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Profesionales de “la primera línea”: los que dejaron de lado su bienestar por resguardar la salud de todos

Profesionales de la salud narraron sus experiencias en medio de la lucha por estabilizar la curva de contagio e hicieron un llamado a que la gente respete el aislamiento social, porque están haciendo todos los “esfuerzos posibles por cuidar de los chilenos”.

Fotografía: Andrés Oreña P.

Hace casi un mes el mundo cambió por completo. Chile no fue la excepción. La rápida irrupción de Covid-19 a lo largo del país hizo que el panorama social cambiara drásticamente. En ese sentido, muchos profesionales tuvieron que modificar su forma de trabajar y lograron avances considerables como, por ejemplo, el trabajar desde la comodidad de sus hogares.

Sin embargo, existe un área que en vez de simplificar sus labores, las redobló. Se trata de los profesionales de la salud, quienes desde el primer minuto se pusieron a disposición de hospitales, clínicas y centros de salud para salvar vidas y ayudar a combatir una de las pandemias más mortales de los últimos 100 años.

La emergencia sanitaria llamaba a que los profesionales de todas las especialidades se pusieran rápidamente a disposición de sus respectivos centros de salud y así lo hicieron. Aumentaron los turnos y tuvieron que adaptarse a un cambio que los llevó a convivir a diario con los pacientes contagiados y con el virus.

Modificaciones severas en las normativas preventivas sanitarias, acostumbrarse a usar implementos fundamentales para evitar el contagio y trabajar bajo presión con temores, fueron sólo algunos de los cambios que han experimentado en estos más de 30 días tratando de salvar a pacientes infectados que combaten contra el coronavirus y se aferran a la esperanza de seguir viviendo sin importar lo crítica que pueda ser la situación de una pandemia que tiene al mundo de rodillas pidiendo una rápida cura.

A continuación, profesionales de la salud de distintas áreas, pertenecientes a los diversos recintos de la Región del Bío Bío, relataron cómo han sido estas intensas semanas de trabajo, contaron cómo ha sido la adaptación a convivir con el coronavirus y manifestaron un estricto compromiso con sus pacientes, señalando que no abandonarán la “Primera Línea” hasta que el mortal virus tenga una cura para todos los contagiados.

Guillermo Quezada, químico farmacéutico

“Los que trabajamos en farmacias hemos estado muy expuestos al contagio. Por suerte, en la empresa que trabajo pusieron barreras físicas de placas de policarbonato que impiden el contacto directo. Además, hemos pedido medidas como que no entren más de dos clientes por turno al local, para evitar el contacto. Ha sido difícil adaptarse a trabajar con estas nuevas normas, sin embargo, sabemos que es por nuestro bien.

Es complejo dedicarse al trabajo de farmacia en un tiempo como este. La gente ha comprado más medicamentos que en otra etapa del año. Por esa razón, hemos tenido que aumentar las medidas de seguridad sanitaria, porque sabemos que nuestro trabajo es fundamental en este tiempo.

Tengo la suerte de trabajar en un lugar donde aún no hay contagio. La empresa se ha portado a la altura. El trabajo de farmacia es importante y sabemos que debemos cumplir en cualquier circunstancia. Aunque haya Toque de Queda, no ande nadie en la calle, tenemos que estar igual. Es parte del compromiso que tenemos con la gente”.

Karina Cabezas, enfermera del Cesfam Cabrero

“Acá en la comuna hemos tenido siete casos positivos. La toma de los exámenes la hemos hecho directamente en los domicilios y ha sido una experiencia muy buena, desde el punto de vista profesional, porque hemos disminuido los riesgos de propagación de virus y estamos trabajando frente a algo que se da cada 100 años.

Estamos constantemente expuestos al contagio, pero el municipio de Cabrero y el servicio de salud comunal se ha preocupado de nosotros, y nos está brindando todos los implementos necesarios para estar seguros al momento de ingresar a algún domicilio. Además, el sistema de turnos implementados también está pensado en disminuir al máximo la posibilidad de contagio.

Es positivo ver como todo el servicio de salud se ha puesto a disposición de los requerimientos de la gente. Trabajamos por ellos. Es cierto que muchas veces se presenta una sensación de incertidumbre, pero todos somos profesionales y nos preparamos para esto. Es cierto que es complejo enfrentarse a una pandemia tan mortal como esta, pero siento que todos estamos alineados en una sola dirección que es estabilizar la curva de contagio para que podamos salir adelante”.

Enid Ramírez, pediatra

“Como profesionales de la salud, somos los que corremos el mayor riesgo de contagio, porque estamos expuestos al contacto con los portadores de coronavirus. En todas las unidades vivimos la misma situación. He visto solidaridad entre colegas para ayudar a protegernos de mejor manera. Entre todos nos estamos apoyando. Somos profesionales de alto riesgo, pero sabemos cuidarnos.

Ha sido un proceso difícil, porque muchos profesionales han decidido alejarse de sus familias por estar trabajando en la ‘Primera Línea’. Es parte de las medidas que hemos tenido que tomar por cumplir con nuestros pacientes. Es un tremendo desafío el que tenemos por delante y apelamos a la conciencia social de la gente.

Tengo un familiar cercano que tuvo coronavirus, así que conozco de cerca el tema. Hubo una evolución positiva, pero lleva 25 días aislado. Son sacrificios que tenemos que hacer por cuidar a los nuestros. Hay mucha muerte y tristeza, pero depende de nosotros aplanar la curva. El llamado es a que los que puedan, se queden en casa”.

Ramón Meneses, referente de urgencias del Servicio de Salud Concepción

“Para mí, enfrentar esta pandemia ha sido novedosa y desafiante. El área de urgencia siempre ha sido caótica en comparación a otros temas clínicos. Teníamos un orden establecido de trabajo y el coronavirus nos sacó de nuestra ‘comodidad’, porque nos ha hecho sentir incómodos y con mucha preocupación.

Como urgencia, nos alineamos por la gente y por la situación epidemiológica. Tuvimos que adaptarnos a trabajar con nuevos elementos de protección, vestirnos con ropa de pabellón y acostumbrarnos a nuevos métodos.

Tener contacto con pacientes infectados me ha hecho entender lo complejo que es este virus que nos pilló desprevenidos. Aún existen nervios de tratar con ellos, pero nos hemos capacitado de buena forma. La gente está con mucho susto de esto por ser algo nuevo, pero tenemos la preparación necesaria para enfrentarlo. Ser parte de la ‘Primera Línea’ ha sido un honor, porque hemos hecho que el paciente no se sienta solo frente a la enfermedad”.

Nicolás Pavez, especialista en medicina intensiva UCI del Hospital Guillermo Grant Benavente

“Lo que he podido ver en la UCI es algo importante. Se pueden sacar cosas negativas y también positivas. Creo que en mi trabajo hemos desarrollo una labor en equipo de calidad, pese a las dificultades que se nos presentan. La ventaja que hemos tenido, a diferencia de otras pandemias, es que tenemos mucho acceso a comunicación con colegas de otras ciudades y otros países, lo que nos ayuda a prever algunas situaciones complejas.

Al trabajar en la UCI, siempre hemos estado expuestos a ver situaciones de mucha gravedad, pero esto es algo que ha sido distinto, puesto que es una pandemia de la que aún se desconocen muchas cosas. Como personal médico estamos con una constante sensación de angustia por no saber qué pasara con cada persona, pero como profesionales estamos llamados a manejar estas situaciones de incertidumbre para brindar la tranquilidad a nuestros pacientes.

El llamado es a que las personas se queden en casa y tomen todos los resguardos necesarios. Es la única manera de evitar que esto se descontrole. Respetando las medidas solicitadas por las autoridades, lograremos estabilizar los contagios en el país. La clave es al autocuidado”.

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