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Padres de Katy Winter: “Cada charla que damos es una forma indirecta de salvar a nuestra hija”

A poco más de un año del suicidio de la adolescente, hoy a través de su Fundación Katy Summer dan charlas en colegios, con las que buscan empoderar a los testigos para que denuncien casos de acoso.

Por: Mauro Álvarez 25 de Agosto 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

El 22 de mayo del 2018, la opinión pública se conmocionó al enterarse de la muerte de Katy Winter, estudiante de 16 años del colegio Nido de Águilas, quien se quitó la vida en el baño de un café Starbucks de Providencia. La adolescente había sido víctima de cyberbullying por parte de un grupo cerrado de Facebook, todos miembros de su generación.

Según explicaron sus padres Emanuel Pacheco y Evanyely Zamorano, en entrevistas a diferentes medios de comunicación, este hecho llevó a que su hija, presa del miedo se sintiera desprotegida y muy vulnerable, factores que habrían influido en su drástica decisión.

Para saber cómo se sobrevive a la muerte de una hija víctima del Cyberacoso, Diario Concepción conversó con ellos durante su breve paso por Concepción, invitados por Injuv Bío Bío. Allí contaron que, como una forma de llevar el dolor, formaron la Fundación Katy Summer, en honor al nombre artístico que tenía la joven cantante, con la que a través de charlas en colegios buscan empoderar a los testigos a denunciar casos de acoso.

– ¿Cómo enfrentan su realidad?

– Emanuel: Yo no sé si alguna vez podré responder si estamos bien, sólo puedo decir que estamos reconstruyéndonos, tratando de entender lo que nos pasó y usarlo para algo distinto. Alguien nos decía por ahí que es mejor usar el dolor para construir que para destruir y en eso estamos. Cada charla que damos, cada conversación que tenemos con chicos que se han sentido víctimas o que están con rasgos suicidas es una forma indirecta de salvar a nuestra hija y eso nos ha traído paz, regocijo y de a poquito con el pasar del tiempo, la vida así nos irá sanando.

-¿Cómo nace la idea de formar la Fundación?

– Evanyely: el tema nació cuando sentada en el living de nuestra casa tenemos a una mamá que nos cuenta que su hija había sufrido agresiones muy similares, en el mismo colegio en el que estudiaba Katy y ante la negativa de denunciar, por parte de ella, nos llevó a conversar con varias organizaciones para entender qué nos pasó y en qué fallamos. Luego de las asesorías por parte de varios expertos decidimos que la única forma de canalizar nuestro dolor, era buscar la forma de empoderar a los jóvenes, para que se decidan a hablar y hagan las denuncias, formando la Fundación con el nombre artístico de nuestra hija.

-¿Cómo ha sido la recepción de las charlas que ustedes realizan?

-Evanyely: Ha sido buena, porque los jóvenes y las comunidades educativas han entendido que los agresores no son tantos, por lo tanto, son ellos los testigos quienes tienen que sacar adelante el tema, haciendo las denuncias, las que deben ser acogidas, porque el Cyberacoso y el Bullying existen, son transversales y afectan a todos.

-¿Qué es lo que buscan en cada intervención?

– Buscamos que los testigos se conviertan en salvadores, “conviértete en el testigo salvador”, en esa persona inolvidable, porque incluso el agredido puede olvidar y perdonar al que lo agredió, pero nunca se va a olvidar de quien lo salvó.

-¿Han podido conversar con profesores, considerando las horas que pasan con los niños?

-Evanyely: Muchos profesores, nos han dicho: “si yo evidencio que esto está pasando lo más probable es que nos despidan, al igual que encargados de convivencia escolar. El problema existe y nos tenemos que hacer cargo, porque si no hacemos nada nos estamos haciendo encubridores de una verdad que está llevando a que otros niños tomen decisiones drásticas como la que tomó nuestra hija.

– A su juicio, ¿faltan mayores políticas por parte de los colegios para enfrentar la problemática?

– Emanuel: Sí, el bullying es una situación social que siempre ha existido, aquel colegio que niegue que en su establecimiento pueda existir está mintiendo, porque sólo basta que, en un grupo de tres, dos se unan y molesten al otro y si eso es reiterado se debe atacar de raíz.

-¿Qué lleva a una persona a convertirse en un acosador?

– Emanuel: Son varios los factores, para que un victimario sea acosador, puede deberse a que está sufriendo situaciones de violencia en su casa o en otro espacio, como también que arrastre del pasado episodios donde fue víctima de bullying o cyberacoso en otro colegio, o esté sintiendo una presión social y quiera validarse, por ende, no hay que aislarlo o expulsarlo, sino que hay que indagar en su real problema y en el caso de la víctima se debe cuidar y proteger, porque ella no tiene culpa de lo que está pasando.

-¿Un mayor control de Internet, podría ser una solución para terminar con el acoso cibernético?

– Emanuel: Mayor presencia, no control por parte de los padres, porque el prohibir llevará sólo a que se esconda el problema bajo la alfombra no haciéndonos cargo del problema de raíz, que es educar a los menores sobre el uso de las Redes Sociales, que es la nueva forma de convivir, tenemos que meternos en ese mundo y enseñarlos a convivir.

-Después de lo que les pasó, ¿qué consejo le podrían dar a los otros padres?

-Emanuel: que no se escuden en el “yo crío bien a mi hijo”, ya que no logran darse cuenta que a veces actitudes que ellos tienen de pronto son violentas, por ejemplo: en el estadio cuando insultan al equipo contrario, esto normalizado lleva a que el niño se sienta con el poder de agredir a otro a través del anonimato en Redes Sociales. Antes lo que conocíamos como matonaje y que hoy se potencia con Internet, no puede normalizarse, como tampoco el pensar: “hijo, que te molesten es normal, esto te fortalecerá”, deben involucrarse más.

– Finalmente, se criticó en Redes Sociales la entereza que mostraron a días -de la muerte de Katy, ¿cómo enfrentan las críticas?

– Mamá: El estar parados y tranquilos, es lo que hubiese esperado Katy, más aún con el abandono que sufrimos por parte del establecimiento. Desaparecieron todos los apoderados, las amigas de mi hija, profesores… una comunidad entera que nos expulsó. Si esto le hubiese ocurrido a otra familia del colegio, nosotros estaríamos abajo apoyándolos. Katy salvó a una compañera del suicidio, llamó a sus padres y evitó una tragedia, ese es nuestro motor para seguir salvando vidas, a través de nuestras charlas, no queremos más finales como el de nuestra hija.

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