Sueñan ser ingenieros, odontólogos o músicos, entre otros, pero nada relacionado con la carrera militar, debido al exceso de fuerza usado en las manifestaciones.
El estallido social y la acción de militares y Carabineros en las calles, el uso de armas disuasivas e, incluso, de vulneración a los derechos humanos, no han dejado indiferente a nadie, mucho menos a los jóvenes que muestran su descontento negándose a ingresar al servicio militar.
A sus 18 años, Ignacio Troncoso considera que la violación a los derechos humanos en que han participado los militares, “que no se ve en la tele, sino en redes sociales, hace que los jóvenes no quieran ingresar al servicio militar”, dijo.
Agregó que no debe ser obligatorio, pues muchos desean estudiar, “yo quiero entrar a ingeniería en energía sustentable en la San Sebastián”.
Ferrando Rojas, 18 años, afirmó que la mayoría de los jóvenes no quieren ingresar al servicio porque saben que adentro lo pasan mal. “Muchos quieren ir a la universidad y no quieren entrar al servicio, arriesgando que los manden a la calle, como carne de cañón a luchar contra su propio pueblo y disparar a quema ropa”.
Agregó que la labor de Carabineros no es apoyada por la gente “y si alguien dice están haciendo la pega, el pueblo se va a tirar como perro a la carne por los temas en los que están involucrados. El servicio militar debería ser realmente voluntario, porque ahora voluntario sólo cuando cumplen con los cupos”, dijo y agregó que desea postular el próximo año a la Escuela de Oficiales de la Armada.
La música trap es uno de los mayores intereses de Ignacio Arcos, más conocido como NCO, está generando música y haciendo sus primeras grabaciones. El servicio militar, a su juicio, no representa a “nadie en el país. Nadie quiere ser militar y eso se demuestra con las filas que hay”.
Dijo que el servicio debe ser voluntario para que ingresen sólo quienes están interesados y no por obligación.
Muchas violaciones a los derechos humanos y excesiva represión contra los manifestantes hacen que Jorge Quiñones, 18 años, tampoco quiera hacer el servicio militar. “En Santiago hubo personas muertas en el metro y nadie da respuesta. Por eso mismo, nadie quiere ingresar”, dijo y agregó que él espera entrar a Odontología en la Universidad de Concepción.
Eliseo Vega quería ingresar a la Armada, pero ahora no, porque las Fuerzas Armadas con todo lo que han hecho, “están manchadas con sangre, no respetan los derechos humanos y no quiero ser parte de eso”.
En cuanto a las extensas filas, la Dirección General de Movilización Nacional extendió hasta el 30 de diciembre el plazo para eximirse del servicio militar, sin pronunciarse sobre la posibilidad que sea voluntario el proceso, en ese sentido, el general Hugo Lo Presti, director de la repartición, sólo dijo que debe ser un tema que analicen los estamentos correspondientes y recalcó que hasta el 31 de octubre cuentan con 9.333 jóvenes inscritos.
La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, afirmó que se debe analizar con el Ministerio de Defensa la obligatoriedad de participar en el proceso y analizar si se ajusta a los estándares internacionales de derechos humanos.