. Es importante mencionar que, en enero de 2020, uno de los primeros acuerdos de la Mesa de Trabajo Institucional, integrada por representantes de toda la comunidad universitaria, fue proponer una reforma de estatutos. Por lo tanto, este proceso que se inicia concita un alto nivel de interés. Sabemos que ha habido intentos en el pasado por renovar estos estatutos; sin embargo, las condiciones sociales en las cuales se desenvolvía la Universidad eran muy distintas. Hay que recordar que los estatutos vigentes datan de 1989 cuando la ley que regía era el DFL1 de 1981, es decir, una Ley de Educación Superior elaborada en un contexto totalmente diferente, por lo que nuestros estatutos necesitan revisión profunda que permita dar cuenta de la actual Ley de Educación Superior, 21.091, y de los actuales desafíos sociales y laborales. Hemos dicho, y lo planteamos el 2014 y el 2018, que se acoten los tiempos en los cuales se eligen las autoridades universitarias unipersonales a lo más a un único periodo de reelección y se produzca una separación entre el cargo de Rector o Rectora de la Universidad y la Presidencia del Directorio. Hoy es necesario revisar en términos globales la estructura estatutaria de la Universidad de Concepción, entre otros, para garantizar la participación, pues estamos convencidos de la necesidad de aumentar los niveles de participación. En otras universidades, por ejemplo, todo el personal académico participa en los procesos eleccionarios, incluso independientemente del número de horas contratadas, con la correspondiente ponderación proporcional a la jornada contratada.
En la semana vimos la convocatoria a Junta General de Socios de la Corporación para el próximo 6 de mayo, ¿se realizará considerando el complejo momento que atraviesa la Región debido a la emergencia sanitaria?
Efectivamente hace algunas sesiones atrás, el Directorio Corporativo acordó realizar la convocatoria a Junta General de Socias y Socios en la fecha que usted indica. Sin embargo, se deberán considerar las condiciones sanitarias que estamos viviendo. Por ello, en sesión del 22 de abril, el Directorio tendrá que revisar cuál es la situación y la factibilidad de desarrollar la junta en términos presenciales, que en este momento no se ve posible. Precisar que la Junta de Socios tiene, en este caso, un doble propósito: por un lado, elegir a los nuevos directores o directoras del Directorio Corporativo, pero también tiene por obligación informar a sus socias y socios del avance de la Corporación en dos materias muy específicas: balance anual 2020 y Memoria 2020. Las actividades usuales obligan a estar informando de estas dos materias y si no se pueden desarrollar en forma presencial, por supuesto que adoptaremos las medidas para informar a las socias y socios, y hacerles llegar este material en forma oportuna, probablemente coincidiendo con la fecha que está originalmente convocada esta citación.
Aún queda continuar enfrentando las restricciones de la pandemia, ¿cuál es su mensaje a la comunidad UdeC en este contexto?
El mensaje hacia la comunidad es siempre de esperanza y de confianza. Esperanza y confianza en el sentido de que hemos trabajado y avanzado durante más de un año para garantizar la continuidad de las actividades universitarias y el empleo de toda nuestra comunidad funcionaria.
También un mensaje de agradecimiento. Lo he dicho y no voy a dejar de repetirlo: agradecimiento a todas y a todos los integrantes de la comunidad UdeC que han permitido que este trabajo mancomunado resulte exitoso; a quienes dejan sus horas de cuidado, muchas veces de cuidado personal, para entregarse a sus quehaceres universitarios, y también a todos nuestros estudiantes que nos han permitido avanzar en buenas condiciones en todos los aspectos de nuestro quehacer.