Este fin de semana en la provincia pasará a la historia como el más violento desde el retorno de la democracia. Lo que partió como cacerolazos, terminó en destrucción y llamas.
Tras una víspera de extrema violencia en Santiago, debido a las demandas por el aumento en el pasaje del Metro, la jornada sabatina prometía contagiarse en las diversas provincias del país. Concepción no estuvo exento, comenzando con marchas espontáneas en calle O’Higgins, tras llamados desde distintos estamentos sociales. Pero lo que comenzó con marchas pacíficas, cacerolazos de por medio, derivó rápidamente en violencia, cuando un grupo de manifestantes llegó al Gobierno Regional. Y de ahí en más, no se detuvo.
De vuelta, cada intersección en calles Heras, Carrera, Maipú, Freire, Barros Arana y, principalmente, O’Higgins, con dirección a Paicaví, ardían con barricadas donde no se salvó nada: las bancas de la Plaza de la Independencia sirvieron como leña, lo mismo que basureros, bolsas de basura y cuanto elemento permitiera mantener encendidas las llamas.
“Nosotros venimos a mostrar nuestro descontento, nuestro cansancio por un Estado que por años no se ha preocupado de la clase media, dándonos toda la carga de mantener el país. Los políticos están en deuda, los gobiernos están en deuda y, por eso, es tan importante esta movilización. Lo que no apoyamos, son los desmanes que desvirtúan este despertar social”, decía Mariela que, con toda su familia, se movilizaba cacerola en mano.
Sin embargo, a esa hora quedaba claro que carabineros no tenía contingente suficiente y de aquello se aprovecharon las turbas, que alejados del movimiento social, escalaron en su nivel de violencia, rompiendo propiedad pública y privada. Cayendo la tarde, le llegó el turno a locales comerciales, supermercados y otras cadenas de tiendas que fueron vandalizadas y saqueadas en todo el cuadrante céntrico de la ciudad. Personas con licor, televisores, computadores y hasta línea blanca al hombro corrían por las diferentes calles; a esa hora ya era todo caos. Carabineros respondía con gases lacrimógenos que hacían irrespirable el aire, pero que no detuvieron a los delincuentes que a esa altura eran los únicos en la calle.
Llegó un momento, incluso, en que, a altas horas de la noche, fueron llegando los propios dueños de los locales para salvaguardar sus negocios ante la incapacidad de la fuerza pública para dar abasto.
“No queda otra, estaremos aquí toda la noche si es necesario, si no somos nosotros nadie cuidará lo nuestro, lo que tanto nos costó tener”, decía el dueño de un kiosco de calle O’Higgins.
No todos tuvieron la misma suerte, la sala de ventas de Aitue en Calle Chacabuco ardió por completo, lo mismo que el Compin, en Los Carrera. Por donde pasaba la turba, todo era destrozo, dejando en segundo plano las justas demandas sociales. Calles cerradas con barricadas, continuas provocaciones a las fuerzas de orden público y destrozo, mucho destrozo, en una magnitud que ni siquiera se vio tras el 27/F.
Pasadas las 22 horas de la noche del sábado, el Presidente Sebastián Piñera decretó Estado de Excepción Constitucional de Emergencia para la provincia a petición del intendente Sergio Giacaman, quedando a cargo de la Defensa en la zona el contraalmirante Carlos Huber, comandante en jefe de la Segunda Zona Naval de Talcahuano. A esa altura, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, calculaba en $200 millones de pesos los daños.
Lejos de calmarse los ánimos con el estado de excepción, el vandalismo continuó durante la madrugada del domingo, siendo objeto principal supermercados, farmacias, automotoras y gasolineras de diferentes comunas de la Región.
No se salvó Talcahuano, San Pedro de la Paz, Coronel, Lota, ni prácticamente ninguna comuna, donde los saqueos se multiplicaron a escala mayor, mientras se registraban protestas esporádicas en varios sectores. Chiguayante fue una de las comunas más perjudicadas, tal como aseguró su alcalde Antonio Rivas.
“La autoridad nos aseguró que habría militares en las calles para resguardar el orden, pero, personalmente, no vi nada. Hubo una reacción tardía que permitió que minorías actuaran al amparo de la ausencia de las fuerzas militares, un compromiso del Gobierno que lamentablemente está ausente”, dijo.
Por la tarde, las bodegas del supermercado Santa Isabel de la Diagonal también sufrieron saqueos, así como los principales locales de telefonía celular del radio céntrico y la Farmacia Salcobrand de Plaza Perú, sólo por nombrar algunos. Enfrentamientos en la Rotonda Paicaví monopolizaron la violencia con la fuerza pública, lo que aprovechaba otro grupo para saquear lo que fuera posible. Cajas con carne, pan y diversos productos eran transportados por grupos que actuaban con total impunidad desde diversos supermercados.
Similares escenas se vivían en distintos puntos de la provincia. Con inusitada violencia se registraron saqueos en distintos supermercados de Hualpén; mientras que en San Pedro, una impresionante columna de humo negro, generada por el incendio del Acuenta frente a Michaihue, provocaba inquietud en los vecinos de varios kilómetros a la redonda.
Ante esto, el contraalmirante Carlos Huber declaró toque de queda que se adelantó para las 20:00 horas y hasta las 6:00 horas de hoy lunes en la provincia de Concepción. Para ello, cerca de mil efectivos de la Armada, Ejército, Carabineros y PDI fueron desplegados por la zona.
En ese sentido, el último reporte de detenidos entregado por la autoridad regional hablaba de 217 detenidos en Concepción, 61 en Talcahuano, 46 en Coronel, 1 en Los Ángeles, 9 en Tomé, 6 en Arauco, es decir, 340 detenidos a nivel regional, una cifra que al cierre de esta edición podía ser actualizada.
Asimismo, en el Juzgado de Garantía de Concepción continuaban desarrollándose audiencias de control de detención, siendo los principales delitos: robo en lugar habitado (por saqueos), receptación de especies robadas (sustraídas en los saqueos) y daños a la propiedad pública y privada. En total, se contabilizaron 78 saqueos en la provincia a supermercados y tiendas, situación que provocó cuatro carabineros heridos con lesiones leves y que fueron dados de alta, sin civiles lesionados.
Al cierre de esta edición, el intendente Sergio Giacaman, junto al jefe de la Defensa Nacional, CA Carlos Huber, encabezaban un nuevo Comité de Seguridad, al tiempo en que la Onemi Bío Bío declaraba Alerta Temprana Preventiva para la Provincia de Concepción por reforzamiento del monitoreo de servicios básicos e infraestructura crítica, vigente a partir del domingo 20 de octubre del 2019 y “hasta que las condiciones así lo ameriten”.
Pasadas las 20 horas, se reportaron momentos de tensión, mientras militares avanzaban por Paicaví, a la altura de la Remodelación, para desarmar las barricadas en el sector, mientras manifestantes observaban la acción desde las cercanías.