Militares debieron utilizar armamento no letal durante ataque al Comando de Operaciones Terrestres (COT), la noche del lunes. Analistas dicen que violencia se explica por falta de respuestas de la autoridad y a un vacío de gobernabilidad.
Con incidentes que se extendieron hasta cerca de las 23 horas del lunes y que afectaron a algunos locales del Mall del Centro e, incluso, a dependencias del Comando de Operaciones Terrestres (COT) del Ejército, finalizó la primera marcha de marzo en Concepción. No obstante, las manifestaciones continuaron del día de ayer.
Cerca de las 13 horas, en el sector Collao, desconocidos a rostro cubierto encendieron barricadas en la entrada de la Universidad del Bío-Bío (UBB), utilizando para dicho fin un punto limpio ubicado en el lugar, además de basura que se encontraba en las cercanías.
En tanto, pasadas las 17 horas se realizó una concentración que también derivó en disturbios en las cercanías de la Plaza de Tribunales. Al cierre de esta edición, los disturbios se mantenían en el centro.
Uno de los mayores cuestionamientos que surge se relaciona con los motivos que tienen algunos manifestantes para generar violencia.
Sobre el particular, el abogado y académico de la Universidad de Concepción (UdeC), Andrés Cruz, comentó que se entrelazan dos situaciones, la falta de educación y el actual modelo.
“Existe un problema de formación como sociedad en la forma como enfrentamos un diálogo o debate cuando recurrimos a argumentos con alguien que piensa diferente, nos han formado como consumidores y no como ciudadanos. Tenemos un modelo que intenta introducir políticas sociales que subsidian ineficiencias del modelo que genera rabia en una parte de la población”, explicó Cruz.
En tanto, la académica de la Universidad de Desarrollo (UDD), Lesley Briceño, sostuvo que existen muchas variables, entre ellas, la falta de respuesta desde el inicio del estallido social.
“A ello podemos sumar la violencia estructural de los grupos extremos, tanto de izquierda y derecha, que son muy violentos y generan las condiciones necesarias e idílicas, muy similares a las barras bravas. Los grupos ultras se encuentran fuera de los sistemas de partidos y ahora hay un vacío de gobernabilidad por parte del gobierno y por eso no ha vuelto la calma a la que estamos acostumbrados”, analizó.
Para Álvaro Ortiz, alcalde de Concepción, una de las ciudades más golpeadas por los desmanes que generan grupos radicales, la situación pasa por el incumplimiento de las demandas sociales.
“Esto se da hace meses con un gobierno que no da las garantías para vivir donde queremos y que la gente pueda trabajar. Lamentablemente, ellos se encuentran al debe en todo el tema de seguridad y acá no debemos sacar réditos políticos, ya que nos afecta a todos. Hay una serie de incumplimientos y cada uno tiene una serie de responsabilidades que tiene que asumir dentro del marco de la ley”, comentó.
En horas de la mañana de ayer, autoridades de gobierno y de seguridad se refirieron a los incidentes del lunes y ahondaron en lo ocurrido en el Mall del Centro, donde desconocidos ingresaron a cinco locales del segundo y tercer piso, y en el COT del Ejército. En este último, se vivió uno de los episodios más complejos. Cuando empezaba a anochecer, desconocidos arrojaron elementos contundentes al interior del recinto militar.
Desde la institución informaron, mediante un comunicado de prensa, que utilizaron “el protocolo de defensa dispuesto para estos casos y de acuerdo a la reglamentación y legalidad vigente. Para tales fines, se utilizaron lacrimógenas y munición antidisturbios (no letal), con el objeto de disolver a la turba”.
El gobernador de la provincia de Concepción, Robert Contreras, explicó que “el día lunes hubo cinco manifestaciones a la vez (…) y los violentistas tuvieron un actuar radical. Se hace un análisis permanente y lo que falla son las personas que hacen actos violentos”.
El Teniente Coronel, Carlos Jara, jefe de los servicios policiales de Concepción, aseguró que la policía no se encuentra sobrepasada. “Hay una planificación con anterioridad y todos los días se hacen análisis de lo que ocurre en las calles. Ninguna actuación de Carabineros es al azar y se basa en protocolos”, dijo.