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76% de fiscalizaciones a empresas constructoras termina en sumario

Caída de altura, exposición a ruido y a radiación solar son las principales causas de los procesos iniciados. El 35% de inspecciones por salud ocupacional también derivaron en actos administrativos.

Por: Ximena Valenzuela 16 de Enero 2019
Fotografía: Seremi de Salud

Hasta abril, la Seremi de Salud llevará adelante un programa especial de control a empresas constructoras, buscando que cuenten con todas las normativas exigidas por la autoridad sanitaria, pues, según un balance realizado por la cartera, el 76% de las fiscalizaciones realizadas a constructoras concluyeron en sumario.

Accidentes laborales, que incluyen caída de altura, rescate y atrapamiento, falta de servicios higiénicos, incumplimiento a la protección de radiación UV que deben tener los obreros , alta exposición al ruido y, también, falta de cumplimiento a medidas contra la silicosis son las principales causales de sumarios.

El seremi de Salud, Héctor Muñoz, llegó hasta las faenas que la constructora Socoarte Limitada tiene en Ongolmo, entre Cruz y Prieto, para verificar el cumplimiento a las normas -la que cumplió con todo lo exigido-, destacando que dicho control, que partió en septiembre, se extenderá hasta abril, pues es el período de mayor exposición solar y al sílice.

Detalló que desde septiembre a la fecha han realizado 41 fiscalizaciones, 31 de las cuales terminó en sumarios. “76% es muy alto y si hay gran cantidad de construcciones en la provincia de Concepción tenemos que aumentarlas y este programa especial va específicamente a disminuir la cantidad de accidentes graves y los fatales”.

Salud ocupacional

Más allá del programa específico de fiscalización a constructoras, implementado a través de la oficina Concepción, la Seremi evalúa en toda la Región los protocolos relacionados con salud ocupacional, donde se mide y controla la pérdida auditiva por exposición al ruido laboral, buscando disminuir la incidencia y prevalencia de hipoacusia de origen laboral.

Además, se desarrollan programas preventivos en relación con el plan nacional para la erradicación de la silicosis, autorización sanitaria para la aplicación de plaguicidas debido a potencial riesgo en la carga genética que puede existir y, también, controlan potenciales daños producto de la exposición músculo esquelético del extremidad superior por repetitividad, postura forzada, fuerza y tiempos de descanso.

Lo anterior se suma al protocolo psicosocial que tiene en cuenta aspectos de la tarea, la organización del trabajo, el ambiente y el desempeño, entre otros, que pueden desencadenar en daños psicológicos y psicosomáticos.

En dichas materias, se realizaron en 2018 un total 383 fiscalizaciones: 90 centradas en psicosocial; 71 músculo esquelético; 64 vigilancia plaguicidas; y 84 exposición al ruido y 74 sílice. El proceso dio origen a 133 sumarios.

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