Alcalde de Penco salió al paso de las críticas de vecinos. Aseguró que se ha realizado trabajo preventivo y reconoció que cortafuegos no son una panacea.
Prevención, esa ha sido la palabra que más han repetido las autoridades regionales de cara a lo que han denominado como el “segundo tiempo” en el combate de incendios forestales.
Y claro, la preocupación es alta a raíz de los focos ocurridos en los últimos días en las comunas de Penco y Hualqui.
De acuerdo al último reporte de la Conaf, en el foco que afecta a la comuna de Hualqui se han consumido 2.232 hectáreas, mientras que en Penco, en el fundo Coihueco (siniestro que preocupó a los vecinos de Villa Alegre), fueron 50 hectáreas. Durante este viernes hubo un nuevo foco que alcanzó a consumir 0,35 hectáreas en el mismo sector, aunque fue rápidamente controlado por brigadas de la Conaf y Arauco.
El director regional de la Conaf, Juan Carlo Hinojosa, explicó que se han presentado muchos incendios en donde el “golpe único” para su control no ha servido. “Estamos en el corazón de la temporada y el combate ha sido complicado, ya que en algunos casos el golpe único no ha sido efectivo y el trabajo se ha extendido en más de un día. Vamos a repensar algunas estrategias para marcar diferencias en el resto de la temporada”, señaló.
Por su parte, el director regional de la Onemi, Alejandro Sandoval, descartó por el minuto decretar alerta temprana preventiva por el viento, a pesar de que las rachas pueden llegar a los 30 kilómetros por hora. “Por el momento el ente técnico no lo ha solicitado, eso sí, puede haber alguna dificultad para el combate de los incendios forestales”, manifestó.
Villa Alegre, en Penco, concentró la preocupación la noche del miércoles. Horas después, cuando la calma ya reinaba y la tensión había bajado, algunos vecinos acusaron que las lecciones del año pasado no se habían aprendido.
El alcalde de esa comuna, Víctor Hugo Figueroa, retrucó esas versiones y aseguró que desde 2017 se viene trabajando en esos sectores para evitar que el fuego llegue a las casas. “Se está haciendo un trabajo coordinado con los distintos vecinos para evitar pérdidas materiales, nuestra comuna ha sido la única que no ha perdido casas en los incendios de 2017, 2019 y ahora. Eso habla de un gran trabajo”, comentó.
Para Figueroa, en varios sectores de la comuna existe una confianza ciega en los cortafuegos, pero a su juicio ello es erróneo. “Varios expertos han dicho que los cortafuegos no sirven de mucho y son algo más bien sicológico o visual, no logran ser una solución efectiva, puesto que las pavesas o trozos grandes de ramas vuelan más allá de los cortafuegos”, aseguró.
La mañana de viernes se realizó en la Onemi regional una reunión de coordinación con distintos actores de cara al panorama que se viene en la segunda quincena de febrero.
Una de las mayores complejidades que han debido enfrentar ha sido la sequía, lo que ha funcionado como combustible y ralentiza el combate de las llamas.
Juan José Ugarte, presidente de Corma, reconoció que es un factor que se tiene que considerar en estos minutos. “Antes con una brigada en aérea y otra terrestre podíamos combatir los incendios en dos horas, ahora lo hacemos en un día y medio, eso significa que nuestras capacidades, eso significa que tenemos que fortalecer la prevención”, manifestó el dirigente.